miércoles, 15 de mayo de 2013

Thelonious Monk y la Coca-Cola



Thelonious Monk, uno de los fundadores del Be bop, era un pianista de jazz verdaderamente singular, hasta se podría decir que algo oscuro y siniestro, y casi siempre incomprendido, pero su música terminó por vencer cualquier etiqueta y hoy día es reconocido como uno de los músicos más influyentes de toda la historia del jazz. Para disfrute de todos quedan decenas de piezas suyas que han sido copiadas hasta la saciedad, sobresaliendo sobre todas ellas temas como la bellísima "Round About Midnight", su extraordinaria composición "Straigh No Chaser" y su clásico "Blue Monk".

Era un hombre fiel a sus amigos, así en agosto de 1951, fue arrestado por la policía de Nueva York, acusado de posesión de narcóticos, pues se negó a denunciar a su amigo, el también pianista Bud Powell, al que presumiblemente pertenecía la droga. Fue apaleado y encarcelado y por si fuera poco se le retiró el permiso para actuar en locales nocturnos en que se despachase alcohol (una autorización, el "New York City Cabaret Card", que era expedida por la policía). Eso era casi lo mismo que condenarlo a muerte, creativamente hablando. Su economía paso una racha paupérrima y tuvo que rendirse a contratos bochornosos para un talento del jazz como él y tuvo que tocar en verdaderos antros fuera del circuito habitual. Solo su determinación y el apoyo de su familia lograron que nunca dejara de tocar y componer. Un poco de luz llegó en 1954 cuando apareció en su vida la baronesa Pannonica "Nica" de Koenigswarter, quien le ayudó economimcamente hasta que en 1957 le devolvieron el carnet de músico, como también lo haría en sus últimos años, ya afectado por la locura. 7 años de infierno por no delatar a su compañero, el también genial Bud Powell.

Pero la historia no terminó bien para el gran Thelonious, y años después de su exitoso regreso empezó a dar muestras de su inestabilidad mental. Se cuenta que de vuelta de una gira por Europa se presentó en la aduana del Aeropuerto con todas las maletas llenas de envases vacios de Coca-Cola, manteniendo que era incapaz de tirarlos a la basura. No pasaría mucho tiempo antes de que su mujer se viera obligada a internarlo en un psiquiátrico del que saldría en muy contadas ocasiones. Era el año 1971, año desde el que permaneció lejos del público y encerrado en sí mismo durante los 11 años que le quedaban de vida. Su amigo Charlie Rouse contaba que cuando lo visitaba por su cumpleaños, las visitas transcurrían en el más sonoro de los silencios. Un curioso final para quien nos regaló tanta buena música.

 

 Blue Monk
 
 
Round about midnight