The Margravial Opera House (El Margravial) - Bayreuth (Alemania)
El Margravial (en alemán "Markgräfliches Opernhaus") es un teatro de ópera alemán de estilo barroco situado en la ciudad alemana de Bayreuth. Este teatro es uno de los pocos que sobreviven de la época y ha sido múltiples veces restaurado, encontrándose actualmente en proceso de remodelación. Fue construido entre 1744 y 1748 por Joseph Saint-Pierre y el esplendoroso interior fue decorado por Giuseppe Galli Bibiena y su hijo Carlo de Bolonia en un estilo barroco tardío. La Princesa Guillermina de Prusia, esposa del Marqués (Margrave) Federico, participó en el en numerosas representaciones, y parece que el nombre deriva del título de su esposo. Richard Wagner tiene otro teatro en la misma ciudad, el famosísimo Bayreuth Festspielhaus que cada año reúne a los buenos aficionados a su música, pero que nada tiene que ver con este esplendoroso teatro de ópera en el que cada septiembre, desde hace pocos años, se celebra un festival de música barroca, donde se interpretan rarezas de esta época musical. La foto es de 2008. Espectacular!!!!
Nota: Un Margrave era un título de nobleza medieval en Alemania, y en la persona que lo ostentaba recaía la responsabilidad militar de una provincia fronteriza por lo que generalmente soportaba una mayor exposición que otras provincias interiores y de esta manera, contaba con más poder y fuerzas militares a su disposición. Puede asimilarse este término con el más familiar para nosotros de Marqués (una frontera es una marca).
"El rock es una piscina, el jazz es todo un océano".
O al menos eso es lo que mantenía el sensacional guitarrista mexicano Carlos Santana. En cualquier caso su frase nos servirá de excusa para recuperar el sensacional tema "Si tu vois ma mére" de Sidney Bechet y que es uno de los temas principales de la película de Woody Allen "Midnight in Paris". Espero que os guste tanto como a mi.
En esta curiosa foto de familia, se puede ver todos los protagonistas principales de la saga "La guerra de las Galaxias". De izquierda a derecha se puede ver a:
Harrison Ford que dio vida a Han Solo.
David Prowse que se enfundó el traje de Darth Vader
Peter Mayhew que era Chebwacca.
Carrrie Fisher que era la Princesa Leia.
Kenny Baker que dió vida a R2D2
Mark Hamill que era Luke Skywalker.
Solo se echa en falta a Anthony Daniels que daba vida a C3PO al que descubriremos más abajo. Vamos a verlos con sus disfraces:
Ahi tienen a Peter Mayhew con su disfraz de Chewbacca en plan Hamlet... Ser o no ser .... Chewbacca
Hoy estaba otra vez apoyado en la roca,
con la piel atezada de salitre y de viento;
el mirar entornado al resplandor
que las olas desprenden.
Su boca se ha sumido,
la nariz y el mentón
se le han precipitado desde el rostro.
De sus ojos al mar ya no hay distancia.
Las mareas le dejaron
rastros de sal y líquen en las cejas,
y en las claras pupilas,
un sueño de bajeles naufragados.
Un gesto de abandono se le aposta en los hombros,
en el páramos estriado de los labios.
Sentado está en la piedra,
como un saliente más del farallón.
En algunos momentos parece que dormita.
Las nubes bajas tienden
su escala a los veleros;
esponjan el plumón a las espumas.
El agua en su reflujo,
se le va de los pies lo mismo que un cachorro
que luego vuelve a morderle las botas,
a arrancarle en zalemas la tristeza.
Las horas a su lado se entretienen
en una sinrazón para su ensueño
de jarcias y de arpones.
Así agota la luz
que, en ángulos de viento declina por la playa.
Su presencia se esfuma,
entre sombras que tragan los acantilados.
Queda un espacio sólo,
que comienza a encelarse con la noche,
a encenderse de estrellas y de olvido.
Este poema es obra de la amiga Carmen Rubio López, que nos los ofrece para compartirlo con todos vosotros. Pertenece a su libro de poemas "Moyra se asoma al mar" y obtuvo el premio Ciudad de Mérida (Badajoz)
Pocas veces se consigue que el título que se da a una película al estrenarse en España sea mejor que el original, pero ciertamente este de "La tentación vive arriba" me encanta. La comedia venía precedida de una exitosa representación en Broadway, y el film fue un verdadero escándalo ya que jugaba con el conservadurismo propio de los americanos, al presentar de aquella manera tan evidente el tema del adulterio.
Wilder estaba realmente ilusionado con el guión, ya sabemos que como el decia "Lo más importante es tener un buen guión. Los cineastas no son alquimistas. No se pueden convertir los excrementos de gallina en chocolate" y así se las apañó, recortando aquí y allá, para esquivar la censura y hacernos disfrutar de esta sensacional y divertida película.
Y lo primero es recordar como entra en escena aquella tentación rubia, con aquella segunda piel que es ese traje blanco con pequeños lunares y esa escalera ascendente que nos deja con la mandíbula descolgada viendo alejarse a esa maravilla! Inolvidable!!! Que manera de dejar claro cual era la tentación!!!! Marilyn está soberbia y hermosísima con sus 28 añitos, pero para ser justos la película descansa sobre el genial personaje que encarna Tom Ewell (ya lo hizo en Broadway), un marido común, que está de "Rodríguez" al marchar su esposa de vacaciones, y que está dotado con una prodigiosa y calenturienta imaginación. Asi, resultan hilarantes esos cambios bruscos que sufre entre el pudor y el deseo, entre el desenfreno y la contención, entre el temor y la seguridad. Sus dialogos con su propia imaginación son desternillantes. Un psicoanalista se lo pasaría de escándalo con este hombre. Resulta inolvidable verlo, en uno de sus sueños, retozando en la orilla de la playa, entre las olas, con la amiga de su mujer, parodiando la mítica escena de la película "De aquí a la eternidad".
Se entiende en la obra que en el séptimo año de matrimonio, los maridos son más propensos a la infidelidad -"The seven year itch" (el picor del séptimo año)- y Tom Ewell lleva curiosamente siete años casado y sus tics en el pulgar y esos picores que le acechan, le hacen presentir que está a punto de caer, por mucho que él se resista y más con esa vecinita que vive arriba, que guarda la ropa en el frigorífico para ponerla fresquita durante el verano, que le muestra sus sugerentes fotos para US Camera y que para avivar las llamas tiene una sonrisa realmente arrebatadora.
Champagne, patatas y la segunda sinfonía de Rachmaninov, eso es todo lo que se necesita para conquistar a la rubia del piso de arriba, o así al menos lo ve Tom Ewell, un actor más bien desconocido, que fue elegido por el maestro Billy Wilder antes que otra estrella, esperando de él que diera vida a un hombre corriente con el que todos nos pudiéramos identificar y hay que reconocerle que lo hizo a la perfección.
De la escena de las faldas volando por el aire del respiradero del metro, contar que le costó a Marilyn su matrimonio con Joe Dimaggio, que celoso y un tanto predispuesto por un periodista sensacionalista, fue a ver el rodaje y una vez allí, sintió que no podía soportar a todos los babeantes que estaban apostados disfrutando de las piernas de su mujer y menos los comentarios y silbidos que lanzaban. Pocas semanas después se habían separado. Ciertamente la cosa era para estar un poquito celoso, la actriz en principio llevaba unas braguitas un tanto claritas, así que tuvo que terminar la escena con dos para dar "mas blancura" a aquello. La escena la haría inmortal, un símbolo del siglo XX y de todo el cine, pero también es cierto que fueron necesarias 40 tomas para lograrla. Cuando colocaron una valla publicitaria de 16 metros de altura en Times Square, recreando la escena, Marilyn le decía a Elli Wallach "Ya ves, eso es lo único que ven de mí". Las cosas…
Billy Wilder (me gustan sobremanera todas sus películas) se encontraba muy preocupado por el estado de Marilyn, que a pesar de avanzar claramente en su ascenso hacia el estrellato, continuaba presentando unas conductas altamente autodestructivas, se encontraba desorientada y olvidaba continuamente los diálogos, se retrasaba….. Así, Wilder, mi director favorito, comentaba de Marilyn (a lo largo del tiempo):
"Da igual lo que sufrieras intentando arrancarle los diálogos como si fueras un dentista... cuando los decía parecían realmente espontáneos. Te encantaba, y eso es lo que ha perdurado"
"Sobre la impuntualidad de Marilyn debo decir que tengo una vieja tía en Viena que estaría en el plató cada mañana a las seis y sería capaz de recitar los diálogos incluso al revés. Pero, ¿quién querría verla?... Además, mientras esperamos a Marilyn Monroe todo el equipo, no perdemos totalmente el tiempo... Yo, sin ir más lejos, tuve la oportunidad de leer Guerra y Paz y Los miserables"
"Marilyn Monroe era de carne, y se fotografiaba de carne. Tenías la impresión de que bastaba con alargar la mano para poder tocarla".
"El problema de Marilyn es que se enamoraba con mucha rapidez. No era la clase de mujer que se supone que debe ser un símbolo sexual, y eso la mató... Marilyn era una mezcla de pena, amor, soledad y confusión"
"Existen más libros sobre Marilyn Monroe que sobre la II Guerra Mundial. Hay una cierta semejanza entre las dos: era el infierno, pero valía la pena".
"Me han preguntado si volveré a trabajar con M. M. (Marilyn Monroe), y tengo una respuesta clara. Lo he discutido con mi médico, mi psiquiatra y mi contable, y todos me han dicho que soy demasiado viejo y demasiado rico para someterme de nuevo a una prueba semejante". Tras rodar "Con faldas y a lo loco"
"Marilyn era un absoluto genio como actriz cómica, con un sentido extraordinario para los diálogos cómicos. Tenía ese don. Nunca después he vuelto a encontrar una actriz así"
"Marilyn no necesita lecciones de interpretación; lo que necesita es ir al colegio Omega, en Suiza, donde dan cursos de puntualidad superior"
TÍTULO ORIGINAL The Seven Year Itch AÑO 1955 DURACIÓN 105 min. EEUU Nota en Filmaffinity: 7'3/10
DIRECTOR Billy Wilder
REPARTO Tom Ewell, Marilyn Monroe, Oscar Homolka, Carolyn Jones, Evelyn Keyes, Sonny Tufts, Robert Strauss, Marguerite Chapman, Victor Moore, Donald MacBride, Carolyn Jones
PRODUCTORA 20th Century Fox
SINOPSIS: Como miles de neoyorkinos, Richard Sherman (Tom Ewell) se ha quedado trabajando en agosto mientras su mujer e hijos disfrutan de unas gratas vacaciones en la playa. Siguiendo las recomendaciones de su esposa, está dispuesto a dejar de fumar, de beber, a acostarse pronto y sobre todo a no echar una cana al aire. Pero la tentación aparece cuando conoce a una despampanente vecina (Marilyn Monroe), tan sexy como ingenua. (FILMAFFINITY)
CRÍTICAS: Divertida comedia que encumbró la imagen de Marilyn -con las faldas levantadas en una boca de aire de metro- a icono del cine. Ella es la vecina del piso de arriba que hará enloquecer a un Tom Ewell que está pasando el caluroso verano sin su familia. Un gran éxito de taquilla que confirmó a la Monroe como la estrella femenina indiscutible de la Fox. (FILMAFFINITY)
GUIÓN Billy Wilder & George Axelrod (Teatro: George Axelrod) MÚSICA Alfred Newman FOTOGRAFÍA Milton Krasner