"Los libros dicen: ella hizo esto porque. La vida dice: ella hizo esto. En los libros las cosas quedan explicadas; en la vida, no. No me extraña que la gente prefiera los libros. Los libros le dan sentido a la vida. El único problema radica en que las vidas a las que dan sentido son las de otros, jamás a la del lector."
"Se puede definir una red de dos maneras, según cuál sea el punto de vista que se adopte. Normalmente, cualquier persona diría que es un instrumento de malla que sirve para atrapar peces. Pero, sin perjudicar excesivamente la lógica, también podría invertirse la imagen y definir la red como hizo en una ocasión un jocoso lexicógrafo: dijo que era una colección de agujeros atados con un hilo."
"A mí no me gustan las coincidencias. Las encuentro un tanto espeluznantes: durante un momento te das cuenta de lo que significaría vivir en un mundo ordenado y gobernado por Dios, un mundo en el que El estuviera todo el día mirando por encima de tu hombro y dejando caer, como quien no quiere la cosa, como si pretendiera echarte una mano, transparentes indirectas acerca de la existencia de un plan cósmico. Prefiero pensar que las cosas son caóticas, que andan a su aire, que están permanente y temporalmente chifladas; prefiero sentir la certidumbre de la ignorancia, la brutalidad y la locura humanas."
Son fragmentos de "El loro de Flaubert" (1984), un libro que es obra del escritor inglés Julian Barnes (1946) y en el que se hace una visita alrededor de la figura de Flaubert, para lo que Barnes se sirve del Doctor Goeffrey Braithwaite, un experto en la figura del autor de Madame Bovary que en su viaje por seguir los lugares importantes en la vida del escritor y escudriñar los pequeños detalles que puedieran definirlo, encontrará en un determinado lugar, un loro disecado llamado "Loulou" que sirvió como inspiración para "Un coeur simple", una de las obras menores del escritor francés. El caso es que posteriormente en otro de los lugares relacionados con Flaubert encontrará otro loro disecado y la duda se convierte en algo insoportable para alguien que aspira a saberlo todo sobre aquella persona en la que se postula un experto: ¿cúal de los dos loros es el auténtico?. Esta novela de Julian Barnes tuvo mucho predicamento en su día y su habilidad para engarzar la pura ficción con hechos reales le procuró bastante fama al autor.
Julian Barnes |
Esta entrada está tomada de la página del escritor José Manuel Pérez Padilla, que os recomiendo sin reservas que visitéis. Os dejo el enlace: http://www.facebook.com/PerezPadilla.Novelas?ref=ts&fref=ts
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.