Novelista, ensayista y poeta, se licenció como ingeniero agrónomo y trabajó como informático lo que ha ejercido una fuerte influencia en sus novelas, hasta la fecha: Ampliación del campo de batalla (1994), Las partículas elementales (1998), Lanzarote (2000), Plataforma (2001), La posibilidad de una isla (2005) y El mapa y el territorio (2010).
Acusado de misógino, racista e islamófobo (por sus críticas al Corán) su obra polariza a detractores y admiradores.
Fragmento de “Plataforma”
Un día, a los doce años, subí a lo alto de un pilón eléctrico, en las montañas. Mientras subía, no miré abajo ni una sola vez. Al llegar arriba, a la plataforma, bajar me parecía complicado y peligroso. Las cadenas montañosas se extendían hasta donde llegaba la vista, coronadas de nieves eternas. Habría sido mucho más sencillo quedarse allí, o saltar. Me retuvo, in extremis, la idea de estrellarme; pero si no, creo que habría disfrutado eternamente del vuelo.
Fragmento de “Las partículas elementales”
En el fondo, se preguntaba Michel observando los movimientos del sol sobre las cortinas, ¿para qué servían los hombres? Puede que en épocas anteriores, cuando había muchos osos, la virilidad desempeñara un papel específico e insustituible; pero hacía siglos que los hombres, evidentemente, ya no servían para casi nada. A veces mataban el aburrimiento jugando partidos de tenis, cosa que era un mal menor; pero a veces les parecía útil hacer avanzar la historia, es decir, provocar revoluciones y guerras, esencialmente.
Fragmento de “El mapa y el territorio”
—¿Qué es lo que define a un hombre? ¿Cuál es la primera pregunta que se le hace a un hombre cuando quieres informarte de su estado? En algunas sociedades le preguntan primero si está casado, si tiene hijos; en las nuestras se le pregunta en primer lugar su profesión.
La fotografía es de Alexis Duclos.
Entrada de nuestro amigo J.M. Pérez Padilla