En cierta ocasión coincidieron dos de los personajes que podrían disputarse la portada de un libro dedicado a los grandes protagonistas del siglo XX. Hablamos de Charles Chaplin, el creador de Charlot y Albert Einstein, el físico que con sus teorías cambió en cierto modo el mundo en que vivimos. Curiosamente uno hizo reír a mucha gente y otra de forma indirecta los hizo llorar con alguno de sus logros. Einstein se dirigió a Chaplin y le dijo:
-"Lo que he admirado siempre de usted es que su arte es universal; todo el mundo le comprende y le admira."
A lo que Chaplin cortésmente le replicó con otro cumplido no menos cierto:
-"Lo suyo es mucho más digno de respeto; todo el mundo le admira y prácticamente nadie le comprende"
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