De todos es conocido ese juego de imágenes que circula por muchos sitios en el que se confronta el rostro de la Gioconda con el autorretrato de un Leonardo da Vinci ya envejecido. La caja de sus rostros coincide a la perfección y deja una enigmática sombra sobre la idea de que la Mona Lisa no fuera sino un autorretrato del propio Leonardo, jugando con su propio rostro y que fuera ese y no otro el motivo de esa peculiar sonrisa.
No es una idea descabellada, que Leonardo, un reconocido homosexual, quisiera jugar con una imagen idealizada de si mismo en un retrato, pero una de las cosas que nos hace tener reparos en la comparación, es ese rostro envejecido de Leonardo, que se aleja demasiado del de la Mona Lisa.
¿Cómo era de joven este genio?
Leonardo nació en 1452 y pronto se fue al taller de Verrocchio, un famoso artista florentino, con el que se adiestró en el manejo de los pinceles. Se sabe que en su juventud Leonardo era muy atractivo tanto por su rostro como por sus gestos, y no son pocos los que dicen que fue tomado como modelo para el David de bronce que creo Verrocchio, su maestro, y que actualmente se puede admirar en el Museo del Bargello y cuyo rostro encabeza este texto. Normalmente uno se fija en la postura y conjunto de la obra de este magnífico David, pero cuando se repara en el rostro, el que posiblemente fuera de ese joven Leonardo, se descubre una frente ancha como la de la Mona Lisa, que con otro peinado realzaría el parecido, su misma nariz, y conformación de los ojos, y lo más curioso la escultura presenta una extraña sonrisa, tan enigmática y ambigua como la del famoso cuadro. Soy consciente de otras diferencias, pero puestos a meterme en arenas movedizas y crear un poco de debate ¿Será cierto que la Gioconda no es sino el retrato idealizado de un Leonardo da Vinci que nunca quiso separarse de él, de ella, de sí mismo ?
En cualquier caso, y más alla de la posiblemente alocada comparación propuesta, creo que al menos es interesante enfrentarse al rostro que posiblemente tuvo Leonardo de joven.