domingo, 25 de febrero de 2018

El Perseo de Cellini reta al David de Miguel Ángel



Benvenuto Cellini era contemporáneo de Miguel Ángel cuya gloria todo artista habría deseado para sí mismo. Cellini, que era un orfebre de prestigio, sabedor de que su talento daba para mucho más que un salero, por muy artístico y valioso que este sea, se impuso el reto de lograr una escultura que superase en gloria y dificultad al David de Miguel Ángel, empresa ciertamente difícil por no decir imposible. 

Cellini, era un verdadero personaje, cuya biografía es casi de fábula y con momentos ciertamente humorísticos. Viajo por toda Europa, no se le daba mal la poesía, su carácter irascible y rencoroso y su habilidad como espadachín solían meterle en follones de los que solo lograban salvarle en parte el apoyo de Principes y Papas, que lo odiaban en la misma medida que lo admiraban por su inigualable talento artístico. De hecho llegó a estar encarcelado por alguna muerte violenta. Tan pronto estaba con un cardenal en un palacio como con una ramera en un antro infecto, era amante de todas las mujeres y también de algún hombre lo que hizo que llegara a ser juzgado por sodomía. Su entretenidísima autobiografía titulada "Vida" fue admirada por Goethe que la tradujo al alemán por y Stendhal que la calificó como "la obra más curiosa de su género" .

Este es el personaje que le expuso a Cosme I de Medici su idea de realizar una nueva estatua que proclamase su triunfo como gobernante sobre sus opositores republicanos en Florencia, y este no pudo resistirse a la tentación de ser el mecenas de una nueva obra grandiosa para su ciudad que de camino glorificase el nombre de su familia una vez más. 

El protagonista elegido para aquella escultura fue propuesto por Cosme I  quien en la linea de los gustos de los Medicis, siempre amantes de los motivos mitológicos, se inclinó por un Perseo que Cellini mostraría triunfante, momentos después de dar muerte a la Medusa. Perseo era un semidiós de la mitología griega, hijo del Dios Zeus, que en forma de lluvia de oro pudo amar a la mortal Dánae, amores que dieron como fruto este hijo, modelo de juventud, de vigor y belleza que para salvar a la cautiva Andrómeda y con un poquito de ayuda de sus amigos los dioses, hubo de enfrentarse y vencer con la fuerza de su inteligencia a la mortífera medusa, aquella que si te miraba a los ojos directamente te convertía en piedra.

A la escultura se le proyectó un lugar privilegiado en la Piazza della Signoria desde la que su arrogante muestra de triunfo y fuerza había de servir de aviso a los posibles enemigos de Florencia. Hoy en día el Perseo se encuentra dentro de la mentada plaza en la emblemática Logia dei Lanzi y casi parece que el David la mira directamente, quien sabe con que pensamientos y hasta el "Hércules y Caco" del también contemporáneo Bandinelli la mira con el ceño fruncido.

El caso es que este singular artista, tan complejo en su carácter como Caravaggio,  se empeñó en hacer la escultura de su Perseo en bronce y con la técnica de cera perdida, una forma de trabajar prácticamente en desuso y que muy difícilmente podría dar buenos resultados en una escultura de gran tamaño y tan compleja como la que Cellini tenía en mente, máxime cuando la cabeza de la Medusa está tan lejos del cuerpo principal. Era ese el plus de dificultad con el que quería emular los condicionantes con los que Miguel Ángel tuvo que lidiar al enfrentarse a un bloque de mármol ya empezado. 

Como modelo escogió a uno de sus aprendices según cuenta en su autobiografía: "Solo tenía unos malos aprendices, entre los cuales había uno muy hermoso; era hijo de una meretriz llamada Gambetta. Me serví de aquel muchacho para copiarlo, porque no tenemos otros libros que nos enseñen el arte, sino la naturaleza"

Después de realizar un pequeño modelo en cera de como había de ser la obra finalmente, eso si, bastante bien detallado y finamente terminado, la impresión de Cosimo I fue grande. Lo cuenta el propio Cellini:

"habiéndolo llevado a su guardarropa (el modelo de la escultura), cuando vino a verlo con la duquesa y con varios señores más. En cuanto lo vio, le gustó y lo alabó en extremo (...) luego que lo hubo examinado bastante, mientras aumentaba grandemente su gozo, dijo estas palabras:
-Si tú, Benvenuto mio, hicieras igual en grande este modelito, esta sería la obra más bella de la plaza.
Entonces yo dije:
- Excelentísimo señor mio, en la plaza están las obras del gran Donatello y del maravilloso Miguel Ángel, que han sido los dos mejores hombres desde la época de los antiguos hasta ahora. Por lo tanto Vuestra Excelencia Ilustrísima da un gran animo a mi modelo, porque a mi me sobra valor para hacer tres veces mejor la obra que el modelo"

Decir que la obra finalmente mide 5'20 metros con el pedestal y 3'20 metros si nos atenemos solamente al bronce del Perseo y el cuerpo de la medusa. El David, otro gigante, mide 4'10m la figura y 5'17m con pedestal, por lo que los conjuntos son comparables, máxime cuando el pedestal del Perseo esta ricamente trabajado y complementa la obra.

Rebosante de ánimo y con el muchacho como modelo, Cellini empezó a trabajar en su triunfante Perseo. Atento a todos los detalles del mito, hizo que la escultura, en su bella desnudez portara en su mano derecha la hoz-espada de acero que le regaló Atenea, que se mostrara calzado con las sandalias aladas que le cedió Hermes y que adornara su cabeza el casco de Hades, que le había sido entregado por las ninfas y que convertía en invisible a quien lo llevara puesto.

Precisamente el casco esconde una de las anécdotas de la escultura pues en su parte trasera constituye un autorretrato del propio escultor, conformando el propio casco parte de su cara, ojos y nariz, mientras que el pelo que asoma por la nuca sería su barba. Supongo que Cellini le daría mil vueltas a como incluir el pulido escudo con el que Perseo evitó la mortal mirada de la Medusa en la obra, pero evidentemente tuvo que renunciar a mostrarlo al no encontrar una solución satisfactoria, prueba de que a veces menos es más.

Al maravilloso blanco marmóreo del cuerpo del David se iba a enfrentar en el mismo espacio el oscuro bronce de la figura de un héroe triunfante como él, de figura rotunda y viril como él, en contraposto como él, pero con una importante diferencia: si en el David de Miguel Ángel, todo fuerza contenida, previa al ataque con su honda, no aparece rastro de su oponente Goliat como si hicieron Verrochio o Donatello que en sus obras colocaban la cabeza del gigante a los pies del héroe, el Perseo de Cellini no tenía ningún problema en exhibir hermosamente triunfante la cabeza aun sangrante de la Medusa a los que quisieran mirarle, mientras pisa el cuerpo descabezado y vencido de aquella abominación que tenía serpientes por pelo.

La fundición de la obra fue épica. Cellini construyó un horno en su casa que casi queda incendiada -ardió al menos el tejado- por el intenso fuego que era necesario para lograr la temperatura precisa para fundir el cobre y bronce del horno. Hubo un momento en el que la escultura corrió peligro de perderse al enfriarse de forma descontrolada, teniendo que redoblar sus esfuerzos un agotado Cellini que incluso empleó su cubertería de estaño para reforzar la mezcla. El propio Cellini lo cuenta en su biografía:

"[...]presa de intensa fiebre y de las llamas del taller, azotando un vendaval de lluvia el molde y el horno, cuajado el bronce por súbito enfriamiento, asustados y despavoridos los presentes, reanimando el semimoribundo escultor el fuego con troncos de leña y mejorando el metal en fusión con toda su vajilla de estaño y, como dice Marco, entre la fiebre, el delirio, el incendio y el vendaval que arrecian en aquella tremenda noche de locura artística de un genio, se oye un trueno formidable, a la vez que deslumbra la escena un relámpago cegador, verdadero ''fiat lux'' (hágase la luz) de aquel génesis de una estatua, y ese milagro de la voluntad crea un prodigio de alta inspiración… Perseo quedó hecho."

La base, de mármol, es también otro prodigio, labrado con motivos habituales de la orfebrería como guirnaldas, cariátides, máscaras y bucráneos y en ella se insertan las figuras de los personajes claves del mito a través de otras cuatro pequeñas y preciosas esculturas en bronce: La primera figurilla es Mercurio , la segunda es Dánae y su hijo Perseo, la tercera es Minerva y la cuarta es Júpiter. Cuadro que se completa con bajorrelieves donde se muestra la liberación de Andrómeda.

Fue tan perfecto el resultado de todo el conjunto, que como ya hiciera Miguel Ángel con su Piedad, y para que no quedara ninguna duda sobre la autoría de aquella prodigiosa obra, todo un hito en la fundición del bronce, una banda recorre el pecho de su Perseo con la leyenda: "BENVENVTUS CELLINVS CIVIS FLOR / FACIEBAT MDLII"

Benvenuto Cellini fue durante un tiempo discípulo de Miguel Ángel en aquella Florencia maravillosa que era capaz de concentrar en una misma época y lugar a muchos de los grandes artistas de la historia del arte occidental. Todavía vivía Miguel Ángel cuando se presentó el Perseo en 1554. Me habría encantado encontrar alguna expresión sobre lo que sintió el escultor al ver lo que hizo su discípulo pero no he tenido suerte. Ahora solo cabe preguntarse: 

¿Logró Cellini su propósito de superar a su maestro Miguel Ángel......? ¿Qué opinan?


Fuentes: A partir de:
"Vida" - Benvenuto Cellini (Alianza editorial)

Las imagenes han sido tomadas de las siguientes páginas:
1.- http://apuntes.santanderlasalle.es/arte/manierismo/escultura/cellini_perseo.htm
2.- https://commons.wikimedia.org/wiki/Category:Perseus_by_Benvenuto_Cellini#/media/File:%E8%88%8A%E5%AE%AE_Palazzo_Vecchio_-_panoramio_(1).jpg
3.- https://www.pinterest.es/pin/839147343042459259/
4.- https://commons.wikimedia.org/wiki/Category:Perseus_by_Benvenuto_Cellini#/media/File:Cellini,_perseo_10_autoritratto.JPG
5.- https://es.wikipedia.org/wiki/Benvenuto_Cellini#/media/File:Benvenuto_Cellini_Florence_Uffizi.jpg
6.- https://www.pinterest.es/pin/217158013265915551/
7.- https://www.pinterest.es/pin/622130135994310455/

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