En esa epoca dorada del jazz que fue la de las "Big Bands", nadie tenía duda de que el verdadero líder, el alma mater del grupo era el propio director de la banda y esta en su conjunto su principal atractivo; si acaso participaba algún cantante era otro integrante más sin un protagonismo especial sobre los demás. El protagonismo del director era tal que las Big Bands tomaban el nombre de su líder y era habitual que en los puestos de cada músico apareciera en su frontal un símbolo con el nombre o las iniciales del mismo, tal y como ocurría con Duke Ellington, Chick Webb, Count Basie y tantos otros. Sin embargo las cosas empezaron a cambiar con Frank Sinatra. Su magnetismo personal y su increíble voz daban una proyección brutal a todas las grabaciones de la orquesta de Tommy Dorsey a la que pertenecía y por si solo llegó a cambiar la relación de poderes entre los músicos, el director y el vocalista, así, de resultar tan sólo un atractivo más de la formación, se convirtió en su epicentro, y la banda en una servidora de sus canciones.
La cosa fue a más cuando Sinatra se hizo consciente de ello, cada vez más rodeado de fans y ansioso de hacer una carrera en solitario en la que no estuviera encorsetado en los dictados de la banda que se resistía a perder sus momentos de lucimiento. Decidido a volar en solitario, en 1941 le trasladó sus intenciones a Tommy Dorsey, que no se cortó un pelo y sin mayores rodeos, y sabedor del gancho del cantante y repercusión para los contratos que recibía la banda, le puso por delante a Sinatra aquel contrato que firmó en sus inicios con bastantes prisas e ignorancia y donde reflejaba que tras dejar la banda (posibilidad que se le abriría en 1942) un tercio de sus futuras ganancias serían para Tommy Dorsey (más o menos como derechos de lanzamiento) y además un 10% para el agente de Dorsey. No se sabe como, pero finalmente y sin muchas esperas, Dorsey aceptó romper el contrato, lo que provocó que durante mucho tiempo existieran numerosas conjeturas sobre como renunció Dorsey a tanto dinero de forma tan sencilla. Estas dudas fueron alimentadas por el círculo de amigos que frecuentaba Sinatra, muy cercanos al poderoso mundo de la mafia (recordar que el personaje de "El padrino" Johnny Fontana, se inspira en él) y llegó a circular el rumor de que Dorsey había firmado la rescisión del contrato por un solo dolar, aunque eso si, con el amenazante cañón de una pistola en la boca con la que alguien le animaba a rubricar el acuerdo. Y la verdad es que "si non é vero é ben trovato". No me sorprende nada de un hombre que al separarse Woody Allen de Mia Farrow (que fue esposa de Sinatra) se ofreció a romperle las piernas a Woody. Una voz dulce, de terciopelo y un carácter ciertamente afilado.
Asi es la vida: That's life:
Asi es la vida: That's life:
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