domingo, 7 de octubre de 2018

Los globos que sueltas no van al cielo



"Somos un globo lleno de emociones, en un mundo lleno de alfileres"

Eso mantiene una de esas frases lapidarias que nos muestra este internet nuestro por sus rincones, pero el caso es que hoy en día son los globos los que se han convertido en alfileres para nuestro planeta, acosado a diestro y siniestro por los plásticos (entre otras tantas amenazas surgidas de nuestro modo de vida). Ahora empezamos a concienciarnos de que un globo, por muy encantador que parezca, no deja de ser  un plástico más, que no pocas veces, en esas espectaculares sueltas de globos masivas tan socorridas para llenar de color y fiesta un determinado acontecimiento terminan copando el cielo de etéreas motitas de color que se elevan al cielo de forma ciertamente inspiradora, pero que tarde o temprano volverán a caer a tierra, o lo que es más probable al mar, y se convertirán, muy a nuestro pesar, en una amenaza más para los animales y el medio ambiente. Supongo que no podremos negarle un globo a un niño, esta claro que con eso no salvaremos el planeta y además perderíamos historias tan sugerentes como aquellas que nos ofrecía la película "El globo rojo" (1956) de Albert Lamorisse que recomiendo a todos y a la que pertenece la imagen de entrada; pero puede que si podamos buscar otras alternativas a los actos multitudinarios que no fuera la suelta masiva de globos, algo estéticamente muy vistoso pero también muy dañino. Algo seguro que podrá idearse que no cause tantos problemas, ya hay países como Reino Unido que han prohibido estas sueltas masiva de globos. Es un pequeño detalle, pero como decía años atrás la querida Carmen Maura: "Tacita a tacita...."  




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