El Apoxiomeno es una famosa escultura del escultor griego Lisipo, realizada aproximadamente sobre el año 325 a.C. y de la que se conserva una magnifica copia romana en los Museos Vaticanos. La palabra "Apoxiomeno" según su origen griego podría traducirse por "El raspador".
La estatua, realizada en mármol Pentélico y es algo mayor al tamaño natural pues mide 2,05 metros. Es el retrato ideal de un atleta y magnate de Tesalia que había vivido en el siglo V a. C., y cuyo nombre era Agias. Un descendiente suyo, Dáoco, tetrarca de su país, al realizar en Farsalia un monumento a sus antepasados, encargó esta obra, en bronce, al aún joven artista, y unos años después, en el 337, hizo ejecutar copias en mármol para dedicarlas en Delfos. Para representar al atleta no escoge precisamente un momento triunfal, que era lo habitual, sino que lo plasma en una acción cotidiana, así, lo podemos ver rascándose la cara posterior del antebrazo, para quitar el polvo, el sudor y el aceite que quedaron en su cuerpo tras la práctica deportiva, ayudándose para ello del pequeño instrumento curvo que los romanos llamaban estrígil. La bella anatomía del atleta viene dada por una serie de influencias que tuvo Lisipo: Praxiteles, Escopas y Fidias, los grandes autores clásicos por excelencia, pero haciendo suyas sus propuestas logra un planteamiento nuevo y personal, acorde a sus propios intereses
La escultura fue descubierta por unos obreros en 1849, en el barrio romano del Trastevere, en las ruinas de lo que se creía entonces que eran las termas romanas. Al principio se creyó que era una obra de Policleto, pero en 1950 el arqueólogo alemán August Braun, ya la identificaba como una copia romana de un escultura de bronce atribuida a Lisipo, cuya existenica se conocía únicamente por una mención de Plinio el Viejo en su Historia Natural: «[Lisipo] realizó, tal y como he dicho, la mayor parte de las estatuas, con un arte muy fecundo, y entre ellas, un atleta limpiándose con un estrígil (destringens se)». Para su identificación se basaba por unaparte en la postura de la estatua , y por otra en las observaciones de Plinio sobre el canon lisipeo, más esbelto que el de Policleto.
La estatua, que goza de una gran popularidad desde que se descubrió, fue restaurada por el escultor italiano Pietro Tenerani, que completó los dedos faltantes de la mano derecha, el comienzo, reconstruyó el estrígil desaparecido de la mano izquierda y escondió los genitlaes del atleta tras una hoja de parra, elementos que si bien son aún visibles en muchas fotografías fueron, eliminados con posterioridad, devolviendo a la escultura a su estado original.
La estatua impresiona por su composición, que no es únicamente frontal, como en el Doríforo o el Discóbolo. El brazo derecho del atleta extendido en ángulo recto obliga al espectador, si quiere captar el movimiento, a moverse a los lados, rompiendo así la frontalidad y el hieratismo, mientras que el brazo izquierdo se flexiona, en contra del movimiento de la pierna derecha, logrando con este ritmo zigzageante que la obra cobre vida y creando un movimiento de torsión que el espectador no puede comprender plenamente más que reproduciendo e imitando la postura. Para conseguir tal fin es también empleado el contrapposto («contoneado») de la escultura, así el peso del cuerpo reposa solo sobre la pierna izquierda, mientras que la derecha está ligeramente avanzada y replegada. Por lo tanto, las caderas están orientadas hacia la izquierda, mientras que los hombros se giran en dirección opuesta, siguiendo el movimiento del brazo derecho,
La cabeza sorprende por su reducido tamaño: representa una octava parte del cuerpo, frente a una séptima en el canon de Policleto. Otra novedad es que la cabeza está tratada como un retrato y en el se ha representado el cabello desordenado, la frente está marcada y los ojos hundidos, que dotan a la obra de gran viveza.
La estatua, realizada en mármol Pentélico y es algo mayor al tamaño natural pues mide 2,05 metros. Es el retrato ideal de un atleta y magnate de Tesalia que había vivido en el siglo V a. C., y cuyo nombre era Agias. Un descendiente suyo, Dáoco, tetrarca de su país, al realizar en Farsalia un monumento a sus antepasados, encargó esta obra, en bronce, al aún joven artista, y unos años después, en el 337, hizo ejecutar copias en mármol para dedicarlas en Delfos. Para representar al atleta no escoge precisamente un momento triunfal, que era lo habitual, sino que lo plasma en una acción cotidiana, así, lo podemos ver rascándose la cara posterior del antebrazo, para quitar el polvo, el sudor y el aceite que quedaron en su cuerpo tras la práctica deportiva, ayudándose para ello del pequeño instrumento curvo que los romanos llamaban estrígil. La bella anatomía del atleta viene dada por una serie de influencias que tuvo Lisipo: Praxiteles, Escopas y Fidias, los grandes autores clásicos por excelencia, pero haciendo suyas sus propuestas logra un planteamiento nuevo y personal, acorde a sus propios intereses
La escultura fue descubierta por unos obreros en 1849, en el barrio romano del Trastevere, en las ruinas de lo que se creía entonces que eran las termas romanas. Al principio se creyó que era una obra de Policleto, pero en 1950 el arqueólogo alemán August Braun, ya la identificaba como una copia romana de un escultura de bronce atribuida a Lisipo, cuya existenica se conocía únicamente por una mención de Plinio el Viejo en su Historia Natural: «[Lisipo] realizó, tal y como he dicho, la mayor parte de las estatuas, con un arte muy fecundo, y entre ellas, un atleta limpiándose con un estrígil (destringens se)». Para su identificación se basaba por unaparte en la postura de la estatua , y por otra en las observaciones de Plinio sobre el canon lisipeo, más esbelto que el de Policleto.
La estatua, que goza de una gran popularidad desde que se descubrió, fue restaurada por el escultor italiano Pietro Tenerani, que completó los dedos faltantes de la mano derecha, el comienzo, reconstruyó el estrígil desaparecido de la mano izquierda y escondió los genitlaes del atleta tras una hoja de parra, elementos que si bien son aún visibles en muchas fotografías fueron, eliminados con posterioridad, devolviendo a la escultura a su estado original.
La estatua impresiona por su composición, que no es únicamente frontal, como en el Doríforo o el Discóbolo. El brazo derecho del atleta extendido en ángulo recto obliga al espectador, si quiere captar el movimiento, a moverse a los lados, rompiendo así la frontalidad y el hieratismo, mientras que el brazo izquierdo se flexiona, en contra del movimiento de la pierna derecha, logrando con este ritmo zigzageante que la obra cobre vida y creando un movimiento de torsión que el espectador no puede comprender plenamente más que reproduciendo e imitando la postura. Para conseguir tal fin es también empleado el contrapposto («contoneado») de la escultura, así el peso del cuerpo reposa solo sobre la pierna izquierda, mientras que la derecha está ligeramente avanzada y replegada. Por lo tanto, las caderas están orientadas hacia la izquierda, mientras que los hombros se giran en dirección opuesta, siguiendo el movimiento del brazo derecho,
La cabeza sorprende por su reducido tamaño: representa una octava parte del cuerpo, frente a una séptima en el canon de Policleto. Otra novedad es que la cabeza está tratada como un retrato y en el se ha representado el cabello desordenado, la frente está marcada y los ojos hundidos, que dotan a la obra de gran viveza.
Apoxiomenos de Éfeso |
Pero no es el único "Apoxiomeno" ya que esta era una forma de representación habitual en la antigüedad. Así otro Apoxiomeno diferente se descubrió en Éfesoen 1898. La estatua, esta vez en bronce, se conservaba en el Kunsthistorisches Museum de Viena.Con una altura de 1,92 metros, esta copia romana representa un atleta musculado que, al terminar de rascarse el cuerpo limpia el estrígil, lo sostiene con su mano derecha y quita el sudor y el polvo del rascador con el dedo índice y el pulgar de la mano izquierda. La posición de las piernas y el movimiento de torsión están invertidos con respecto al Apoxiomeno del Vaticano. Contrariamente a este, que parece mirar al vacío, el atleta de Éfeso está concentrado en su tarea.
Apoxiomeno de Croacia |
Otro ejemplar de bronce, el Apoxiomeno de Croacia, fue
descubierto en 1996 en el mar Adriático,
entre la Isla de Loin y el islote de Veli Orjule y rescatado en 1999, prolongándose
su restauración hasta 2005. Es una obra del periodo helenístico que data
aproximadamente del siglo I a.C y se encuentra expuesto en el Museo
Arqueológico de Zagreb. Su apariencia es similar
al Apoxiomeno de Éfeso y de la cabeza que se conserva en el Museo de Arte Kimbell de Fort Worth (Texas) (Texas). La particularidad del Apoxiomeno de
Croacia es la de estar prácticamente completo (le falta el dedo meñique de la mano izquierda), en un
estado de conservación excepcional y de estar aún sobre su antiguo plinto.
Detalle del Apoxiomeno de Croacia |