domingo, 30 de diciembre de 2012

Hermann Hesse.- El caminante



"Los árboles son santuarios. Quien sabe hablar con ellos, quien sabe escucharles, aprende la verdad. No predican doctrinas y recetas, predican, indiferentes al detalle, la ley primitiva de la vida."

Hermann Hesse.- "El caminante" (1900)

Imagen: Vincent Van Gogh.- Almendro en flor

Eos, el mito de la Aurora





Precedía el nacimiento del día pues era la mensajera del Sol. Eos utilizaba sus rosados dedos para abrir las puertas de oriente, esparcir el rocío entre las hojas o hacer florecer las plantas. Morfeo, dios de los sueños y las demás diosas de la noche huían ante su presencia. Eos era hermana de Helios, dios del sol, y de Selene, diosa de la luna y sus padres fueron Titán y Gea. A menudo se la representaba de forma similar a Apolo, montada sobre un carro con cuatro caballos blancos y con un traje amarillo. Era una joven muy bella

Eos se enamoró de Titón, hijo de Laomedón y hermano de Príamo, y pidió a Zeus que se le concediese la inmortalidad pero se olvidó de solicitar también que Titón no envejeciera jamás. Así, con el paso del tiempo Titón se convirtió en un anciano decrépito que llegó a necesitar cuidados de bebé durmiendo en una cuna, de tal modo que prefería morir. Terminó siendo convertido en un saltamontes. Sin embargo, Eos pronto cubrió su pérdida con otros personajes como Ganímedes, Céfalo, descendiente de Deucalión, Clito, Orión, Astreo... todos los cuales le dieron descendencia, y, sobre todo el citado en último lugar, con quien tuvo todas las estrellas del firmamento.Y es que, Eos estaba condenada al enamoramiento eterno. Un día, Afrodita encontró a Eos haciendo el amor con Ares. De hecho,  reparó Afrodita en unos musculosos glúteos que se agitaban  y los reconoció de inmediato pues  estaba acostumbrada a verlos en un gran espejo de plata que había sobre su lecho. Este increíble artilugio fue un regalo de Hefestos, el herrero divino, en recuerdo de sus mejores noches.
    Así, Afrodita reconoció de inmediato las prominentes nalgas de Ares, su amante favorito. Lo tenía ante su vista, en el lecho amoroso de la divina Eos  sin darse cuenta de la presencia de la diosa que les miraba con ojos llenos de ira. Se dice que la diosa irritada echó tremenda maldición a Eos por esta faena. "A partir de ahora, sentirás un deseo irrefrenable por los jóvenes mortales. Y este deseo será insaciable y para siempre." Estas se cree que fueron las palabras de Afrodita.
    Esta sólida teoría explica la querencia de los jóvenes que deambulan de un lado para otro en la oscuridad de la noche hasta que sale el sol. Para entonces ya se habrán ido todos a dormir., amante habitual de la primera, y por eso Afrodita se vengó con tan dulce castigo.

Imagen: Eos.- William Adolphe Bouguereau

Bartolomé de las Casas: Brevísima relación de la destrucción de las Indias





EXORDIO.

Descubriéronse las Indias en el año de 1492: comenzaron a ser pobladas por Cristianos españoles en 1493, de manera que hace cuarenta y nueve años en este de 1542 en que escribo.
La primera tierra en que los nuestros habitaron fue la grande y felicísima isla Española, cuya circunsferencia es de seiscientas leguas. Hay alrededor otras islas muy grandes; he visto yo todas, y están tan pobladas por gentes naturales del país, que no pueda haber otra que les exceda en población.
La Tierra-Firme dista de la Isla Española más de 250 leguas, tiene una costa marítima que por la parte conocida pasa de diez mil leguas; y cada día se descubre más. La descubierta es una colmena de hombres, pues parece que Dios ha ejercido allí su poder para multiplicar la población.
Las gentes de todos aquellos vastísimos países son sencillas, sin iniquidad, ni doblez, obedientes y fieles a sus señores naturales y a los cristianos a quienes sirven, pacientes, pacíficas, quietas, no rencillosas, ni alborotadoras, no querellosas, ni rencorosas, sin odio, ni deseos de venganza.
Su complexión es delicadas, tierna, flaca y débil; por lo que no pueden sufrir trabajos grandes. Aun los hijos de labradores son menos robustos que los europeos hijos de príncipes criados con lujo, y regalo; por eso resisten mucho menos en las enfermedades.
Son pobres pero contentos con su pobreza sin voluntad de poseer bienes temporales y por lo mismo humildes, exentos de orgullo, ambición, y codicia.
Su comida es muy escasa y muy ordinaria, comparable con la que se nos cuenta de los santos anacoretas del desierto.
Sus vestido es por lo común una piel que cubre lo que la honestidad manda; y cuando mas, una manta de algodón de vara y media o dos varas cuadrilongo.
Su camas es una estera, y a lo sumo una red colgadas conocida en la Isla Española con el nombre de Hamaca.
Su entendimiento es vivo, listo, y sin preocupaciones; por lo que los Indios son dóciles para recibir toda doctrina, capaces de comprenderla; dotados de buenas costumbres y aptísimos para recibir nuestra santa fe católica, tanto y mas que cualquiera otra nación del mundo. Cuando ya comienzan a conocer algo de nuestra religión, tienen tal ansia de saber que llegan a ser importunos para sus catequistas, en tanto grado que los religiosos necesitan ser bien pacientes para soportar sus instancias. En fin he oído decir a varios españoles seglares decir muchas veces: La bondad de los Indios es tanta que si llegan a conocer al verdadero Dios, no habrá gente más bienaventurada en el mundo.
Los españoles trataron a estas mansísimas ovejas, y olvidándose de ser hombres, y ejerciendo la crueldad de lobos, de tigres, y de leones hambrientos. De cuarenta años a esta parte, no han hecho ni hacen sino perseguirlas, oprimirlas, destrozarlas y aniquilarlas por cuantas maneras conocían ya los hombres y por las nuevas que han inventado ellos. Así hay ahora en la Isla Española solo doscientas personas naturales de allí, habiendo habido en el principio hasta tres millones.
La isla de Cuba es tan larga como desde Valladolid hasta Roma, y sin embargo está casi enteramente despoblada.
La isla de San Juan de Puerto Rico y la de Jamaica son muy grandes, graciosas y felices, pero ahora ya están asoladas.


Las islas de los Lucayos comarcanas de la Española y de la de Cuba por el norte son más de sesenta con las que llaman de Gigantes. La menos buena de todas es de tierra mejor, más amena y más fértil que la Huerta del rey de Sevilla: su clima es el más sano del mundo: había en ellas más de quinientas mil almas, ahora ni una si quiera. Los españoles aniquilaron la población; primero matando, después queriendo trasplantar sus habitantes a la Española, ya casi despoblada. Habiendo llegado un navío con ese objeto, intentó convertir los habitantes a la fe cristiana y sólo halló once personas: yo las vi.
Más de otras treinta islas están en comarca de San Juan y ya sin gente por el propio motivo. Entre todas compondrán más de dos mil leguas de tierra, ya deshabitadas y desiertas.
La Tierra-Firme contenía más de diez reinos; cada uno mayor que la España entera, incluyendo la corona de Aragón y todo lo de Portugal. Su extensión es como desde Jerusalén a Sevilla pues se alarga más de dos mil leguas. Sin embargo las crueldades de los españoles han sido tantas y tan nefandas que han aniquilado la población, y dejado desierto el país.


Podemos asegurar que los españoles han quitado con su atroz e inhumana conducta más de doce millones de vidas de hombres, mujeres y niños: pero según mi opinión pasan de quince.
De dos maneras se han conseguido estos bárbaros efectos: primera dando guerras tan inhumanas como injustas; segunda maltratando después de la conquista a los naturales del país, y matando a los señores, a los caciques, y a los varones jóvenes y robustos; oprimiendo a los demás con la mas dura, más áspera y más cruel esclavitud, insoportable aun por bestias.
La única causa de tan horrible carnicería fue la codicia de los españoles. Estos se propusieron no tener prácticamente otro Dios que el oro, llenarse de riquezas en pocos días a costa de unas gentes humildes y sencillas, a las cuales trataron infinito peor que a las bestias, como yo mismo lo he visto, y aún con mayor vilipendio que el estiércol de las plazas; en prueba de lo cual no cuidaban ni aun de las almas de los Indios pues dieron lugar a que estos infelices muriesen en los tormentos sin ser convertidos a la santa fe cristiana.
Semejante atrocidad es tanto más notable cuanto los Españoles confiesan que los indios no han hecho jamás mal alguno a los cristianos; antes bien los amaban como a venidos del cielo hasta que vieron que multiplicaban los males, los robos, las violencias, las vejaciones, y las muertes de los naturales del país.

Miguel de Unamuno.- Mi religión




Me escribe un amigo desde Chile diciéndome que se ha encontrado allí con algunos que, refiriéndose a mis escritos, le han dicho: «Y bien, en resumidas cuentas, ¿cuál es la religión de este señor Unamuno?» Pregunta análoga se me ha dirigido aquí varias veces. Y voy a ver si consigo no contestarla, cosa que no pretendo, sino plantear algo mejor el sentido de la tal pregunta.
Tanto los individuos como los pueblos de espíritu perezoso —y cabe pereza espiritual con muy fecundas actividades de orden económico y de otros órdenes análogos— propenden al dogmatismo, sépanlo o no lo sepan, quiéranlo o no, proponiéndose o sin proponérselo. La pereza espiritual huye de la posición crítica o escéptica.
Escéptica digo, pero tomando la voz escepticismo en su sentido etimológico y filosófico, porque escéptico no quiere decir el que duda, sino el que investiga o rebusca, por oposición al que afirma y cree haber hallado. Hay quien escudriña un problema y hay quien nos da una fórmula, acertada o no, como solución de él.
En el orden de la pura especulación filosófica, es una precipitación el pedirle a uno soluciones dadas, siempre que haya hecho adelantar el planteamiento de un problema. Cuando se lleva mal un largo cálculo, el borrar lo hecho y empezar de nuevo significa un no pequeño progreso. Cuando una casa amenaza ruina o se hace completamente inhabitable, lo que procede es derribarla, y no hay que pedir se edifique otra sobre ella. Cabe, sí, edificar la nueva con materiales de la vieja, pero es derribando antes ésta. Entretanto, puede la gente albergarse en una barraca, si no tiene otra casa, o dormir a campo raso.
Y es preciso no perder de vista que para la práctica de nuestra vida, rara vez tenemos que esperar a las soluciones científicas definitivas. Los hombres han vivido y viven sobre hipótesis y explicaciones muy deleznables, y aun sin ellas. Para castigar al delincuente no se pusieron de acuerdo sobre si éste tenía o no libre albedrío, como para estornudar no reflexiona uno sobre el daño que puede hacerle el pequeño obstáculo en la garganta que le obliga al estornudo.
Los hombres que sostienen que de no creer en el castigo eterno del infierno serían malos, creo, en honor de ellos, que se equivocan. Si dejaran de creer en una sanción de ultratumbas no por eso se harían peores, sino que entonces buscarían otra justificación ideal a su conducta. El que siendo bueno cree en un orden trascendente, no tanto es bueno por creer en él cuanto que cree en él por ser bueno. Proposición ésta que habrá de parecer oscura o enrevesada, estoy de ello cierto, a los preguntones de espíritu perezoso.
Y bien, se me dirá, «¿Cuál es tu religión?» Y yo responderé: mi religión es buscar la verdad en la vida y la vida en la verdad, aun a sabiendas de que no he de encontrarlas mientras viva; mi religión es luchar incesante e incansablemente con el misterio; mi religión es luchar con Dios desde el romper del alba hasta el caer de la noche, como dicen que con Él luchó Jacob. No puedo transigir con aquello del Inconocible —o Incognoscible, como escriben los pedantes—ni con aquello otro de «de aquí no pasarás». Rechazo el eterno ignorabimus. Y en todo caso, quiero trepar a lo inaccesible.
«Sed perfectos como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto», nos dijo el Cristo, y semejante ideal de perfección es, sin duda, inasequible. Pero nos puso lo inasequible como meta y término de nuestros esfuerzos. Y ello ocurrió, dicen los teólogos, con la gracia. Y yo quiero pelear mi pelea sin cuidarme de la victoria. ¿No hay ejércitos y aun pueblos que van a una derrota segura? ¿No elogiamos a los que se dejaron matar peleando antes que rendirse? Pues ésta es mi religión.
Ésos, los que me dirigen esa pregunta, quieren que les dé un dogma, una solución en que pueda descansar el espíritu en su pereza. Y ni esto quieren, sino que buscan poder encasillarme y meterme en uno de los cuadriculados en que colocan a los espíritus, diciendo de mi: es luterano, es calvinista, es católico, es ateo, es racionalista, es místico, o cualquier otro de estos motes, cuyo sentido claro desconocen, pero que les dispensa de pensar más. Y yo no quiero dejarme encasillar, porque yo, Miguel de Unamuno, como cualquier otro hombre que aspire a conciencia plena, soy una especie única. «No hay enfermedades, sino enfermos», suelen decir algunos médicos, y yo digo que no hay opiniones, sino opinantes.
En el orden religioso apenas hay cosa alguna que tenga racionalmente resuelta, y como no la tengo, no puedo comunicarla lógicamente, porque sólo es lógico y transmisible lo racional. Tengo, sí, con el afecto, con el corazón, con el sentimiento, una fuerte tendencia al cristianismo sin atenerme a dogmas especiales de esta o de aquella confesión cristiana. Considero cristiano a todo el que invoca con respeto y amor el nombre de Cristo, y me repugnan los ortodoxos, sean católicos o protestantes —éstos suelen ser tan intransigentes como aquéllos— que niegan cristianismo a quienes no interpretan el Evangelio como ellos. Cristiano protestante conozco que niega el que los unitarios sean cristianos.
Confieso sinceramente que las supuestas pruebas racionales —la ontológica, la cosmológica, la ética, etcétera— de la existencia de Dios no me demuestran nada; que cuantas razones se quieren dar de que existe un Dios me parecen razones basadas en paralogismos y peticiones de principio. En esto estoy con Kant. Y siento, al tratar de esto, no poder hablar a los zapateros en términos de zapatería.
Nadie ha logrado convencerme racionalmente de la existencia de Dios, pero tampoco de su no existencia; los razonamientos de los ateos me parecen de una superficialidad y futileza mayores aún que los de sus contradictores. Y si creo en Dios, o, por lo menos, creo creer en Él, es, ante todo, porque quiero que Dios exista, y después, porque se me revela, por vía cordial, en el Evangelio y a través de Cristo y de la Historia. Es cosa de corazón.
Lo cual quiere decir que no estoy convencido de ello como lo estoy de que dos y dos hacen cuatro.
Si se tratara de algo en que no me fuera la paz de la conciencia y el consuelo de haber nacido, no me cuidaría acaso del problema; pero como en él me va mi vida toda interior y el resorte de toda mi acción, no puedo aquietarme con decir: ni sé ni puedo saber. No sé, cierto es; tal vez no pueda saber nunca, pero «quiero» saber. Lo quiero, y basta.
Y me pasaré la vida luchando con el misterio y aun sin esperanza de penetrarlo, porque esa lucha es mi alimento y es mi consuelo. Sí, mi consuelo. Me he acostumbrado a sacar esperanza de la desesperación misma. Y no griten ¡Paradoja! los mentecatos y los superficiales.
No concibo a un hombre culto sin esta preocupación, y espero muy poca cosa en el orden de la cultura - y cultura no es lo mismo que civilización - de aquellos que viven desinteresados del problema religioso en su aspecto metafísico y sólo lo estudian en su aspecto social o político. Espero muy poco para el enriquecimiento del tesoro espiritual del género humano de aquellos hombres o de aquellos pueblos que por pereza mental, por superficialidad, por cientificismo, o por lo que sea, se apartan de las grandes y eternas inquietudes del corazón. No espero nada de los que dicen: «¡No se debe pensar en eso!»; espero menos aún de los que creen en un cielo y un infierno como aquel en que creíamos de niños, y espero todavía menos de los que afirman con la gravedad del necio: «Todo eso no son sino fábulas y mitos; al que se muere lo entierran, y se acabó». Sólo espero de los que ignoran, pero no se resignan a ignorar; de los que luchan sin descanso por la verdad y ponen su vida en la lucha misma más que en la victoria.
Y lo más de mi labor ha sido siempre inquietar a mis prójimos, removerles el poso del corazón, angustiarlos, si puedo. Lo dije ya en mi Vida de Don Quijote y Sancho, que es mi más extensa confesión a este respecto. Que busquen ellos, como yo busco; que luchen, como lucho yo, y entre todos algún pelo de secreto arrancaremos a Dios, y, por lo menos, esa lucha nos hará más hombres, hombres de más espíritu.
Para esta obra —obra religiosa— me ha sido menester, en pueblos como estos pueblos de lengua castellana, carcomidos de pereza y de superficialidad de espíritu, adormecidos en la rutina del dogmatismo católico o del dogmatismo librepensador o cientificista, me ha sido preciso aparecer unas veces impúdico e indecoroso, otras duro y agresivo, no pocas enrevesado y paradójico. En nuestra menguada literatura apenas se le oía a nadie gritar desde el fondo del corazón, descomponerse, clamar. El grito era casi desconocido. Los escritores temían ponerse en ridículo. Les pasaba y les pasa lo que a muchos que soportan en medio de la calle una afrenta por temor al ridículo de verse con el sombrero por el suelo y presos por un polizonte. Yo, no; cuando he sentido ganas de gritar, he gritado. Jamás me ha detenido el decoro. Y ésta es una de las cosas que menos me perdonan estos mis compañeros de pluma, tan comedidos, tan correctos, tan disciplinados hasta cuando predican la incorrección y la indisciplina. Los anarquistas literarios se cuidan, más que de otra cosa, de la estilística y de la sintaxis. Y cuando desentonan lo hacen entonadamente; sus desacordes tiran a ser armónicos.
Cuando he sentido un dolor, he gritado, y he gritado en público. Los salmos que figuran en mi volumen de Poesías no son más que gritos del corazón, con los cuales he buscado hacer vibrar las cuerdas dolorosas de los corazones de los demás. Si no tienen esas cuerdas, o si las tienen tan rígidas que no vibran, mi grito no resonará en ellas, y declararán que eso no es poesía, poniéndose a examinarlo acústicamente. También se puede estudiar acústicamente el grito que lanza un hombre cuando ve caer muerto de repente a su hijo, y el que no tenga ni corazón ni hijos, se queda en eso.
Esos salmos de mis Poesías, con otras varias composiciones que allí hay, son mi religión, y mi religión cantada, y no expuesta lógica y razonadamente. Y la canto, mejor o peor, con la voz y el oído que Dios me ha dado, porque no la puedo razonar. Y el que vea raciocinios y lógica, y método y exégesis, más que vida, en esos mis versos porque no hay en ellos faunos, dríades, silvanos, nenúfares, «absintios» (o sea ajenjos), ojos glaucos y otras garambainas más o menos modernistas, allá se quede con lo suyo, que no voy a tocarle el corazón con arcos de violín ni con martillo.
De lo que huyo, repito, como de la peste, es de que me clasifiquen, y quiero morirme oyendo preguntar de mí a los holgazanes de espíritu que se paren alguna vez a oírme: «Y este señor, ¿qué es?» Los liberales o progresistas tontos me tendrán por reaccionario y acaso por místico, sin saber, por supuesto, lo que esto quiere decir, y los conservadores y reaccionarios tontos me tendrán por una especie de anarquista espiritual, y unos y otros, por un pobre señor afanoso de singularizarse y de pasar por original y cuya cabeza es una olla de grillos. Pero nadie debe cuidarse de lo que piensen de él los tontos, sean progresistas o conservadores, liberales o reaccionarios.
Y como el hombre es terco y no suele querer enterarse y acostumbra después que se le ha sermoneado cuatro horas a volver a las andadas, los preguntones, si leen esto, volverán a preguntarme: «Bueno; pero ¿qué soluciones traes?» Y yo, para concluir, les diré que si quieren soluciones, acudan a la tienda de enfrente, porque en la mía no se vende semejante artículo. Mi empeño ha sido, es y será que los que me lean, piensen y mediten en las cosas fundamentales, y no ha sido nunca el de darles pensamientos hechos. Yo he buscado siempre agitar, y, a lo sumo, sugerir, más que instruir. Si yo vendo pan, no es pan, sino levadura o fermento.
Hay amigos, y buenos amigos, que me aconsejan me deje de esta labor y me recoja a hacer lo que llaman una obra objetiva, algo que sea, dicen, definitivo, algo de construcción, algo duradero. Quieren decir algo dogmático. Me declaro incapaz de ello y reclamo mi libertad, mi santa libertad, hasta la de contradecirme, si llega el caso. Yo no sé si algo de lo que he hecho o de lo que haga en lo sucesivo habrá de quedar por años o por siglos después que me muera; pero sé que si se da un golpe en el mar sin orillas las ondas en derredor van sin cesar, aunque debilitándose. Agitar es algo. Si merced a esa agitación viene detrás otro que haga algo duradero, en ello durará mi obra.
Es obra de misericordia suprema despertar al dormido y sacudir al parado, y es obra de suprema piedad religiosa buscar la verdad en todo y descubrir dondequiera el dolo, la necedad y la inepcia.
Ya sabe, pues, mi buen amigo el chileno lo que tiene que contestar a quien le pregunte cuál es mi religión. Ahora bien; si es uno de esos mentecatos que creen que guardo ojeriza a un pueblo o una patria cuando le he cantado las verdades a alguno de sus hijos irreflexivos, lo mejor que puede hacer es no contestarles.
Salamanca, 6 de noviembre de 1907.

Los melocotones (Cuento completo) - León Tolstoi



El music (campesino ruso) Tikhon Kuzmitch, al regresar,de la ciudad, llamó a sus hijos.

—Mirad -les dijo- el regalo que el tío Ephim os envía.

 Los niños acudieron: el padre deshizo un paquete.

—¡Qué lindas manzanas! -exclamó Vania, muchacho de seis años-. ¡Mira, María, qué rojas son!

—No, probable es que no sean manzanas -dijo Serguey, el hijo mayor-. Mira la corteza, que parece cubierta de vello.

—Son melocotones -dijo el padre-. No habíais visto antes fruta como ésta. El tío Ephim los ha cultivado en su invernadero, porque se dice que los melocotones sólo prosperan en los países cálidos, y que por aquí sólo pueden lograrse en invernaderos.

—¿Y qué es un invernadero? -dijo Volodia, el tercer hijo de Tikhon.

—Un invernadero es una casa cuyas paredes y techo son de vidrio.

El tío Ephim me ha dicho que se construyen de este modo para que el sol pueda calentar las plantas. En invierno, por medio de una estufa especial, se mantiene allí la misma temperatura.

—He ahí para ti, mujer, el melocotón más grande; y estos cuatro para vosotros, hijos míos.


—Bueno -dijo Tikhon, por la noche- ¿cómo halláis aquella fruta?

—Tiene un gusto tan fino, tan sabroso -dijo Serguey- que quiero plantar el hueso en un tiesto; quizá salga un árbol que se desarrollará en la isba .

—Probablemente serás un gran jardinero; ya piensas en hacer crecer los árboles -añadió el padre.

—Yo -prosiguió el pequeño Vania- hallé tan bueno el melocotón, que he pedido a mamá la mitad del suyo; ¡pero tiré el hueso!

—Tú eres aún muy joven -murmuró el padre.

—Vania tiró el hueso -dijo Vassili, el segundo hijo -pero yo lo recogí y lo rompí. Estaba muy duro, y adentro tenía una cosa cuyo sabor se asemejaba al de la nuez, pero más amargo. En cuanto a mi melocotón, lo vendí en diez kopeks; no podía valer más. Tikhon movió la cabeza.

—Pronto empiezas a negociar. ¿Quieres ser comerciante? iY tú, Volodia, no dices nada! ¿Por qué? -preguntó Tikhon a su tercer hijo, que permanecía aparte.

—¿ Tenía buen gusto tu melocotón?

—iNo sé! -respondió Volodia.

—¿Cómo que no lo sabes? - replicó el padre- ¿acaso no lo comiste?

—Lo he llevado a Grincha -respondió Volodia-. Está enfermo, le conté lo que nos dijiste acerca de la fruta aquella, y no hacía más que contemplar mi melocotón; se lo di, pero él no quería tomarlo; entonces lo dejé junto a él y me marché.

El padre puso una mano sobre la cabeza de aquel niño y dijo:

-Dios te lo devolverá.

viernes, 28 de diciembre de 2012

"Firmin" - Sam Savage




"A partir de ese momento puse todo de mi parte para no verme reflejado nunca, en ningún sitio. Resultaba fácil mantenerse apartado de los espejos, pero las ventanas y tapacubos de los coches eran otro cantar. Cada vez que captaba una visión de mí mismo en una superficie así, me quedaba instantáneamente horrorizado, como si hubiera visto un monstruo. Claro está que en seguida me daba cuenta de que el monstruo era yo, y solamente yo, otra vez, y no tengo palabras para describir la pena que aquello me causaba. De modo que se me ocurrió un pequeño truco mental: cuando esto sucedía, en lugar de decir «soy yo» y estallar en sollozos, decía «es él» y salía corriendo."

"Firmin" (2006)  es un muy recomendable y entretenido libro del filósofo estadounidense Sam Savage (1940), en el que se nos cuenta la historia de una rata criada en los sótanos de una librería del Boston de los años 60 y que curiosamente toma el nombre de "Geoffrey Firmin" el protagonista de "Bajo el volcán", la famosa novela de Malcom Lowry. Al ser la más débil de la camada y no lograr alimentarse debidamente de su madre, distrae su hambre perenne a base de comer páginas de libros, unos libros que mágicamente, al ser digeridos van conformando en él una forma nueva de ver las cosas y a los que le rodean. La tinta de los libros la va humanizando hasta hacerle sentir como un ser humano encerrado en un cuerpo de rata, además de en un agudo crítico literario.

"El mero hecho de masticar y tragar algo, aunque no alimente el cuerpo, nutre los sueños. Y los sueños de comida son como cualquier otro sueño: puedes vivir de ellos, mientras no te mueras."
"Mi devoración, al principio, era tosca, orgiástica, descentrada, cochina – me daba igual emprenderla a mordiscos con Faulkner que con Flaubert -, pero pronto empecé a percibir sutiles diferencias"

Y posteriormente nos relata la sutil metamorfosis:

"Al pricipio me limitaba a comer, royendo y masticando tan felíz, siguiendo los dictados de mi gusto. Pero pronto empecé a leer, un poco por aquí, otro poco por allí, en los bordes de mis comidas. Y según transcurría el tiempo fuí leyendo más y masticando menos, para terminar pasándome prácticamente todas las horas de vigilia leyendo y comiéndome sólo los márgenes"

Pero no todo son bondades en esta singular dieta. Las palabras impresas lo convierten en una criatura solitaria y anhelante de relaciones a la altura de su nueva percepción del mundo. Ya nada tiene que ver con sus congéneres, de los que gradualmente se va apartando, pero por otro lado, a pesar de su metamorfosis intelectual, no deja de ser una rata, por mucho que lea a Joyce, a Proust o a Tolstoi, y por su propia condición, no logra el reconocimiento y la comunicación deseada con los humanos, convirtiéndose en un verso suelto en el mundo de los roedores.

"Hice que mis sueños entraran en los libros, y a veces me volvía soñar dentro de ellos"
Un solitario más que termina quejándose de su incomunicación con frases como estas:

"Todas esas frases tan bellas que me revoloteaban por la mente como mariposas, de hecho estaban presas en una jaula de la que nunca lograrán evadirse."

"Malo es el amor no correspondido; pero lo que verdaderamente puede hundirlo a uno es el amor no correspondible"

"Me río para no llorar – otra cosa que, claro está, tampoco puedo hacer -. Ni reír tampoco, ya que estamos, salvo dentro de la cabeza, donde hace más daño que las propias lágrimas"


Una rata que se hace querer y que nos hace volver la vista hacia nosotros mismos. Una historia con mucha miga. Un buen regalo para estas fiestas.

jueves, 27 de diciembre de 2012

Cármina Burana y Carl Orff



El nombre de la obra Cármina burana procede del latín cármĕn -inis: ‘canto, cántico o poema’ (no confundir con la palabra árabe carmén: ‘jardín’), y burana es el adjetivo gentilicio que indica la procedencia: ‘de Bura’ (el nombre latino del pueblo alemán de Benediktbeuern). El significado del nombre es, por tanto, ‘Canciones de Beuern’.

Aunque generalmente se encuentra escrito Carmina (sin tilde, como en el original latín) se pronuncia /kármina/.

El original Cármina burana es una colección de cantos goliardosde los siglos XII y XIII, que se han conservado en un único códice encontrado en 1803 por Johann Christoph von Aretin en la abadía de Bura Sancti Benedicti (Benediktbeuern), en Baviera. El códice recoge un total de 300 rimas, escritas en su mayoría en latín (aunque no con metro clásico), algunas partes en un dialecto del alto alemán medio, y del francés antiguo.

En estos poemas se hace gala del gozo por vivir y del interés por los placeres terrenales, por el amor carnal y por el goce de la naturaleza, y con su crítica satírica a los estamentos sociales y eclesiásticos, nos dan una visión contrapuesta a la que se desarrolló en los siglos XVIII y segunda parte del XIX acerca de la Edad Media como una «época oscura». En los Cármina burana se satirizaban y criticaban todas las clases de la sociedad en general, especialmente a las personas que ostentaban el poder en la corona y sobre todo en el clero. Las composiciones más características son las Kontrafakturen que imitan con su ritmo las letanías del antiguo Evangelio para satirizar la decadencia de la curia romana, o para construir elogios al amor, al juego o, sobre todo, al vino, en la tradición de los cármina potoria. Por otra parte, narran hechos de las cruzadas, así como el rapto de doncellas por caballeros.

Asimismo se concentra constantemente en exaltar el destino y la suerte, junto con elementos naturales y cotidianos, incluyendo un poema largo con la descripción de varios animales. La importancia de esta serie de textos medievales es que sencillamente es la más grande y antigua colección de versos de carácter laico del medievo (puesto que lo acostumbrado era realizar únicamente obras literarias religiosas).

Aunque existen otras versiones, la que más fama ha alcanzado de las que toman estos versos como base es la obra homónima de Carl Orff (1895 - 1982) un compositor alemán, que puede ser enmarcado dentro de la corriente del neoclasicismo musical .

Cármina Burana atrajo a Orff por lo diverso de sus versos que eran tanto humorísticos, como tristes o sugestivos. Entonces eligió unos veinte al azar y los arregló en crudas canciones para solistas y coro, acompañados por instrumentos y mágicas imágenes.

Este trabajo ejemplifica la búsqueda de Orff por un idioma que pueda revelar el elemental poder de la música, permitiendo al oyente experimentar la música como una fuerza primitiva y abrumadora. La poesía de los Goliardos, que no solamente cantaba al amor y al vino, sino que también se burlaba de la clerecía, encajaba perfectamente en el deseo de Orff de crear una obra musical que apelara a la «musicalidad fundamental» que, como él creía, todo ser humano poseía. Absteniéndose de una desarrollada melodía y una compleja armonía y articulando sus ideas musicales a través de sonidos básicos y patrones rítmicos fácilmente discernibles, Orff creó un idioma que muchos hallaron irresistible. A pesar del notable sentimiento «primitivo» de Carmina Burana, Orff creía que la profunda llamada de la música no era meramente física.

Y concluimos con un par de interesantes videos con la obra de Carl Orff

 
O Fortuna
 
Letra de "O fortuna"
 
Oh Fortuna,
como la luna
variable de estado,
siempre creces
o decreces;
¡Que vida tan detestable!
ahora oprime
después alivia
como un juego,
a la pobreza
y al poder
lo derritió como al hielo.

Suerte monstruosa
y vacía,
tu rueda gira,
perverso,
la salud es vana
siempre se difumina,
sombrío
y velado
también a mí me mortificas;
ahora en el juego
llevo mi espalda desnuda
por tu villanía.

La Suerte en la salud
y en la virtud
está contra mí,
me empuja
y me lastra,
siempre esclavizado.
En esta hora,
sin tardanza,
toca las cuerdas vibrantes,
porque la Suerte
derriba al fuerte,
llorad todos conmigo. 

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Cita de Antonio Machado



"Dicen que el hombre no es hombre mientras no oye su nombre de labios de una mujer."
Antonio Machado.

La foto es obra de Frank Hovart y tiene por título "Zapato y torre Eiffel" - 1974
 

Poema "Del año malo" - Jaime Gil de Biedma



JAIME GIL DE BIEDMA (1929-1990) - España.
DEL AÑO MALO

Diciembre es esta imagen
de la lluvia cayendo con rumor de tren,
con un olor difuso a carbonilla y campo.
Diciembre es un jardín, es una plaza
hundida en la ciudad,
al final de una noche,
y la visión en fuga de unos soportales.
Y los ojos inmensos
—tizones agrandados—
en la cara morena de una cría
temblando igual que un gorrión mojado.
En la mano sostiene unos zapatos rojos,
elegantes, flamantes como un pájaro exótico.
El cielo es negro y gris
y rosa en sus extremos,
la luz de las farolas un resto amarillento.
Bajo un golpe de lluvia, llorando, yo atravieso,
innoble como un trapo, mojado hasta los cuernos.


Este poema nos llega a traves de la amiga Rosario Torres Pons. ¡Gracias Rosario! (Pizca)

martes, 25 de diciembre de 2012

Charles Dickens.- Un cuento de Navidad



-¡Felices Pascuas, tío! ¡Dios os guarde! -gritó una voz alegre.

 Era la voz del sobrino de Scrooge, que cayó sobre él con tal precipitación que fue el primer aviso que tuvo de su aproximación.

-¡Bah! --dijo Scrooge-. ¡Patrañasl

 Este sobrino de Scrooge se hallaba tan arrebatado a causa de la carrera a través de la bruma y de la helada, que estaba todo encendido: tenía la cara como una cereza, sus ojos chispeaban y humeaba su aliento.

-Pero. tío: ¿una patraña la Navidad? -dijo el sobrino de Scrooge-. Seguramente no habéis querido decir eso.

-Sí -contestó Scrooge-~. ¡Felices Pascuas! ¿Qué derecho tienes tú para estar alegre? ¿Qué razón tienes tú para estar alegre? Eres bastante pobre.

-¡Vamos! -replicó el sobrino alegremente-. ¿Y qué derecho tenéis vos para estar triste? ¿Qué razón tenéis para estar cabizbajo? Sois bastante rico.

 No disponiendo Scrooge de mejor respuesta en aquel momento, dijo de nuevo: "¡Bah!" Y a continuación: "¡Patrañas!"

-No estéis enfadado, tío -dijo el sobrino. -¿Cómo no voy a estarlo -replicó el tío- viviendo en un mundo de locos como éste? ¡Felices Pascuas! ¿Buenas Pascuas te dé Dios! ¿Qué es la Pascua de Navidad sino la época en que hay que pagar cuentas no teniendo dinero; en que te ves un año más viejo y ni una hora más rico: la época en que, hecho el balance de los libros, ves que los artículos mencionados en ellos no te han dejado la menor ganancia después de una docena de meses desaparecidos? Si estuviera en mi mano -dijo Scrooge con indignación-, a todos los idiotas que van con el ¡Felices Pascuas! en los labios los cocería en su propia substancia y los enterraría con una vara de acebo atravesándoles el corazón. !Eso es!

-¡Tío! --suplicó el sobrino.

-¡Sobrino! -repuso el tío secamente-. Celebra la Navidad a tu modo y déjame a mí celebrarla al mío.

-¡Celebrar la Navidad! -repitió el sobrino de Scrooge-. Pero vos no la celebráis.

-Déjame que no la celebre -dijo Scrooge- ¡Mucho bien puede hacerte a ti! ¡Mucho bien te ha hecho siempre!

 -Hay muchas cosas que podían haberme hecho muy bien y que no he aprovechado, me atrevo a decir -replicó el sobrino-. entre ellas la Navidad. Mas estoy seguro de que siempre, al llegar esta época, he pensado en la Navidad, aparte la veneración debida a su nombre sagrado y a su origen, como en una agradable época de cariño, de perdón y de caridad; el único día, en el largo almanaque del año, en que hombres y mujeres parecen estar de acuerdo para abrir sus corazones libremente y para considerar a sus inferiores como verdaderos compañeros de viaje en el camino de la tumba y no otra raza de criaturas con destino diferente.

 Así, pues, tío, aunque tal fiesta nunca ha puesto una moneda de oro o de plata en mi bolsillo, creo que me ha hecho bien y que me hará bien, y digo: ¡Bendita sea!

 El dependiente, en su mazmorra, aplaudió involuntariamente: pero, notando en el acto que había cometido una inconveniencia, quiso remover el fuego y apagó el último débil residuo para siempre.

 -Que oiga yo otra de esas manifestaciones -dijo Scrooge- y os haré celebrar la Navidad echándoos a la calle. Eres de verdad un elocuente orador -añadió, volviéndose hacía su sobrino-. Me admira que no estés en el Parlamento.

 -No os enfadéis, tío. ¡Vamos, venid a comer con nosotros mañana!

 Scrooge dijo que le agradaría verle... Sí, lo dijo. Pero completó la idea, y dijo que antes le agradaría verle... en el infierno.

 -Pero, ¿por qué? -gritó el sobrino--. ¿Por qué?

-¿Por qué te casaste? -dijo Scrooge. -Porque me enamoré.

 -¡Porque te enamoraste! -gruñó Scrooge, como si aquello fuese la sola cosa del mundo más ridícula que una alegre Navidad-. ¡Buenas tardes!

 -Pero, tío, si nunca fuisteis a verme antes, ¿por qué hacer de esto una razón para no ir ahora?

 -Buenas tardes -dijo Scrooge.

-No necesito nada vuestro: no os pido nada; ¿por qué no podemos ser amigos?

-Buenas tardes --dijo Scrooge.

-Lamento de todo corazón encontraros tan resuelto. Nunca ha habido el más pequeño disgusto entre nosotros. Pero he insistido en la celebración de la Navidad y llevaré mi buen humor de Navidad hasta lo último. Así, ¡Felices Pascuas. tío!

-Buenas tardes --dijo Scrooge. -¡Y feliz Año Nuevo! -Buenas tardes -dijo Scrooge.

 Su. sobrino salió de la habitación, no obstante,. sin pronunciar una palabra de disgusto. Detúvose en la puerta exterior para desearle felices Pascuas al dependiente, que, aunque tenía frío, era más ardiente que Scrooge, pues le correspondió cordialmente.

-Este es otro que tal -murmuró Scrooge, que le oyó-; un dependiente con quince chelines a la semana, con mujer y con hijos. hablando de la alegre Navidad. Es para llevarle a una casa de locos.

lunes, 24 de diciembre de 2012

Proverbio chino



"Le pedí a Dios todo para gozar la vida y  él me dio vida para gozarlo todo."

(Proverbio chino)

Imagen: Van Gogh.- Almendro en flor

José Saramago.- Defensa de la filosofía



"Creo que en la sociedad actual nos falta filosofía. Filosofía como espacio, lugar, método de reflexión, que puede no tener un objetivo concreto, como la ciencia, que avanza para satisfacer objetivos. Nos falta reflexión, pensar, necesitamos el trabajo de pensar, y me parece que, sin ideas, no vamos a ninguna parte”,

Las hadas.- Un mito universal


Nils Blommer.- El baile de las hadas (1850)

Un hada (del latín fatum: hado, destino) es una criatura fantástica y etérea, personificada generalmente en forma de mujer hermosa, que según la tradición son protectoras de la naturaleza, producto de la imaginación, la tradición o las creencias y perteneciente a ese fabuloso mundo de los elfos, gnomos, duendes, sirenas y gigantes que da color a las leyendas y mitologías de todos los pueblos antiguos. Se puede provocar el contacto con ellas desarrollando la visión etérea según las leyendas. La mayoría de ellas se representan con alas.

Las leyendas celtas hablan del reino de los Áes Sídhe (pronunciado Os Shi) también conocido en idioma inglés como Fairy Folk, y donde la mejor traducción a nuestro idioma sería Hadas. Los Áes Sídhe, son seres semidivinos que viven entre este y el otro mundo, con conexiones importantes con la naturaleza y las deidades, la mayoría de los relatos los representan como gente no muy alta, pero de aspecto y altura humana, de tez blanca, ojos claros y pelo muy negro.
En los relatos medievales, las hadas (a veces llamadas «El Buen Pueblo» o «La Buena Gente») aparecen relacionadas con encantamientos y hechizos, conocedoras del poder y las virtudes de las palabras, las leyendas y las hierbas, que les permitían mantenerse jóvenes y bellas, y acumular grandes riquezas.
En algunos libros, se menciona que las hadas hacen todas las cosas inocentemente, aunque su comportamiento pueda llegar a ser perverso. En muchos escudos heráldicos de esta época se refleja el mundo de las hadas. Muchos aristócratas querían hacer ver que provenían de un linaje de las hadas.
En la mitología cántabra se las llama anjanas, entre las que están las Ijanas del Valle de Aras, cuya característica es que tienen pechos descomunales y son feas, pero pueden cambiar de apariencia a voluntad. Este mismo tipo de hadas se encuentra en la isla de Gotland, en Suecia. En Galicia se llaman fadas, en Asturias reciben el nombre de xanas, en Cataluña además de fada, se le llaman goljas y en Baleares Damas de aiguo.
La mitología nórdica y la griega -encarnada en las ninfas y dríades de Homero y Ovidio- influyeron en el concepto que los primeros bardos se formaron de las hadas, pero andando el tiempo los escoceses, irlandeses, galeses y otros pueblos europeos llegaron a poseer un cuerpo lleno vivo de tradiciones, fundado principalmente en las leyendas celtas.

Inicialmente se atribuyeron a las hadas proporciones humanas, pero las diminutas y etéreas criaturas de Shakespeare influyeron poderosamente en las concepciones posteriores de los poetas ingleses.
Varios rasgos comunes caracterizan a estos habitantes del ultramundo en todos los países: se clasifican en benéficas y perversas, precisan ocasionalmente de apoyo humano, sus órdenes deben cumplirse estrictamente so pena de terribles castigos, etc.
Algunas de ellas son hadas convertidas en tales pero que antes habían sido mujeres humanas. Estas se convirtieron en hadas a causa de alguna infracción contra la naturaleza (ya que es el sitio en donde viven), siendo castigadas por ello a tener tal apariencia, incluso a vivir en el mundo de las hadas. Pueden ser desencantadas de diversas maneras en fechas concretas del año, como en La noche de San Juan y por ejemplo cuando se asoman a las aguas cristalinas y piden ser desencantadas. Para las que se convertían en hadas o cruzaban el límite existente entre el mundo humano y el de las hadas, el tiempo en el espacio cambiaba ya que un día o un mes podía ser un año o un siglo.
Hay varias hadas con poderes nocivos que lo llegan a utilizar contra los humanos, la mayoría de las veces por maltratar la naturaleza (talar un bosque sería una auténtica catástrofe para su mundo). Llegaban a raptar a niños para cambiarlos por seres feéricos totalmente iguales a los niños raptados. Así intentaban crear una estirpe entre humanos y hadas, aunque los niños morían al poco tiempo, ya que eran pálidos y enclenques. En la Edad Media a todos aquellos niños que estaban pálidos y delgados se les consideraba que eran hijos de las hadas y habían ocupado el lugar del verdadero hijo.
Otras veces engatusaban a un hombre de noble estirpe transformándose en mujeres de belleza inigualable para quedarse embarazadas de estos y dar a luz un ser mitad humano y mitad feérico. Para que el ser sobreviviera el marido no debía de rezar nunca y jamás deberían ver a las hadas desnudas por completo.
Este conjunto de supersticiones, derivadas de las creencias anímicas de todos los pueblos antiguos, ha inspirado a notables literatos sus fabulosos «cuentos de hadas».
La variedad de labores que llevan a cabo las hadas es casi infinita además de cantar y bailar, ayudan a los hombres en el campo, ejercen su control sobre el tiempo protegiendo las cosechas. Durante muchos meses ellas esperan impacientes la llegada de la primavera. También saben el día exacto en que brotaran las primeras flores pero prefieren mantener el secreto.
También hablan las leyendas del mundo que las hadas suelen tener poderes psíquicos o mágicos que, podían hacer felices a los seres humanos, también se creía que eran hechizadas por las brujas de los siglos XVII y XVIII para que vigilaran a sus víctimas, por otro lado, también se decía que eran ángeles en su forma femenina, aunque a veces se veían hadas macho.
Según la mitología Celta, las hadas gustan de los árboles del Tilo o Sauces.

Atkinson Grimshaw


Hay muchas clases de hadas, pero todas ellas independientes de la mitología celta en la que tienen origen, siendo todas ellas especulaciones y mezclas de distintas mitología. Estas clasificaciones y asociaciones con los elementos son contemporaneas, creadas por los creyentes de esoterimo y espiritismo. Algunas de estas clasificaciones son:
Lamias, hadas de la mitología vasca. Poseen largos cabellos que peinan con peines de oro que son muy preciados. Sus pies son palmeados, como los de un pato, exceptuando a las Itxaslamiak, las lamias marinas, semejantes a sirenas.
Ninfas, hadas de la mitología griega que pueden ser:
Náyades: Ninfas que pueblan los ríos, a veces son hijas de éstos, por ejemplo, Eurídice;
Nereidas: Ninfas del Mar mediterráneo, hijas de Nereo. A veces son descritas como mujeres con cola de pez. Destacan Anfitrite y Tetis;
Oceánides: Ninfas del Océano, hijas de éste. Destacan Metis (madre de Atenea) y Doris (madre de las nereidas);
Dríades: Ninfas de los bosques, a veces asociadas a los robles;
Hamadríades: Ninfas ligadas a un árbol concreto de tal modo que si éste era cortado, la ninfa moría con él;
Melíades: Ninfas de los fresnos, nacen de la sangre de Urano (dios del Cielo). Son las ninfas más antiguas.
Sílfides, hadas de los vientos; Paracelso es el primero en citarlas, y son, según él, los seres elementales del aire.
Salamandras, hadas del fuego.
Drinfas, hadas de la tierra.

domingo, 23 de diciembre de 2012

Jorge Luis Borges.- Carta de amor a Elsa




 a Elsa Astete Millán

“Hoy 4 de febrero de 1944.

Elsa: Pienso continuamente en usted, con una intensidad que no se distrae, con una desesperada y vana riqueza. A veces me asombra ingenuamente que ese continuado pensar no la acerque a usted, no me traiga una línea suya o su voz, o siquiera el encontrarme en la calle con alguien que la conoce. Ensayo inútiles ejercicios de magia: paso el día entero fuera de casa para facilitarle al destino (de cuya existencia descreo, naturalmente) la producción de una carta suya, de una línea trazada por su mano. Los días y noches de soledad que me abru¬man no sólo son muy tristes para mí; son de algún modo irreales también, porque usted, Elsa, no está en ellos. Anteayer fui a Sur: corregí las pruebas del breve cuento Tema del traidor y del héroe y agregué la dedicatoria. Saldrá. creo, en el número 112. (La Prensa y La Nación, el domingo, se ocuparon de mi libro de poemas: la primera con generosidad, la segunda, con resignación y moderación.) No sé por qué le escribo estas fruslerías, que le ocurren al otro, a Jorge Luis Borges, no a mí, que únicamente soy ahora una infinita. una infatigable nostalgia. No sé cuándo leerá usted esta carta. La semana que viene, emprenderé la peregrinación a La Plata. Elsa, recuérdeme; llámeme cuando venga. Trabajo, a pesar del verano, bastante; hay muchos libros que la esperan. Suyo.”
 Jorge Luis Borges

Cartas de Gandhi a Adolf Hitler




El 23 de julio de 1939, sólo unas semanas antes de que la Alemania nazi invadiera Polonia y el Reino Unido, Australia, Francia, Sudáfrica, Nueva Zelanda y Canadá le declararan la guerra, Mahatma Gandhi le escribió una carta a Adolf Hitler rogándole, por el bien de la humanidad, que hiciera lo posible para evitar el inicio de un conflicto armado que podría causar la muerte de millones de personas, como desgraciadamente así acabó sucediendo.

El gobierno británico nunca permitió que la misiva llegara a manos del Führer:

"Querido amigo,

Algunos amigos han estado pidiéndome que le escriba por el bien de la humanidad. Pero me he resistido a su petición porque me parecía que una carta mía sería una impertinencia. Algo me dice que no debo calcular y que debo hacer mi llamamiento por cualquier cosa que valga la pena.

Es muy claro que hoy en día es la única persona en el mundo que puede evitar una guerra que podría reducir la humanidad al estado salvaje. ¿Debe pagar ese precio por un objetivo, por muy digno que pueda parecerle? ¿Escuchará el ruego de alguien que deliberadamente ha rechazado el método de la guerra, no sin considerable éxito? En cualquier caso espero su clemencia si me he equivocado al escribirle"

Un año más tarde, concretamente el 24 de diciembre de 1940, Gandhi escribió una segunda carta al genocida de Braunau am Inn en la que, una vez más, le pidió que pusiera fin a la guerra y que tuviera en cuenta que aun resultando vencedor de la misma, ello no probaría que tenía razón, sino simplemente que su poder de destrucción era mayor que el del resto de contendientes. Esta misiva es bastante más larga:

"Yo no tengo enemigos. Mi ocupación en la vida durante los últimos treinta y tres años ha sido ganarme la amistad de toda la humanidad fraternizando con los seres humanos, sin tener en cuenta la raza, el color o la religión.

Espero que tenga usted el tiempo y el deseo de saber cómo considera sus actos una buena parte de la humanidad que vive bajo la influencia de esa doctrina de la amistad universal. Sus escritos y pronunciamientos y los de sus amigos y admiradores no dejan lugar a dudas de que muchos de sus actos son monstruosos e impropios de la dignidad humana, especialmente en la estimación de personas que, como yo, creen en la amistad universal. Me refiero a actos como la humillación de Checoslovaquia, la violación de Polonia y el hundimiento de Dinamarca. Soy consciente de que su visión de la vida considera virtuosos tales actos de expoliación. Pero desde la infancia se nos ha enseñado a verlos como actos degradantes para la humanidad. Por eso no podemos desear el éxito de sus armas.

Pero la nuestra es una posición única. Resistimos al imperialismo británico no menos que al nazismo. Si hay alguna diferencia, será muy pequeña. Una quinta parte de la raza humana ha sido aplastada bajo la bota británica empleando medios que no superan el menor examen. Ahora bien, nuestra resistencia no significa daño para el pueblo británico. Tratamos de convertirlos, no de derrotarlos en el campo de batalla. La nuestra es una rebelión no armada contra el gobierno británico. Pero los convirtamos o no, estamos totalmente decididos a conseguir que su gobierno sea imposible mediante la no colaboración no violenta. Es un método invencible por naturaleza. Se basa en el conocimiento de que ningún expoliador puede lograr sus fines sin un cierto grado de colaboración, voluntaria u obligatoria, por parte de la víctima. Nuestros gobernantes pueden poseer nuestra tierra y nuestros cuerpos, pero no nuestras almas. Pueden tener lo primero sólo si destruyen por completo a todos los indios: hombres, mujeres y niños. Es cierto que no todos podrán llegar a tal grado de heroísmo, y que una buena dosis de temor puede doblegar la revolución; pero eso es irrelevante. Pues si en la India hay un número suficiente de hombres y mujeres que están dispuestos, sin ninguna mala voluntad contra los expoliadores, a entregar sus vidas antes que doblar la rodilla ante ellos, habrán mostrado el camino hacia la libertad de la tiranía de la violencia. Le pido que me crea cuando digo que encontrará usted un inesperado número de tales hombres y mujeres en la India. Durante los últimos veinte años han estado formándose para ello.

Durante el último medio siglo hemos estado intentando liberarnos del gobierno británico. El movimiento por la independencia no ha sido nunca tan fuerte como ahora. El Congreso Nacional Indio, que es la organización política más poderosa, está tratando de conseguir este fin. Hemos logrado un éxito muy apreciable por medio del esfuerzo no violento. Estamos buscando los medios correctos para combatir la violencia más organizada en el mundo, representada por el poder británico. Usted le ha desafiado. Ahora queda por ver cuál es el mejor organizado: el alemán o el británico. Sabemos lo que la bota británica significa para nosotros y las razas no europeas del mundo. Pero nunca desearíamos poner fin al gobierno británico con la ayuda de Alemania. En la no violencia hemos encontrado una fuerza que, si está organizada, sin duda alguna puede enfrentarse a una combinación de todas las fuerzas más violentas del mundo. En la técnica no violenta, como he dicho, no existe la derrota. Todo es «Vencer o morir» sin matar ni hacer daño. Se puede usar prácticamente sin dinero y, claro está, sin la ayuda de la ciencia de la destrucción que tanto han perfeccionado ustedes.

Me asombra que no perciba usted que esa ciencia no es monopolio de nadie. Si no son los ingleses, será otra potencia la que ciertamente mejorará el método y le vencerá con sus propias armas. Además, no está dejando a su pueblo un legado del que pueda sentirse orgulloso, pues no podrá sentirse orgulloso de recitar una larga lista de crueldades, por muy hábilmente que hayan sido planeadas.

Por consiguiente, apelo a usted, en nombre de la humanidad, para que detenga la guerra. No perderá nada si pone todos los asuntos en litigio entre usted y Gran Bretaña en manos de un tribunal internacional elegido de común acuerdo. Si tiene éxito en la guerra, ello no probará que usted tenía razón. Sólo probará que su poder de destrucción era mayor. Por el contrario, una sentencia de un tribunal imparcial mostrará, en la medida en que es humanamente posible, cuál de las partes tenía razón.

Sabe que, no hace mucho tiempo, hice un llamamiento a todos los ingleses para que aceptaran mi método de resistencia no violenta. Lo hice porque los ingleses saben que soy un amigo, pese a ser un rebelde. Soy un desconocido para usted y para su pueblo. No tengo coraje suficiente para hacerle el llamamiento que hice a todos los ingleses, aunque se aplica con la misma fuerza a usted que a los británicos.

Durante esta estación, cuando los corazones de los pueblos de Europa ansían la paz, hemos suspendido incluso nuestra pacífica lucha. ¿Es demasiado pedir que haga un esfuerzo por la paz en un tiempo que tal vez no signifique nada para usted personalmente, pero que tiene que significar mucho para los millones de europeos cuyo mudo grito de paz oigo, pues mis oídos pueden escuchar la voz de millones de personas mudas?"

Alejandra Pizarnik.- Versos para Janis Joplin




Para Janis Joplin

a cantar dulce y a morirse luego
no: a ladrar.

así como duerme la gitana de Rousseau
así cantás, más las lecciones de terror.

hay que llorar hasta romperse
para crear o decir una pequeña canción,
gritar tanto para cubrir los agujeros de la ausencia
eso hiciste vos, eso yo.
me pregunto si eso no aumentó el error.

hiciste bien en morir.
por eso te hablo,
por eso me confío a una niña monstruo


Alejandra Pizarnik
Textos de sombra y últimos poemas (1982)

Proverbio chino



"La gente se arregla todos los días el cabello. ¿Por qué no el corazón?"

(Proverbio chino)

Imagen: Torii Kotondo

Michel Houellebecq.- Las partículas elementales





"Hoy vivimos en un reino completamente nuevo,
Y la mezcla de circunstancias envuelve nuestros cuerpos,
Baña nuestros cuerpos,
En un halo de júbilo.
Lo que los hombres de antaño presintieron a veces a través de la música,
Nosotros lo llevamos a la práctica cada día.
Lo que para ellos pertenecía al campo de lo inaccesible y de lo absoluto,
 Nosotros lo consideramos algo sencillo y conocido.
Sin embargo, no despreciamos a esos hombres;
 Sabemos lo que debemos a sus sueños,
 Sabemos que no seríamos nada sin la mezcla de dolor y alegría que fue su historia,
Sabemos que llevaban nuestra imagen dentro cuando atravesaban el odio y el miedo,
 cuando chocaban en la oscuridad,
Cuando escribían, poco a poco, su historia.
Sabemos que no habrían sido, que ni siquiera podrían haber sido,
sin guardar en el fondo de su corazón esa esperanza,
Ni siquiera podrían haber existido sin su sueño.
Ahora que vivimos en la luz, Ahora que vivimos en las cercanías inmediatas de la luz
Y que la luz baña nuestros cuerpos,
Envuelve nuestros cuerpos,
En un halo de júbilo,
Ahora que nos hemos establecido en las cercanías inmediatas del río,
 En tardes inagotables
Ahora que la luz en torno a nuestros cuerpos se ha vuelto palpable,
Ahora que hemos llegado a nuestro destino
Y que hemos dejado atrás el universo de la separación,
El universo mental de la separación,
Para bañarnos en la alegría inmóvil y fecunda
De una nueva ley,
Hoy,
Por primera vez,
Podemos contar el final del antiguo reino."

 "El humor no nos salva; no sirve prácticamente para nada. Uno puede enfrentarse a los acontecimientos d la vida con humor durante años, a veces muchos años, y en algunos casos puede mantener una actitud humorística casi hasta el final; pero la vida siempre nos rompe el corazón. Por mucho valor, sangre fría y humor que uno acumule a lo largo de su vida, siempre acaba con el corazón destrozado. Y entonces uno deja de reírse. A fin de cuentas ya sólo quedan la soledad, el frío y el silencio. A fin de cuentas, sólo queda la muerte"

"No hay un silencio eterno de los espacios infinitos, pues en realidad no hay ni silencio, ni espacio, ni vacío. El mundo que conocemos, el mundo que creamos, el mundo humano, es redondo, liso, homogéneo y cálido como un seno femenino"


"Esa especie dolorosa y mezquina, apenas diferente al mono, que sin embargo tenia tantas aspiraciones nobles. Esa especie torturada, contradictoria, individualista y belicosa. De un egoísmo ilimitado, capaz a veces de explosiones de violencia inauditas, pero que sin embargo no dejo  nunca de creer en el amor."

"Esa especie que, por primera vez en la historia del mundo, supo enfrentarse a la posibilidad de su propia superación ; y que unos años mas tarde supo llevarla a la practica. Ahora que sus últimos representantes están a punto de desaparecer , nos parece legitimo rendirle este ultimo homenaje  a la humanidad; un homenaje que también terminara por borrarse y perderse en las arenas del tiempo ; sin embargo es necesario que este homenaje  tenga lugar, al menos una vez. Este libro esta dedicado al hombre. "

Imagen: Seurat.- Estudio de modelo

El experimento "Booba y Kiki"




¿A qué figura llamarías Booba y a cuál Kiki?.

Se trata de  un experimento psicológico ideado por Wolfgang Köhler en el que se pide al sujeto que diga cuál de estas figuras se llama Kiki y cuál Booba. Del 95% al 98% de los preguntados le asignaron el nombre Kiki a la figura angular naranja y Booba a la figura redondeada violeta.

Se piensa que esto tiene implicaciones en el desarrollo del lenguaje; es decir, que el mecanismo de poner nombres a los objetos no es totalmente arbitrario.

Otra explicación sería que la forma redondeada suele recibir el nombre de Booba porque los labios forman una figura redondeada para producir el sonido. En cambio, los labios forman una figura más angulosa al pronunciar Kiki. Además, el sonido de las K es más forzado que el de las B.

Por otra parte, en el alfabeto latino, las letras B, o y a tienen una forma más redondeada que K e i y varios investigadores cuestionan la validez del experimento, ya que la mayoría de entrevistados se ven naturalemente condicionados por su conocimiento previo de la grafía de dicho alfabeto.

sábado, 22 de diciembre de 2012

El mito de Casandra




En la mitología griega, Casandra ( "la que enreda a los hombres" o "hermana de los hombres"), era hija de Hécuba y Príamo, reyes de Troya. Fue sacerdotisa de Apolo,que la amaba. Este, ansioso por poseerla, pactó con ella: a cambio de un encuentro carnal le concedería el don de la profecía. Sin embargo, Casandra, cuando recibió   los arcanos de la adivinación, rechazó el amor del dios; éste, viéndose traicionado, la maldijo escupiéndole en la boca: seguiría teniendo su don, pero nadie creería jamás en sus pronósticos.
Ante la maldición del dios su don se convertiría en una fuente continua de dolor y frustración.
Aunque Casandra previó la destrucción de Troya, la muerte de Agamenón y su propia desgracia, fue incapaz de evitar estas tragedias, tal era la maldición de Apolo. Su familia creía que estaba loca y, en algunas versiones, la mantuvieron encerrada en casa o encarcelada, lo que la hace enloquecer. En otras versiones, simplemente era una incomprendida.
Una vez concluida la guerra de Troya, durante el saqueo de la ciudad, Áyax, hijo de Oileo encontró a Casandra refugiada bajo un altar dedicado a Atenea. Aunque la princesa se agarró a la sagrada estatua de la diosa, (bien fuera el Paladio, bien otra estatua distinta), en el frenesí del saqueo Áyax desoyó los ruegos, y la arrastró junto con la estatua. Según algunas fuentes la violó en ese preciso lugar; para otras fuentes, el sacrilegio cometido por Áyax había consistido en no respetar la sagrada estatua de la diosa. Este hecho condenó al guerrero, pues Poseidón, impelido por la humillada Atenea, hundió su barco causando una tormenta en las cercanías del promontorio de las rocas Giras, donde Áyax murió ahogado, o clavado a las rocas por el tridente de Poseidón según otra variante de la leyenda.

Casandra fue entregada como concubina al Rey Agamenón de Micenas. Éste ignoraba que, mientras guerreaba en Troya, su esposa Clitemnestra había comenzado un romance con Egisto. Cuando Agamenón y Casandra regresaron a Micenas, Clitemnestra le pidió a su marido que anduviera por encima de una alfombra morada, el color que simboliza a los dioses. A pesar de que Casandra le avisó reiteradamente de que no lo hiciera, el Rey la ignoró y cruzó la alfombra, cometiendo así un sacrilegio. Clitemnestra y Egisto asesinaron a ambos. En algunas versiones, Casandra y Agamenón habían tenido gemelos: Telédamo y Pélope. Ambos fueron asesinados también por Egisto.
Télefo, hijo de Heracles, también amaba a Casandra. Sin embargo, ella se burlaba de él y le ayudó a seducir a su hermana Laódice.
Hay versiones alternativas de la historia en las que Casandra, siendo niña, pasó la noche en el templo de Apolo con su hermano gemelo Héleno y las serpientes del templo chuparon y limpiaron sus orejas, por lo que ambos serían capaces a partir de entonces de oír el futuro. Este es un tema recurrente en la mitología griega. Otras versiones sugieren que Casandra consiguió la habilidad de entender el idioma de los animales, en lugar de conocer el futuro.

Imagen: Cassandra implora la venganza de Atenea.- Jerome Martin Langlois

El Gato en el Antiguo Egipto




Según tenemos constancia, el culto al gato aparece en el Antiguo Egipto alrededor del 2.900 a.C. como una deidad local en el Delta del Nilo. Así, la diosa gata Bastet defendió al dios sol Ra contra los ataques de la serpiente Apofis, una de las deidades mas representativas del mal. Hija y esposa del propio Ra según algunas mitologías, Bastet era amén de protectora de la familia y patrona del hogar, una diosa de la felicidad, el placer, la alegría, la feminidad, la música, y la danza. De hecho la consideración de este animal fue siempre tan alta, que en el capítulo XVII del Libro de los Muertos se pone en boca de Ra las siguientes palabras: "Yo soy el gato cerca del cual se abrió el árbol Iched (un árbol al que se identifica con la persea o la balanita) en Heliópolis la noche en que fueron destrozados los enemigos del Señor del Universo".
       Aunque su importancia fue siempre notablemente destacada, durante la dinastía XXII (formada por un conjunto de reyes de origen libio) se adoptó a Bastet como divinidad principal, motivo por el que es conocida como Dinastía Bubastita, al haber convertido en capital del país a Bubastis, (nombre cuyo significado es "Mansión de la diosa Bastet"). Fue en esa época cuando se trató de fusionar su culto con el de la diosa leona Sejmet, un hecho que ni el clero ni el pueblo permitió negándose a aceptar una unión de diosas tan opuestas, ya que mientras la primera simbolizaba el amor y la alegría, la segunda era una diosa de la guerra y la destrucción de enemigos.
       Para el desarrollo del culto a Bastet los sacerdotes solían escoger un gato con unas características muy especiales el cual era adorado y venerado como si de la encarnación de la diosa se tratara. Asimismo -y a nivel popular- en ciertas fechas solían celebrarse unas procesiones al anochecer durante las cuales una imagen de la deidad era transportada en barcas ricamente adornadas con guirnaldas de flores y alumbradas por antorchas, al tiempo que se cantaban todo tipo de alabanzas en su honor. Cuando se llegaba a tierra firme se celebraban unas fiestas orgiásticas que duraban hasta el amanecer.
       Los antiguos egipcios nunca dieron al gato un nombre especialmente significativo, sino que prefirieron llamarlo por su onomatopeya: Miw. Respecto al trato corriente que daban a estos animales cabe decir que era tan especial que cuando uno de ellos caía enfermo recibía tantos cuidados y atenciones como los que se daban a los niños, y si a pesar de ello moría, toda la familia se vestía de luto hasta el punto de que en algunos casos se afeitaban incluso las cejas en señal de duelo. A continuación el dueño del felino envolvía el cadáver en un paño de lino, llevándolo sin demora a "La Casa de la Purificación" para que fuese momificado, proceso que llegaba a durar hasta 40 días, y con el que eran tan meticulosos cual si se tratara de un ser humano. Tras lo anterior las familias ricas colocaban sobre la cabeza de la momia una máscara de bronce, (representando al animal fallecido), y lo introducían en un ataúd o sarcófago que podía estar confeccionado con materiales que iban desde la palma o el papiro hasta la piedra caliza. Por último lo conducían al cementerio seguido por un largo cortejo de parientes y amigos de la familia, quienes manifestando su profunda tristeza lloraban desconsoladamente al tiempo que con gesto desesperado desgarraban sus vestiduras, dándose incluso el caso de que quienes gozaban de un nivel económico suficientemente solvente llegaban a contratar plañideras profesionales que como muestra de dolor echaban tierra sobre sus cabellos y arremangaban sus túnicas dejando el pecho al aire.
 
       Como es lógico y natural el cementerio de gatos más grande de todo Egipto estaba precisamente en Bubastis, un lugar al que acudían gentes de todo el país para dar sepultura a sus queridos felinos. Sin embargo este intenso tráfico de personas hizo que la picaresca decidiera sacar partido de tan excelente oportunidad de hacer negocio, lo que llevó a que algunos comerciantes carentes de todo escrúpulo se dedicasen a criar gatos en granjas especiales, gatos que llegado el momento y en función de la demanda eran "piadosamente sacrificados retorciéndoles el cuello". Tras ser momificados, sus restos eran vendidos a los peregrinos para que los llevasen como ofrenda al santuario de la diosa Bastet. De hecho, por medio de estudios radiológicos llevados a cabo hace algunos años se ha podido comprobar mediante el análisis realizado a cierto número de momias de gatos que aproximadamente el 90 por ciento habían muerto entre los cuatro y los diez meses de edad, por lo que considerando que la duración normal de la vida de estos animales puede estar en torno a los 12 o 14 años, resulta evidente que en una proporción más que elevada debieron morir por causas "poco o nada naturales".
       Paradójicamente, a pesar de lo anterior las leyes sin embargo prohibían expresamente tanto el perseguir como el matar a los gatos, a tal punto que si alguien era responsable de la muerte de uno de ellos corría el peligro de llegar a ser condenado nada menos que a la pena capital.
       Como último dato curioso diremos que en 1.859 fue descubierto en Beni Hassan (desgraciadamente por un grupo de ignorantes desaprensivos) un cementerio con 300.000 gatos momificados, quienes tras llevarse las momias a Alejandría, las machacaron a conciencia, vendiendo con posterioridad el polvo resultante como abono a Inglaterra. De esta forma más de 20 toneladas de momias de gatos perfectamente conservadas durante siglos fueron adquiridas por campesinos ingleses al precio de 4 libras la tonelada.

Fuente:http://www.arqueoegipto.net/articulos/egipto_tematico/gatos.htm

Imagen: Bastet, en una representación egipcia

F. Nietzsche.- Las tres transformaciones



«Tres transformaciones del espíritu os menciono: cómo el espíritu se convierte en camello, y el camello en león, y el león, por fin en niño […] ¿Qué es pesado? Así pregunta el espíritu paciente, y se arrodilla, igual que el camello, y quiere que se le cargue bien […] ¿Acaso no es: humillarse para hacer daño a la propia soberbia? ¿Hacer brillar la propia tontería para burlarse de la propia sabiduría? […] Con todas estas cosas, las más pesadas de todas, carga el espíritu paciente: semejante al camello que corre al desierto con su carga, así corre él a su desierto. Pero en lo más solitario del desierto tiene lugar la segunda transformación: en león se transforma aquí el espíritu, quiere conquistar su libertad como se conquista una presa, y ser señor en su propio desierto. Aquí busca a su último señor: quiere convertirse en enemigo de él y de su último dios, con el gran dragón quiere pelear para conseguir la victoria. ¿Quién es el gran dragón, al que el espíritu no quiere seguir llamando señor ni dios? “Tú debes”, se llama el gran dragón. Pero el espíritu del león dice “yo quiero” […] Crear valores nuevos -tampoco el león es aún capaz de hacerlo: mas crearse libertad para un nuevo crear eso sí es capaz de hacerlo el poder del león. Crearse libertad y un no santo incluso frente al deber: para ello, hermanos míos, es preciso el león […] Pero decidme, hermanos míos, ¿qué es capaz de hacer el niño que ni siquiera el león ha podido hacerlo? ¿Por qué el león rapaz tiene que convertirse todavía en niño? Inocencia es el niño, y olvido, un nuevo comienzo, un juego, una rueda que se mueve por sí misma, un primer movimiento, un santo decir sí […] Tres transformaciones del espíritu os he mencionado: cómo el espíritu se convirtió en camello, y el camello en león, y el león, por fin, en niño».

 (F. NIETZSCHE, Así habló Zaratustra, Madrid, Alianza, 1984, pp. 49-51).

Imagen: Boza Ivanovic

Stan Laurel y Oliver Hardy.- "El gordo y el flaco"





Una de las parejas cómicas más famosas e importantes de la historia del cine, conocida popularmente en España como "El Gordo y el Glaco", el británico Stan Laurel (el flaco) y el estadounidense Oliver Hardy (el gordo) consiguieron entrelazar con ingenio las características básicas del cine cómico mudo con el humor propio del sonoro, alcanzando una elevada notoriedad en todo el mundo durante la década de los años 30.

Su trayectoria, sin embargo, se retrotrae a muchos años atrás. Stan Laurel (el flaco), nacido Arthur Stanley Jefferson el 16 de junio de 1890 en Ulverston, Inglaterra, creció en el seno de una familia de actores, y debutó desde muy joven como intérprete y guionista en las tablas británicas.
A comienzos de los años 10, Stan se unió a la compañía de Fred Karno, sustituyendo a un cómico todavía desconocido llamado Charles Chaplin. Con la troupe de Karno, Laurel viajó a los Estados Unidos, donde adoptó el apellido de Laurel y decidió probar fortuna en el mundo del vodevil y posteriormente en el cine.
Así, logró debutar en 1917 en la película "Nuts in may" (1917).

Ese mismo año coincidió casualmente con Oliver Hardy en el film "Lucky Dog" (1917).
La poca fortuna comercial de sus títulos conllevaron la retirada temporal como actor de Stan a mediados de los años 20, y su incorporación al equipo de Hal Roach como escritor de gags y en ocasiones, como director.

Oliver Norvell Hardy era un muchacho rechoncho que había nacido el 18 de enero de 1892 en Harlem, Georgia (Estados Unidos).
Su familia era bastante acomodada, ya que su padre era abogado y su madre poseía varios hoteles.
La afición por el teatro y por el canto de Hardy provienen de la contemplación de las diversas actuaciones de cómicos que su madre (el padre falleció cuando Hardy todavía era un niño) contrataba para amenizar los momentos de ocio de sus clientes.

Tras ofrecer algunos espectáculos musicales e inaugurar una sala cinematográfica en Milledgeville, en 1913 Oliver se unió a una compañía interpretativa de Lubin ubicada en el estado de Florida.

Después de aparecer como secundario en cientos de títulos apoyando a cómicos de mayor estatus popular como Billy West, en 1926 acabó formando parte de la productora de Hal Roach y del grupete conocido como los Hal Roach Comedy All Stars.

El avispado Roach y uno de sus empleados, el director y guionista Leo McCarey, pronto se dieron cuenta del potencial comercial ofrecido por la extraña y complementaria pareja Laurel & Hardy (el primero, en un principio como un personaje arrogante y cabreado, y el otro siempre timorato y medroso), quienes consiguieron el éxito gracias a títulos como "Duck soup" (1927) de Fred Guiol, "Putting pants on Phillip" (1927) de Clyde Bruckman, "Two tarts" (1928) de James Parrott o "Big Business" (1929) de Leo McCarey y James W. Horne.

Los años 30 fueron la mejor etapa profesional para la pareja cómica. "Pardon us" (1931), su primer largometraje que fue dirigido por su habitual colaborador tras las cámaras, James Parrott;  entre otros fueron  títulos esenciales para los amantes de la comedia del Hollywood dorado y los seguidores de la entrañable pareja dispar que mezclaba en no pocas ocasiones el absurdo con el slapstick.

El popular dúo prosiguió su andadura a comienzos de la década de los 40, aunque sin rodar bajo producción de la compañía de Hal Roach, ya que rompieron el contrato para unirse a la 20Th Century Fox a causa de la imposibilidad de llegar a un acuerdo factible con el gran productor.


El humor de Laurel y Hardy era por naturaleza Slapstick, un tipo de humor donde se exagera la violencia física, muy común en los dibujos animados. Una típica secuencia de ejemplo: la pareja está trabajando en la construcción de una casa, Hardy aguanta unos clavos en su boca, Laurel le da una palmada amistosa en la espalda y Hardy se traga los clavos. La mayor parte de sus películas siguieron un proceso que ellos llamaron ordeñar. Una idea simple es usada para enlazar varios situaciones o momentos cómicos (llamados gags en inglés). Muchas de sus películas generan todas sus secuencias alrededor de los problemas concretos de la pareja en una situación determinada. A partir de esa situación se construye toda la película.
En algunos casos sus películas bordan el surrealismo por sus componentes casi mágicos. Por ejemplo: Laurel chasquea el pulgar como si encendiera un mechero y de sus dedos sale una llama con la que enciende una pipa. Hardy, herido en su orgullo, intenta hacerlo también, y después de varias tentativas fallidas consigue encender sus dedos pero, a diferencia de Laurel, Hardy empieza a quemarse la mano y la intenta apagar entre gritos de dolor.
Una famosa rutina cómica era la conocida como tit-for-tat (esto por aquello) en sus peleas con un oponente. Al principio Laurel y Hardy empiezan a destrozar algún objeto muy querido por su enemigo mientras éste observa sin intención de defenderse. Cuando la pareja acaba su destrozo su enemigo, con calma, empieza a destrozar otro objeto querido por el dúo mientras ellos observan. Y así sucesivamente, primero unos y después el otro, se va intensificando el destrozo, hasta que al final todas las propiedades de los contendientes acaban en ruinas. Uno de los primeros ejemplos de este tipo de películas ya se ve en el clásico mudo de Laurel y Hardy Big Bussiness, cortometraje que fue incluido en la Biblioteca del Congreso en 1992.



Los personajes de Laurel y Hardy representan a dos tipos a menudo muy tontos, eternamente optimistas, casi valientes en su perpetua inocencia. Su humor es físico, pero su tendencia a sufrir todo tipo de accidentes queda compensada por su gran amistad, sus tiernas personalidades y su devoción el uno por el otro. Son dos niños adultos; un gordo y un flaco, cuya inocente forma de ver la vida les sitúa siempre a merced de "furiosos propietarios, pomposos ciudadanos, policías airados, mujeres dominantes y jefes apopléticos".
Laurel y Hardy usaron su propio físico para ayudar a crear sus personajes, potenciando sus poses, algo ridículas, pero siendo muy cuidadosos de no volverlas irreales. Stan siempre aparecía con el pelo corto por los lados, pero algo más largo encima de la cabeza, para conseguir su famoso efecto de pelo de asustado como consecuencia de rascarse la cabeza o tirarse de los pelos en momentos de miedo o tensión. Para conseguir sus andares de persona con pies planos, le quitó a sus zapatos, normalmente del ejército, los talones. Cuando hablaba con Oliver siempre le miraba a la frente, y no a los ojos, para crear la impresión de que sus pensamientos estaban muy lejos de allí en aquel momento.
La imagen de Laurel y Hardy era la de dos tipos con sombrero bombín. La cuasi británica formalidad de esta prenda de vestir está en plena consonancia con su habitual cortesía y cautela al hablar. Por encima de todo son dos auténticos caballeros: el Sr Laurel y el Sr Hardy.
En la vida real Laurel y Hardy eran bastante diferentes a lo que se ve en la pantalla. Laurel era ambicioso y dinámico, el líder natural de la pareja, mientras que Oliver era algo más tolerante que su personaje. A pesar de que se contrataban a escritores y directores como H.M. Walker, Leo McCarey, Frank Capra, James Parrotto James W. Horne, entre otros, la mayoría de los guiones eran retocados, total o parcialmente, por el propio Laurel. Reescribía secuencias enteras, escogía actores, y supervisaba meticulosamente todas las fases de la película hasta el punto de que prácticamente asumía todos los roles de una producción. Hardy, en cierta medida, también contribuía, pero se sentía más cómodo siguiendo el liderazgo natural de su compañero y así disponer de tiempo libre para sus grandes aficiones, como, por ejemplo, jugar al golf.
Por iniciativa de Roach empezaron a doblar sus películas a otros idiomas; con sus propias voces y con la ayuda de profesores de dicción. Era un proceso largo y costoso ya que había que repetir todas las escenas en las que ellos participaban en los diferentes idiomas y el resto de escenas se completaban con actores foráneos de los diversos países. Pero reportó grandes beneficios en esos países. Se adaptaron al alemán, francés, italiano y español. Como curiosidad, Hardy tenía mucha más facilidad para hablar lenguas foráneas que Laurel, con su cerrado acento inglés.



En la Fox no lograron igualar sus obras más logradas y las películas de esta etapa, con excepciones, resultan bastante prescindibles y rutinarias, sin la creatividad y libertad imaginativa característica de su etapa con Roach.

Ante la falta de éxito, Stan Laurel y Oliver Hardy (que a diferencia de otras parejas cómicas, eran muy buenos amigos en la vida real) dejaron de contar para las productoras estadounidenses y encontraron acomodo en el mundo que les vio nacer como artistas, el music-hall.

Su última película fue la muy floja co-producción italofrancesa "Robinsones atómicos" (1951), dirigida por Leo Joannon.




Oliver Hardy  murió en  1957, por una apoplejía. Tenía 55 años.

Stan Laurel  murió un  23 de febrero de 1965 debido a  un ataque al corazón. Tenía 74 años.
En 1960, Stan Laurel había recibido un Oscar honorífico por su contribución pionera al cine cómico.