Louis Calhern era un estupendo actor de carácter, ideal para dar consistencia a cualquier historia. Era un sensacional actor de teatro y sus cualidades declamando perfectamente sus papeles pronto fueron apreciadas por los chicos de Hollywood que necesitaban de buenas voces cuando llegó la época del sonoro. No fue Calhern un actor con una nómina amplísima de grandiosas películas, pero si que dejó su sello en un ramillete de ellas ciertamente excepcionales.
Casi siempre sus papeles correspondían a grandes señores, caballeros o aristócratas, por lo que no es extraño que sus papeles más recordados entren dentro de ese rol. Resultan inolvidables sus actuaciones en películas como "La jungla de asfalto" en la que acorralado por las circunstancias se convierte en el socio capitalista de un grupo de ladrones, o su corto pero intenso papel como jefe del clan de espías en "Encadenados", como acaudalado aristócrata en "El Conde de Montecristo" o la sensacional "Julio Cesar" en la que compartía cartel con toda una pléyade de grandes actores entre los que se encontraba Marlon Brando, recordándonos entre todos cual es el significado de la palabra "actuar" y que es una película de verdad. Fue precisamente Marlon Brando el que contaba esta curiosa anécdota acerca del atildado Calhern de quien decía que era:
"Un borracho alegre, risueño y divertido, pero era un hombre solitario y desdichado", añadía "un actor viejo, impotente y gran bebedor, con una trayectoria clásica: conocía todos los trucos, había interpretado todos los papeles de Broadway". y completaba diciendo: "Me contó que en una ocasión estaban a punto de estrenar una obra nueva, y que los productores tenían tanto miedo de que estuviera borracho la noche del estreno que lo encerraron en una habitación del cuarto piso del Lambs Club, el club que los actores frecuentaban en New York. Cuando se marcharon, él miro por la ventana y vio un camarero del Lambs que pasaba por abajo. Lo llamó, dejo caer un billete de veinte dólares al suelo y le pidió que le subiera una botella de whisky y una paja. Cuando el camarero llamó a la puerta cerrada con llave, Louis le dijo: " Mete la paja en la cerradura y el otro extremo en la botella ". Vació la botella con la paja y pronto quedó como una cuba. Cuando los productores -que lo habían cacheado y habían registrado la habitación en busca de bebidas alcohólicas antes de encerrarlo- fueron a buscarlo, no salían de su asombro y Louis me contó que nunca descubrieron cómo había cogido la borrachera. Pero la noche del estreno, Louis recibió reseñas maravillosas por su actuación ".
Una foto deliciosa esta de Calhern junto a Marilyn para recordar una sensacional frase suya en "La jungla de asfalto", película a la que precisamente pertenece la fotografía.
"El crimen es solo una forma primitiva de la violencia humana"