martes, 30 de octubre de 2012

El seductor (The Beguiled).- Don Siegel, 1971





Clint Eastwood suele decir que todo lo que sabe de cine lo aprendió de Don Siegel (...y de Sergio Leone). A principio de los 70, buscaba proyectos interesantes que le alejaran de los personajes que solía interpretar en el western, y produjo este film junto a Siegel. El Seductor es la tercera de las cinco películas que hicieron juntos. Es la favorita de ambos a pesar de que fracasó en taquilla, probablemente porque se vendió como otro western de Eastwood cuando en realidad está mucho más cerca del cuento de terror. También es mi Siegel favorito.

Este es el  film más extraño y personal de Siegel. Ambientada en la Guerra de Secesión norteamericana, El seductor es un cuento macabro, una versión malsana de Blancanieves y los siete enanitos, plena de erotismo y violencia soterrada, aún más ominosa por lo que se insinúa que por lo que se muestra. Es uno de esos films que mezclan géneros para alcanzar lo inclasificable, como La noche del cazador (The night of the hunter, 1955), aquella obra maestra de Charles Laughton que sirvió para que no volviera a ponerse detrás de una cámara.

El argumento parece muy simple: McBurney (Clint Eastwood) es un soldado del Norte que tiene que refugiarse malherido en una escuela para señoritas del Sur, una enorme casa aislada en un bosque, dirigida con mano dura por la Srta. Martha (Geraldine Page), una mujer muy religiosa y excesivamente autoritaria. En un primer momento se siente protegido en su escondite, pero pronto descubrirá que se encuentra secuestrado en territorio enemigo.


Todas las mujeres del caserón,  desde la niña hasta la directora, pretenden seducir, o ser seducidas, de alguna manera por el soldado yanki. McBurney es el primer hombre que han visto desde que se inició la guerra. El sexo para ellas entre esas cuatro paredes se reduce a algún deseo lésbico sublimado y a una relación incestuosa en el pasado de la directora con su hermano. Pero él no puede hacer absolutamente nada, va con muletas: está impotente. Lo único que puede hacer es insinuarse a todas ellas, incluso en cierta forma a la niña de doce años (será capaz de cualquier cosa, primero para escapar, después para sobrevivir). La esclava sí que parece empatizar con el prisionero y se pone de su lado, pero sólo en un primer momento, es un hombre blanco al fin y al cabo.



Algunos consideran a Siegel misógino por este film, probablemente del mismo modo que Harry, el sucio tenía fama de contener un discurso fascista. El gran tema de El Seductor es la represión sexual. No se trata de que sean mujeres, se comportan así porque tienen poder: frente a un objeto de deseo pasivo, que literalmente se mueve con dificultad, tienen la posibilidad de exteriorizar su sexualidad más íntima, sus celos, la violencia entre ellas. Se tocan algunos temas tabú para la época, quizá demasiados: lesbianismo, incesto, la pederastia (la ambigua relación que mantiene con la niña), hasta una castración simbólica, que es apuntada explícitamente al final de la película.

Ingmar Bergman.- Linterna mágica (Autobiografía)




"Día tras día me llevaban o me arrastraban, gritando de angustia, al colegio. Vomitaba encima
de cualquier cosa, desfallecía y perdía el sentido del equilibrio. Intenté abrazar y besar a mi
madre, pero me apartó con una bofetada. Las palizas brutales de mi padre eran su argumento
favorito. Me pegó, y yo le devolví el golpe. Se tambaleó, y acabó sentado en el suelo.
Llevaron a mi padre al hospital, para operarle de un tumor maligno en el esófago. Mi
madre quería que yo fuese a visitarle. Le contesté que no tenía tiempo ni ganas.
Mi hermano tenía escarlatina... (naturalmente yo esperaba que se muriera, la enfermedad era
peligrosa en aquellos días). Cuando mi hermano abrió la puerta, le golpeé con la garrafa
en la cabeza. La garrafa se hizo pedazos y mi hermano se desplomó mientras la sangre brotaba
de la herida. Alrededor de un mes más tarde, me agredió sin previo aviso, y me saltó
dos dientes. Respondí pegándole fuego a la cama mientras dormía. Mi hermano mayor y
yo, normalmente enemigos mortales, hacíamos las paces y tramábamos planes para asesinar
a ese diablito repulsivo de mi hermana.
Una o dos veces en mi vida he acariciado la idea de suicidarme.La mayor parte de nuestra educación se basaba en conceptos tales como el pecado, la confesión, el castigo, el perdón y la gracia. Este
hecho bien pudo contribuir a nuestra sorprendente aceptación del nazismo.

Se nace sin objeto, se vive sin sentido... Y al morir, no queda nada.
Ingmar: Madre, ¿qué pasó con nosotros?, ¿cómo nos arreglamos con el corazón partido,
con el odio reprimido?… ¿Por qué salió todo tan mal?.. ¿Nos pusieron máscaras en lugar
de rostros, nos dieron histeria en lugar de sentimientos, vergüenza y remordimiento en
lugar de ternura y perdón?...No trato de buscar culpables…sólo quiero saber
el porqué de tantas miserias tras la frágil fachada del prestigio social… ¿Por qué fui yo incapaz
de mantener relaciones humanas normales?
Madre: Hijo, debes hablar de eso con alguna otra persona. Yo estoy demasiado cansada."


Este diálogo es de “Linterna mágica” (autobiografía), fragmentos del último capítulo,
donde el ya famoso director de cine cuenta cuando va a ver a su madre Karin para recriminarla.
Ingmar Bergman, nacido en Upsala (Suecia) el 14 de julio de 1918, fallece en el 2007.


Carta de Carlos Gardel a su madre (Fragmento)





"Y acordándome de quien está tan lejos ahora pero que pronto estará muy cerca, y algún día
no muy lejano, no separarnos más… como dos viajeros que llegan al puerto de destino,
después de haber batallado todo la vida. Y quiero verla más joven cada día, pues cada
vez la encuentro más guapa y fuerte, ¡si todavía nos quedan 50 años de vida a cada uno!"

Carlos Gardel
Carta a su madre, Berta.
Fechada el 18 de febrero de 1935.

Giuseppe Verdi, por él mismo





"Adoro el arte, cuando estoy solo con mis notas, los latidos de mi corazón y las lágrimas caen, mi emoción y placer son inmensos."

"Pobres artistas que mucha gente tiene la...digamos buena voluntad de envidiar, esclavos
de un público la mayor parte del tiempo ignorante (es un mal menor), caprichoso e injusto."


"¡Trabajar tanto y tener que morir!La vida nace, desaparece, la mayor parte del
tiempo inútilmente; se llega a la edad de las enfermedades y los achaques y después…
Amén.
Al llegar a nuestra edad, cada día se hace un nuevo vacío a nuestro alrededor. Hoy es un
día terrible: tengo 72 años. Qué rápido han pasado, a pesar de todos los acontecimientos
tristes o alegres, a pesar de todas las fatigas.
 A nuestra edad uno siente como la necesidad de apoyarse en alguien. Hace algunos años me parecía que podía bastarme a mí mismo, que no necesitaba a nadie. ¡Presuntuoso! Empiezo a comprender que soy... muy viejo."

"Retorna a lo antiguo y serás moderno."


"Puedes tener el universo, mientras yo tenga a Italia."



"Estoy solo. Triste, triste, triste… Siento que todo me cansa. No puedo leer ni escribir. Veo
muy poco, oigo menos y las piernas no me sostienen. No vivo, vegeto… no tengo más
nada que hacer en este mundo."


Nazis en Suecia: Larsson y Millenium



Stieg Larsson, profundamente comprometido en la lucha contra el racismo y la ultraderecha antidemocrática, participó a mediados de los 80 en la fundación del proyecto antiviolencia Stop the Racism. En 1995 fue uno de los promotores de la Fundación Expo, dedicada a "estudiar y cartografiar las tendencias antidemocráticas, de extrema derecha y racistas en la sociedad". Desde 1999 fue director de la revista de la fundación, también llamada Expo. Empezaron con la revista en 1995 cuando siete personas fueron asesinadas por nazis. Él trabajaba de noche para intentar que todo siguiera funcionando, pero según el mismo Larsson, no recibieron ningún apoyo de la sociedad, y en 1998 la revista se vino abajo. Se reorganizaron con una nueva gestión en 2001. Escribió varios libros de investigación periodística acerca de los grupos nazis de su país y de las conexiones entre la extrema derecha y el poder político y financiero. Amenazado por la ultraderecha, no quiso casarse con su pareja, la arquitecta Eva Gabrielsson, para que su nombre no constara en ningún registro oficial (un compañero periodista suyo fue asesinado con un coche-bomba).

En cierto modo, la famosa trilogía de libros de Stieg Larsson, "Millenium", puso sobre el tapete el tema de la presencia nazi en Suecia hasta bien avanzado el siglo XX.
Una de las creencias de la ideología nazi era la superioridad de la raza aria, manteniendo la “higiene racial” mediante la eugenesia (la mejora de los rasgos hereditarios humanos mediante varias formas de intervención… como la eliminación o la esterilización).
Esta idea no fue original de los nazis… sino de los suecos (esa sociedad a la que tenemos como modélica pero que también tiene su historia).
En 1922 se aprobó en el Parlamento sueco, el primer país del mundo, la creación delInstituto Nacional de Biología de las Razas para examinar la antropología del pueblo sueco y establecer una clasificación de las distintas razas. Se recopilaron datos, estadísticas y fotografías de 100.000 suecos para dicho estudio. En 1926 se publicaron los resultados en el libro “Swedish racial studies” por el profesor Herman Lundborg, director del Instituto. El caso es que tras la aprobación en 1934 de la ley de esterilización por el gobierno de Per Albin Hansson, apoyado por todos los partidos políticos, el estudio se utilizó para “higienizar la raza”. Desde la aprobación de la ley hasta su derogación en 1975 más de 60.000 personas fueron esterilizadas por considerarlas “deficientes, imbéciles, desviados y una carga para la sociedad“, y 4.500 fueron lobotomizados por “indeseables“.

Cuando comienza la Segunda Guerra Mundial, a finales de 1939, Suecia adopta, en conjunto con las otras naciones nórdicas, una posición de neutralidad ante el conflicto bélico y de colaboración mutua entre ellas.
Y es esta imagen de la que queda constancia a los ojos del mundo. Sin embargo, al investigar sobre las pistas que nos dio Larsson, uno se encuentra, por ejemplo, con la supuesta existencia de una SNAS (Asociación Nacional Alemana-Sueca) que apoyó a las tropas nazis durante la guerra, con que el líder del Partido Socialdemócrata sueco y Ier Ministro entre 1932 y 1946, Albin Hansson, mantenía correspondencia con Mussolini, con que los tribunales podían disolver matrimonios contraídos entre suecos y alemanes que contaban con antecedentes judíos y con que la investigación del historiador Tobias Hübinette, que data del año 2002, da los nombres de personalidades del mundo político, aristocrático, artístico y cultural que, incluso después de su derrota, fueron representantes de la doctrina de Hitler.