"No se enamore nunca de ninguna criatura salvaje, Mr. Bell. Esa fue la equivocación de Doc. Siempre se llevaba a su casa seres salvajes. Halcones con el ala rota. Otra vez trajo un lince rojo con una pata fracturada. Pero no hay que entregarles el corazón a los seres salvajes: cuanto más se lo entregas, más fuertes se hacen. Hasta que se sienten lo suficientemente fuertes para huir al bosque. O subirse volando a un árbol. Y luego a otro árbol más alto. Y luego al cielo. Así terminará usted, Mr. Bell, si se entrega a alguna criatura salvaje. Terminará con la mirada fija en el cielo."
Son palabras de Holly Golightly en el relato de Truman Capote "Desayuno en Tiffany's", una obra que fue bastante suavizada y todo hay que decirlo, modificada en no pocos aspectos en su versión cinematográfica. Capote hubiese deseado que la protagonista hubiese sido su amiga Marilyn Monroe, pero para su disgusto la actriz que finalmente toma el papel resulta físicamente el extremo opuesto a aquella. A la exuberancia de Marilyn se contrapone la delicadeza y elegancia de la Hepburn, dos estilos diametralmente opuestos de belleza. El resultado obtenido es sin duda maravilloso pero ciertamente nunca sabremos como habría quedado Marilyn cantándonos Moon River desde la ventana; posiblemente diferente, pero intuyo que igual de deliciosa.
De complemento os dejo este interesante vídeo sobre "Como se hizo Desayuno con diamantes" tomado de la página de Notorious:
La imagen ha sido tomada de la siguiente página: