domingo, 25 de septiembre de 2016

Hitler y el champú o "Cómo acabar de una vez por todas con la cultura" (Woody Allen)



“Después de la invasión de los aliados, a Hitler el cabello se le quedó seco y desordenado. Esto se debió en parte al éxito de los aliados y en parte a los consejos de Goebbels, quien le dijo que se lo lavara cada día. Cuando esto llegó a oídos del general Guderian, este regresó al acto del frente ruso y le dijo al Führer que no debía ponerse champú en el pelo más de tres veces por semana. Este era el procedimiento que había seguido el Estado Mayor con gran éxito en las dos guerras anteriores. Hitler pasó una vez más por encima de los generales y continuó con el lavado diario. Bormann ayudaba a Hitler a secárselo y siempre parecía estar presente con un peine en la mano. Al final Hitler empezó a depender de Bormann y, antes de mirarse al espejo, siempre hacía que Bormann se mirase primero. A medida que las fuerzas aliadas avanzaban hacia el este, el estado del pelo de Hitler empeoraba. Con el pelo seco y descuidado, Hitler soñaba durante horas seguidas en el corte de pelo y el afeitado que se haría el día en que Alemania ganase la guerra; se haría incluso, quizá, lustrar los zapatos. Ahora me doy cuenta de que nunca tuvo la intención de hacerlo.”

Un día, Hess cogió la botella de gel del Führer y se fue a Inglaterra en un avión. El alto mando alemán se enfureció. Creía que Hess iba a entregársela a los aliados a cambio de una amnistía para él. Hitler se enfureció de forma especial cuando se enteró de la noticia porque acababa de salir de la ducha y estaba a punto de acicalarse el pelo."


El fragmento pertenece al libro "Cómo acabar de una vez por todas con la cultura" (1971) de Woody Allen, en el que se hace una relectura en clave de humor de algunos momentos importantes de la historia. Un lugar especial ocupan las supuestas memorias de Friedrich Schmed, el barbero personal de Hitler en las que se nos ilustra sobre las consecuencias globales que podían desencadenar que el pelo del Fhurer no quedara en su sitio o la supuesta inquietud de Churchill por dejarse patillas. Woody Allen tenía que ser....

Lo fotografía pertenece a la estatua de Hitler del Museo de cera de Berlin.

Las fotografías ha sido tomada de la siguiente página:
1.- http://www.losandes.com.ar/noticia/internacionales-368033
2,. https://es.pinterest.com/pin/174021973071318679/