sábado, 22 de diciembre de 2012

El mito de Casandra




En la mitología griega, Casandra ( "la que enreda a los hombres" o "hermana de los hombres"), era hija de Hécuba y Príamo, reyes de Troya. Fue sacerdotisa de Apolo,que la amaba. Este, ansioso por poseerla, pactó con ella: a cambio de un encuentro carnal le concedería el don de la profecía. Sin embargo, Casandra, cuando recibió   los arcanos de la adivinación, rechazó el amor del dios; éste, viéndose traicionado, la maldijo escupiéndole en la boca: seguiría teniendo su don, pero nadie creería jamás en sus pronósticos.
Ante la maldición del dios su don se convertiría en una fuente continua de dolor y frustración.
Aunque Casandra previó la destrucción de Troya, la muerte de Agamenón y su propia desgracia, fue incapaz de evitar estas tragedias, tal era la maldición de Apolo. Su familia creía que estaba loca y, en algunas versiones, la mantuvieron encerrada en casa o encarcelada, lo que la hace enloquecer. En otras versiones, simplemente era una incomprendida.
Una vez concluida la guerra de Troya, durante el saqueo de la ciudad, Áyax, hijo de Oileo encontró a Casandra refugiada bajo un altar dedicado a Atenea. Aunque la princesa se agarró a la sagrada estatua de la diosa, (bien fuera el Paladio, bien otra estatua distinta), en el frenesí del saqueo Áyax desoyó los ruegos, y la arrastró junto con la estatua. Según algunas fuentes la violó en ese preciso lugar; para otras fuentes, el sacrilegio cometido por Áyax había consistido en no respetar la sagrada estatua de la diosa. Este hecho condenó al guerrero, pues Poseidón, impelido por la humillada Atenea, hundió su barco causando una tormenta en las cercanías del promontorio de las rocas Giras, donde Áyax murió ahogado, o clavado a las rocas por el tridente de Poseidón según otra variante de la leyenda.

Casandra fue entregada como concubina al Rey Agamenón de Micenas. Éste ignoraba que, mientras guerreaba en Troya, su esposa Clitemnestra había comenzado un romance con Egisto. Cuando Agamenón y Casandra regresaron a Micenas, Clitemnestra le pidió a su marido que anduviera por encima de una alfombra morada, el color que simboliza a los dioses. A pesar de que Casandra le avisó reiteradamente de que no lo hiciera, el Rey la ignoró y cruzó la alfombra, cometiendo así un sacrilegio. Clitemnestra y Egisto asesinaron a ambos. En algunas versiones, Casandra y Agamenón habían tenido gemelos: Telédamo y Pélope. Ambos fueron asesinados también por Egisto.
Télefo, hijo de Heracles, también amaba a Casandra. Sin embargo, ella se burlaba de él y le ayudó a seducir a su hermana Laódice.
Hay versiones alternativas de la historia en las que Casandra, siendo niña, pasó la noche en el templo de Apolo con su hermano gemelo Héleno y las serpientes del templo chuparon y limpiaron sus orejas, por lo que ambos serían capaces a partir de entonces de oír el futuro. Este es un tema recurrente en la mitología griega. Otras versiones sugieren que Casandra consiguió la habilidad de entender el idioma de los animales, en lugar de conocer el futuro.

Imagen: Cassandra implora la venganza de Atenea.- Jerome Martin Langlois

El Gato en el Antiguo Egipto




Según tenemos constancia, el culto al gato aparece en el Antiguo Egipto alrededor del 2.900 a.C. como una deidad local en el Delta del Nilo. Así, la diosa gata Bastet defendió al dios sol Ra contra los ataques de la serpiente Apofis, una de las deidades mas representativas del mal. Hija y esposa del propio Ra según algunas mitologías, Bastet era amén de protectora de la familia y patrona del hogar, una diosa de la felicidad, el placer, la alegría, la feminidad, la música, y la danza. De hecho la consideración de este animal fue siempre tan alta, que en el capítulo XVII del Libro de los Muertos se pone en boca de Ra las siguientes palabras: "Yo soy el gato cerca del cual se abrió el árbol Iched (un árbol al que se identifica con la persea o la balanita) en Heliópolis la noche en que fueron destrozados los enemigos del Señor del Universo".
       Aunque su importancia fue siempre notablemente destacada, durante la dinastía XXII (formada por un conjunto de reyes de origen libio) se adoptó a Bastet como divinidad principal, motivo por el que es conocida como Dinastía Bubastita, al haber convertido en capital del país a Bubastis, (nombre cuyo significado es "Mansión de la diosa Bastet"). Fue en esa época cuando se trató de fusionar su culto con el de la diosa leona Sejmet, un hecho que ni el clero ni el pueblo permitió negándose a aceptar una unión de diosas tan opuestas, ya que mientras la primera simbolizaba el amor y la alegría, la segunda era una diosa de la guerra y la destrucción de enemigos.
       Para el desarrollo del culto a Bastet los sacerdotes solían escoger un gato con unas características muy especiales el cual era adorado y venerado como si de la encarnación de la diosa se tratara. Asimismo -y a nivel popular- en ciertas fechas solían celebrarse unas procesiones al anochecer durante las cuales una imagen de la deidad era transportada en barcas ricamente adornadas con guirnaldas de flores y alumbradas por antorchas, al tiempo que se cantaban todo tipo de alabanzas en su honor. Cuando se llegaba a tierra firme se celebraban unas fiestas orgiásticas que duraban hasta el amanecer.
       Los antiguos egipcios nunca dieron al gato un nombre especialmente significativo, sino que prefirieron llamarlo por su onomatopeya: Miw. Respecto al trato corriente que daban a estos animales cabe decir que era tan especial que cuando uno de ellos caía enfermo recibía tantos cuidados y atenciones como los que se daban a los niños, y si a pesar de ello moría, toda la familia se vestía de luto hasta el punto de que en algunos casos se afeitaban incluso las cejas en señal de duelo. A continuación el dueño del felino envolvía el cadáver en un paño de lino, llevándolo sin demora a "La Casa de la Purificación" para que fuese momificado, proceso que llegaba a durar hasta 40 días, y con el que eran tan meticulosos cual si se tratara de un ser humano. Tras lo anterior las familias ricas colocaban sobre la cabeza de la momia una máscara de bronce, (representando al animal fallecido), y lo introducían en un ataúd o sarcófago que podía estar confeccionado con materiales que iban desde la palma o el papiro hasta la piedra caliza. Por último lo conducían al cementerio seguido por un largo cortejo de parientes y amigos de la familia, quienes manifestando su profunda tristeza lloraban desconsoladamente al tiempo que con gesto desesperado desgarraban sus vestiduras, dándose incluso el caso de que quienes gozaban de un nivel económico suficientemente solvente llegaban a contratar plañideras profesionales que como muestra de dolor echaban tierra sobre sus cabellos y arremangaban sus túnicas dejando el pecho al aire.
 
       Como es lógico y natural el cementerio de gatos más grande de todo Egipto estaba precisamente en Bubastis, un lugar al que acudían gentes de todo el país para dar sepultura a sus queridos felinos. Sin embargo este intenso tráfico de personas hizo que la picaresca decidiera sacar partido de tan excelente oportunidad de hacer negocio, lo que llevó a que algunos comerciantes carentes de todo escrúpulo se dedicasen a criar gatos en granjas especiales, gatos que llegado el momento y en función de la demanda eran "piadosamente sacrificados retorciéndoles el cuello". Tras ser momificados, sus restos eran vendidos a los peregrinos para que los llevasen como ofrenda al santuario de la diosa Bastet. De hecho, por medio de estudios radiológicos llevados a cabo hace algunos años se ha podido comprobar mediante el análisis realizado a cierto número de momias de gatos que aproximadamente el 90 por ciento habían muerto entre los cuatro y los diez meses de edad, por lo que considerando que la duración normal de la vida de estos animales puede estar en torno a los 12 o 14 años, resulta evidente que en una proporción más que elevada debieron morir por causas "poco o nada naturales".
       Paradójicamente, a pesar de lo anterior las leyes sin embargo prohibían expresamente tanto el perseguir como el matar a los gatos, a tal punto que si alguien era responsable de la muerte de uno de ellos corría el peligro de llegar a ser condenado nada menos que a la pena capital.
       Como último dato curioso diremos que en 1.859 fue descubierto en Beni Hassan (desgraciadamente por un grupo de ignorantes desaprensivos) un cementerio con 300.000 gatos momificados, quienes tras llevarse las momias a Alejandría, las machacaron a conciencia, vendiendo con posterioridad el polvo resultante como abono a Inglaterra. De esta forma más de 20 toneladas de momias de gatos perfectamente conservadas durante siglos fueron adquiridas por campesinos ingleses al precio de 4 libras la tonelada.

Fuente:http://www.arqueoegipto.net/articulos/egipto_tematico/gatos.htm

Imagen: Bastet, en una representación egipcia

F. Nietzsche.- Las tres transformaciones



«Tres transformaciones del espíritu os menciono: cómo el espíritu se convierte en camello, y el camello en león, y el león, por fin en niño […] ¿Qué es pesado? Así pregunta el espíritu paciente, y se arrodilla, igual que el camello, y quiere que se le cargue bien […] ¿Acaso no es: humillarse para hacer daño a la propia soberbia? ¿Hacer brillar la propia tontería para burlarse de la propia sabiduría? […] Con todas estas cosas, las más pesadas de todas, carga el espíritu paciente: semejante al camello que corre al desierto con su carga, así corre él a su desierto. Pero en lo más solitario del desierto tiene lugar la segunda transformación: en león se transforma aquí el espíritu, quiere conquistar su libertad como se conquista una presa, y ser señor en su propio desierto. Aquí busca a su último señor: quiere convertirse en enemigo de él y de su último dios, con el gran dragón quiere pelear para conseguir la victoria. ¿Quién es el gran dragón, al que el espíritu no quiere seguir llamando señor ni dios? “Tú debes”, se llama el gran dragón. Pero el espíritu del león dice “yo quiero” […] Crear valores nuevos -tampoco el león es aún capaz de hacerlo: mas crearse libertad para un nuevo crear eso sí es capaz de hacerlo el poder del león. Crearse libertad y un no santo incluso frente al deber: para ello, hermanos míos, es preciso el león […] Pero decidme, hermanos míos, ¿qué es capaz de hacer el niño que ni siquiera el león ha podido hacerlo? ¿Por qué el león rapaz tiene que convertirse todavía en niño? Inocencia es el niño, y olvido, un nuevo comienzo, un juego, una rueda que se mueve por sí misma, un primer movimiento, un santo decir sí […] Tres transformaciones del espíritu os he mencionado: cómo el espíritu se convirtió en camello, y el camello en león, y el león, por fin, en niño».

 (F. NIETZSCHE, Así habló Zaratustra, Madrid, Alianza, 1984, pp. 49-51).

Imagen: Boza Ivanovic

Stan Laurel y Oliver Hardy.- "El gordo y el flaco"





Una de las parejas cómicas más famosas e importantes de la historia del cine, conocida popularmente en España como "El Gordo y el Glaco", el británico Stan Laurel (el flaco) y el estadounidense Oliver Hardy (el gordo) consiguieron entrelazar con ingenio las características básicas del cine cómico mudo con el humor propio del sonoro, alcanzando una elevada notoriedad en todo el mundo durante la década de los años 30.

Su trayectoria, sin embargo, se retrotrae a muchos años atrás. Stan Laurel (el flaco), nacido Arthur Stanley Jefferson el 16 de junio de 1890 en Ulverston, Inglaterra, creció en el seno de una familia de actores, y debutó desde muy joven como intérprete y guionista en las tablas británicas.
A comienzos de los años 10, Stan se unió a la compañía de Fred Karno, sustituyendo a un cómico todavía desconocido llamado Charles Chaplin. Con la troupe de Karno, Laurel viajó a los Estados Unidos, donde adoptó el apellido de Laurel y decidió probar fortuna en el mundo del vodevil y posteriormente en el cine.
Así, logró debutar en 1917 en la película "Nuts in may" (1917).

Ese mismo año coincidió casualmente con Oliver Hardy en el film "Lucky Dog" (1917).
La poca fortuna comercial de sus títulos conllevaron la retirada temporal como actor de Stan a mediados de los años 20, y su incorporación al equipo de Hal Roach como escritor de gags y en ocasiones, como director.

Oliver Norvell Hardy era un muchacho rechoncho que había nacido el 18 de enero de 1892 en Harlem, Georgia (Estados Unidos).
Su familia era bastante acomodada, ya que su padre era abogado y su madre poseía varios hoteles.
La afición por el teatro y por el canto de Hardy provienen de la contemplación de las diversas actuaciones de cómicos que su madre (el padre falleció cuando Hardy todavía era un niño) contrataba para amenizar los momentos de ocio de sus clientes.

Tras ofrecer algunos espectáculos musicales e inaugurar una sala cinematográfica en Milledgeville, en 1913 Oliver se unió a una compañía interpretativa de Lubin ubicada en el estado de Florida.

Después de aparecer como secundario en cientos de títulos apoyando a cómicos de mayor estatus popular como Billy West, en 1926 acabó formando parte de la productora de Hal Roach y del grupete conocido como los Hal Roach Comedy All Stars.

El avispado Roach y uno de sus empleados, el director y guionista Leo McCarey, pronto se dieron cuenta del potencial comercial ofrecido por la extraña y complementaria pareja Laurel & Hardy (el primero, en un principio como un personaje arrogante y cabreado, y el otro siempre timorato y medroso), quienes consiguieron el éxito gracias a títulos como "Duck soup" (1927) de Fred Guiol, "Putting pants on Phillip" (1927) de Clyde Bruckman, "Two tarts" (1928) de James Parrott o "Big Business" (1929) de Leo McCarey y James W. Horne.

Los años 30 fueron la mejor etapa profesional para la pareja cómica. "Pardon us" (1931), su primer largometraje que fue dirigido por su habitual colaborador tras las cámaras, James Parrott;  entre otros fueron  títulos esenciales para los amantes de la comedia del Hollywood dorado y los seguidores de la entrañable pareja dispar que mezclaba en no pocas ocasiones el absurdo con el slapstick.

El popular dúo prosiguió su andadura a comienzos de la década de los 40, aunque sin rodar bajo producción de la compañía de Hal Roach, ya que rompieron el contrato para unirse a la 20Th Century Fox a causa de la imposibilidad de llegar a un acuerdo factible con el gran productor.


El humor de Laurel y Hardy era por naturaleza Slapstick, un tipo de humor donde se exagera la violencia física, muy común en los dibujos animados. Una típica secuencia de ejemplo: la pareja está trabajando en la construcción de una casa, Hardy aguanta unos clavos en su boca, Laurel le da una palmada amistosa en la espalda y Hardy se traga los clavos. La mayor parte de sus películas siguieron un proceso que ellos llamaron ordeñar. Una idea simple es usada para enlazar varios situaciones o momentos cómicos (llamados gags en inglés). Muchas de sus películas generan todas sus secuencias alrededor de los problemas concretos de la pareja en una situación determinada. A partir de esa situación se construye toda la película.
En algunos casos sus películas bordan el surrealismo por sus componentes casi mágicos. Por ejemplo: Laurel chasquea el pulgar como si encendiera un mechero y de sus dedos sale una llama con la que enciende una pipa. Hardy, herido en su orgullo, intenta hacerlo también, y después de varias tentativas fallidas consigue encender sus dedos pero, a diferencia de Laurel, Hardy empieza a quemarse la mano y la intenta apagar entre gritos de dolor.
Una famosa rutina cómica era la conocida como tit-for-tat (esto por aquello) en sus peleas con un oponente. Al principio Laurel y Hardy empiezan a destrozar algún objeto muy querido por su enemigo mientras éste observa sin intención de defenderse. Cuando la pareja acaba su destrozo su enemigo, con calma, empieza a destrozar otro objeto querido por el dúo mientras ellos observan. Y así sucesivamente, primero unos y después el otro, se va intensificando el destrozo, hasta que al final todas las propiedades de los contendientes acaban en ruinas. Uno de los primeros ejemplos de este tipo de películas ya se ve en el clásico mudo de Laurel y Hardy Big Bussiness, cortometraje que fue incluido en la Biblioteca del Congreso en 1992.



Los personajes de Laurel y Hardy representan a dos tipos a menudo muy tontos, eternamente optimistas, casi valientes en su perpetua inocencia. Su humor es físico, pero su tendencia a sufrir todo tipo de accidentes queda compensada por su gran amistad, sus tiernas personalidades y su devoción el uno por el otro. Son dos niños adultos; un gordo y un flaco, cuya inocente forma de ver la vida les sitúa siempre a merced de "furiosos propietarios, pomposos ciudadanos, policías airados, mujeres dominantes y jefes apopléticos".
Laurel y Hardy usaron su propio físico para ayudar a crear sus personajes, potenciando sus poses, algo ridículas, pero siendo muy cuidadosos de no volverlas irreales. Stan siempre aparecía con el pelo corto por los lados, pero algo más largo encima de la cabeza, para conseguir su famoso efecto de pelo de asustado como consecuencia de rascarse la cabeza o tirarse de los pelos en momentos de miedo o tensión. Para conseguir sus andares de persona con pies planos, le quitó a sus zapatos, normalmente del ejército, los talones. Cuando hablaba con Oliver siempre le miraba a la frente, y no a los ojos, para crear la impresión de que sus pensamientos estaban muy lejos de allí en aquel momento.
La imagen de Laurel y Hardy era la de dos tipos con sombrero bombín. La cuasi británica formalidad de esta prenda de vestir está en plena consonancia con su habitual cortesía y cautela al hablar. Por encima de todo son dos auténticos caballeros: el Sr Laurel y el Sr Hardy.
En la vida real Laurel y Hardy eran bastante diferentes a lo que se ve en la pantalla. Laurel era ambicioso y dinámico, el líder natural de la pareja, mientras que Oliver era algo más tolerante que su personaje. A pesar de que se contrataban a escritores y directores como H.M. Walker, Leo McCarey, Frank Capra, James Parrotto James W. Horne, entre otros, la mayoría de los guiones eran retocados, total o parcialmente, por el propio Laurel. Reescribía secuencias enteras, escogía actores, y supervisaba meticulosamente todas las fases de la película hasta el punto de que prácticamente asumía todos los roles de una producción. Hardy, en cierta medida, también contribuía, pero se sentía más cómodo siguiendo el liderazgo natural de su compañero y así disponer de tiempo libre para sus grandes aficiones, como, por ejemplo, jugar al golf.
Por iniciativa de Roach empezaron a doblar sus películas a otros idiomas; con sus propias voces y con la ayuda de profesores de dicción. Era un proceso largo y costoso ya que había que repetir todas las escenas en las que ellos participaban en los diferentes idiomas y el resto de escenas se completaban con actores foráneos de los diversos países. Pero reportó grandes beneficios en esos países. Se adaptaron al alemán, francés, italiano y español. Como curiosidad, Hardy tenía mucha más facilidad para hablar lenguas foráneas que Laurel, con su cerrado acento inglés.



En la Fox no lograron igualar sus obras más logradas y las películas de esta etapa, con excepciones, resultan bastante prescindibles y rutinarias, sin la creatividad y libertad imaginativa característica de su etapa con Roach.

Ante la falta de éxito, Stan Laurel y Oliver Hardy (que a diferencia de otras parejas cómicas, eran muy buenos amigos en la vida real) dejaron de contar para las productoras estadounidenses y encontraron acomodo en el mundo que les vio nacer como artistas, el music-hall.

Su última película fue la muy floja co-producción italofrancesa "Robinsones atómicos" (1951), dirigida por Leo Joannon.




Oliver Hardy  murió en  1957, por una apoplejía. Tenía 55 años.

Stan Laurel  murió un  23 de febrero de 1965 debido a  un ataque al corazón. Tenía 74 años.
En 1960, Stan Laurel había recibido un Oscar honorífico por su contribución pionera al cine cómico.