jueves, 22 de febrero de 2018

Ava Gardner, su pasión española y una canción



Dicen que los ascensoristas de Nueva York, que no deben ser pocos y de seguro conocían verticalmente a todo el mundo, eligieron de forma unánime a Ava Gardner como "la chica con la que nos gustaría quedarnos atascados en lo alto del Empire State Building". ¡Benditas averías!

Después de rodar "Pandora y el Holandés errante" (1951) en Tossa de Mar (Costa Brava) donde ahora luce una escultura suya, Ava Gardner se quedó encandilada con España y su forma de vida y decidió pasar cada vez más tiempo en nuestro país. En sus palabras:  “De todas las condenadas películas que hice, "Pandora" sea quizás la menos famosa y sin embargo casi nada me ha influido tanto. Esa película cambió mi vida“.

La Gardner era una verdadera provocación para las costumbres españolas de aquella época. Tal y como ella decía: "Representaba todo lo que ellos censuraban, una mujer, que vivía sola, que estaba divorciada, que no era católica y, además, era actriz". Y por si fuera poco, era una mujer bellísima, deshinbida, liberada, dueña de su sexualidad y que no tenía reparos en decir en público: "Joder es un buen deporte". Y por supuesto, que no os quepa duda, ella se mantenía siempre en buena forma. No es de extrañar que con el tiempo empezara a ser considerada "una amenaza para la sociedad biempensante" y que terminase por marchar a Londres. Evidentemente siempre hemos sido unos pacatos.

No se sabe bien donde se conocieron Ava Gardner y el torero Luis Miguel Dominguín; unos dicen que en la Feria de Sevilla, otros que en Chicote.... El caso es que en 1953, cuando Ava era esposa de Frank Sinatra, comenzó un tórrido romance entre los dos que terminaría por dinamitar el matrimonio de Ava con "La voz".

Se cuenta muchas veces la anécdota de la primera noche que Ava y Dominguín, (se les puede ver juntos en la foto de la derecha) pasaron juntos en la intimidad de una habitación del Hotel Castellana Hilton de Madrid en la que después de hacer el amor, Dominguín se levantó apresuradamente y empezó a ponerse la ropa; la leyenda cuenta que ella le preguntó "¿Adónde vas?" y que él le respondió "A contarlo". Es una historia que ha servido en multitud de ocasiones para ilustrar lo bocazas que somos los españolitos en materia de amores, pero la realidad parece ser otra. Cuando pasó el tiempo, Carlos Abella le preguntó a Luis Miguel por ese lance y el torero le respondió: “¿Tú crees que yo hice eso? No, hombre, no. Me quedé en la habitación con ella, pero luego, cuando estuve con los amigos, me pareció ingenioso contarlo de esa manera”. Hay incluso quien mantiene que aquellas palabras fueron inventadas por la propia Ava Gardner.

Pero no fue la única anécdota de estos dos personajes en un hotel. Se cuenta que en 1954, en un Hotel de Roma, Ava quería irse de marcha y el torero prefería quedarse en la habitación. La discusión estaba servida. Los dos tenían un carácter volcánico, eran capaces de ser tiernos como corderitos por las buenas, pero verdaderas alimañanas cuando se desmelenaban. La cosa terminó con Ava Gardner intentando escaparse por la ventana del Hotel a altas horas de la madrugada. La mala suerte quiso que su vestido se quedara enganchado en algún punto de la fachada y que tuviera que ser rescatada por los bomberos.

Luis Miguel se sentía ufano de tener a una mujer como Ava a su lado: "Era la más guapa y la más fiera. Tenía yo una loba muy feroz en una jaula" decía el torero, al que le agradaba la idea arrebatarle un tesoro como aquel a Sinatra. De hecho Humphrey Bogart, buen amigo de Sinatra y verdadero muñidor del famoso Rat Pack, llegó a decirle a Ava: “la mayoría de mujeres estarían dispuestas a arrastrarse (ante Sinatra) y tú, sin embargo, andas por ahí con un tipo que se disfraza con un capote y unas bailarinas”

Con el tiempo todos estos disgustos, con Dominguín pero también con Mario Cabré, otro torero de buenas maneras que le escribía tiernas poesías y que la acompañó en el rodaje de "Pandora y el holandés errante",  terminarían con el matrimonio de Ava con Sinatra y darían como resultado el maravilloso disco "In the Wee Small Hours" (1955) al que seguiría en la misma linea otro aun mejor "Songs for Swingin' Lovers!" (1956) sin duda de los mejores discos de Sinatra. Y es que nadie duda de que el desamor es una gran musa.

Supongo que a Dominguín y Ava el amor se les acabó de tanto usarlo y en 1954 se terminó su relación sentimental, aunque con ella en Madrid seguirían viéndose como buenos amigos. 

En el libro "Beberse la vida" de Marcos Ordoñez se citan estas palabras que Dominguín diría de ella a Carlos Abellá:

"Ava era una persona de una extraordinaria calidad humana. Hablar de su belleza no tiene sentido, porque era perfecta. Le perjudicó ser tan guapa, aunque no le daba la menor importancia a eso. no era presumida, no se maquillaba, no necesitaba nada. Siempre iba al natural. Tenía una inmensa capacidad de recuperación física: le bastaba una hora de sueño para trabajar luego diez horas seguidas. Lo que mucha gente ignora es que tenía tanta belleza moral como física. Era una mujer para la que no existían las leyes, solo sus propios impulsos. No pensaba con la cabeza, sino con el corazón. Era puro instinto. No tenía frenos ni trabas. 

El dinero no era importante para ella. Era desprendida y generosa; muy amiga de sus amigos, con una lealtad inmensa, y se daba integra. Ese darse, esa sensibilidad constante y excesiva fue lo que le impidió ser plenamente feliz y encontrar el amor. Sus relaciones no podían durar porque exigía una absoluta reciprocidad. Era una mujer de extremos, lo que la llevaba a ser irritable y caprichosa. Tenía que conseguir lo que quería en el momento en que lo quería, y cuando se le llevaba la contraria era imposible. Estallaba en ataques de furia, pero a los cinco minutos se le había olvidado el motivo. Fue una mujer constantemente incomprendida, a la que quise mucho. Muchísimo"

Del mentado disco de Sinatra "Songs for Swingin' Lovers!"es la maravillosa canción: "I've got you under my skin", que aunque compuesta por Cole Porter, suena tanto a Ava:



Dice algo así como: 

"Te llevo bajo mi piel, Te llevo en lo más profundo de mi corazón, tan profundo en mi corazón que realmente eres una parte de mí.

Te llevo bajo mi piel, lo he intentado, no rendirme. Me dije a mí mismo: "Esta aventura nunca saldrá bien" ¿Pero por qué debería resisitirme? cuando tengo condenadamente claro que te llevo bajo mi piel.

Sacrificaría cualquier cosa, sea lo que sea, por tenerte cerca. A pesar de la voz de alarma que aparece por la noche y repite, repite en mi oído: "¿No te das cuenta idiota que nunca podrás ganar? Usa la cabeza, vuelve a la realidad" Pero cada vez que lo hago, solo pensar en ti, hace que me detenga antes de empezar, porque te llevo bajo mi piel. 

Sacrificaría cualquier cosa, sea lo que sea, por tenerte cerca. A pesar de la voz de alarma que aparece por la noche y repite, cómo grita en mi oído: "¿No te das cuenta idiota que no tienes posibilidades de ganar?"


Fuentes: A partir de:
1.- Libro "Beberse la vida" - Marcos Ordoñez
3.- Link: https://elpais.com/elpais/2018/01/26/

Las imágenes han sido tomadas de las siguientes páginas:

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