"Penélope" es ya todo un clásico. La canción nació en 1969 y pertenece al álbum "Tiempo de lluvia", Serrat se encargó de la letra y Augusto Algueró de la música. Nos habla de esa señorita siempre acicalada, dispuesta para recibir en cualquier mmento a su amado que marchó tiempo atrás; siempre dispuesta en el andén, día tras día, inconquistable por el olvido o el desaliento, pero que vive ya en otra realidad; está anclada en el pasado, en recuerdos, en otro tiempo que ya pasó, de hecho para ella ya no hay futuro como demuestra el hecho de que cuando vuelve su amado ya no le reconoce, no es el que ella guarda en su memoria. Vamos a la canción:
Penélope, con su bolso de piel marrón y sus zapatos de tacón y su vestido de domingo. Penélope se sienta en un banco en el andén y espera que llegue el primer tren meneando el abanico.
Dicen en el pueblo que un caminante paró su reloj una tarde de primavera. "Adiós amor mío no me llores, volveré antes que de los sauces caigan las hojas. Piensa en mí volveré a por ti..."
Pobre infeliz se paró tu reloj infantil una tarde plomiza de abril cuando se fue tu amante. Se marchitó en tu huerto hasta la última flor. No hay un sauce en la calle Mayor para Penélope.
Penélope, tristes a fuerza de esperar, sus ojos, parecen brillar si un tren silba a lo lejos. Penélope uno tras otro los ve pasar, mira sus caras, les oye hablar, para ella son muñecos.
Dicen en el pueblo que el caminante volvió. La encontró en su banco de pino verde. La llamó: "Penélope mi amante fiel, mi paz, deja ya de tejer sueños en tu mente, mírame, soy tu amor, regresé".
Le sonrió con los ojos llenitos de ayer, no era así su cara ni su piel. "Tú no eres quien yo espero". Y se quedó con el bolso de piel marrón y sus zapatitos de tacón sentada en la estación.
CARMEN RUBIO LÓPEZ (España) Del poemario "El tiempo detenido"
IV
Has vuelto con la lluvia para hurgar en mis sueños; la voz entretejida entre las voces vegetales del agua.
Tu cuerpo semidiós o transparencia, desentraña esta herida que quieren repartirse los voraces que intrigan en el patio.
Vienes como de mar con relagos de algas y luz para mis ojos, con collares de espuma y olor a lejanía.
No quiero recibirte así, tan extranjero, tan rapaz, tan nocturno... Tu mar es mi enemigo. Cada noche arrastra en su marea el pañuelo de otra hasta mi orilla.
Ya no tiene sentido tejer y destejer lo que será sudario, ocultarme a los ojos de los hombres que codician mi lecho. Debería sacar de los baúles las pulseras, la enagua de la primera vez, las cintas del cabello, los afeites.
Debiera maldecirte, pero sigo perfumando la cama por si llegas.
El poema es obra de la poetisa Carmen Rubio López y pertenece a su poemario "El tiempo detenido" (inspirado en el mito de Penélope) que fue premio "Juan Alcaide" en Valdepeñas (Ciudad Real). ¡Gracias Carmen!
El cuadro que acompaña el poema es "La baigneuse de Valpinçon" obra de Ingres y expuesta en el Museo del Louvre de París
John Ford es considerado por la mayoría de los críticos como el mejor director de la historia del cine. Cuenta la leyenda que encontrándose Ford rodando la sensacional "Centauros del desierto" (The searchers - 1956), el ritmo de rodaje iba algo lento, tanto que se le habían acumulado 10 días de retraso, algo que en aquel rígido sistema de producción cinematográfica era todo un problema (por algo lo llaman la Industria), y por tal motivo enviaron a un delegado de producción para pegarle un tirón de orejas y meterle prisa. Ford no se amilanó mucho con la visita y simplemente tomo el guión delante del "correveidile" de turno que no paraba de apremiarle con esos 10 días de retraso y el coste que ello suponía para los estudios y arrancó de cuajo varías páginas al azar, tras lo que dijo: "Acabo de recuperarlos"
No veían la lágrima. Inmóvil en el centro de la visión, brillando, demasiado pesada para rodar por mejilla de hombre, inmensa, decían que una nube, pretendían, querían no verla sobre la tierra oscurecida, brillar sobre la tierra oscurecida.
Ved en cambio a los hombres que sonríen, los hombres que aconsejan la sonrisa. Vedlos presurosos, que acuden. Frente a la sorda realidad peroran, recomiendan, imponen confianza. Solícitos, ofrecen sus servicios. Y sonríen, sonríen. Son los viles propagandistas diplomados de la sonrisa sin dolor, los curanderos sin honra.
La lágrima refleja sólo un brillo furtivo que apenas espejea. La descubre la sed, apenas, de los ojos sobre los doloridos utensilios humanos -igual como descubre el río que, invisible, espejea en las hojas movidas-, pero a veces en cambio, levantada, manifiesta, terrible, es un mar encendido que hace daño a los ojos, y su brillo feroz y dura transparencia se ensaña en la sonrisa barata de esos hombres ciegos, que aún sonríen como ventanas rotas.
He ahora el dolor de los otros, de muchos, dolor de muchos otros, dolor de tantos hombres, océanos de hombres que los siglos arrastran por los siglos, sumiéndose en la historia. Dolor de tantos seres injuriados, rechazados, retrocedidos al último escalón, pobres bestias que avanzan derrengándose por un camino hostil, sin saber dónde van o quién les manda, sintiendo a cada paso detrás suyo ese ahogado resuello y en la nuca ese vaho caliente que es el vértigo del instinto, el miedo a la estampida, animal adelante, hacia adelante, levantándose para caer aún, para rendirse al fin, de bruces, y entregar el alma porque ya no pueden más con ella.
Así es el mundo y así los hombres. Ved nuestra historia, ese mar, ese inmenso depósito de sufrimiento anónimo, ved cómo se recoge todo en él: injusticias calladamente devoradas, humillaciones, puños a escondidas crispados y llantos, conmovedores llantos inaudibles de los que nada esperan ya de nadie… Todo, todo aquí se recoge, se atesora, se suma bajo el silencio oscuramente, germina para brotar adelgazado en lágrima, lágrima transparente igual que un símbolo, pero reconcentrada, dura, diminuta como gota explosiva, como estrella libre, terrible por los aires, fulgurante, fija, único pensamiento de los que la contemplan desde la tierra oscurecida, desde esta tierra todavía oscurecida.
"La gente joven cree que si no tienes éxito no eres nadie, y yo opino un poco lo contrario. El éxito es uno de los mejores caminos a la infelicidad. Hay que ser una persona muy preparada para tener éxito y saber asumirlo y seguir siendo un ser humano de calidad personal." (BIGAS LUNA)
José Juan Bigas Luna, conocido artísticamente como Bigas Luna (Barcelona, 19 de marzo de 1946 - La Riera, Tarragona, 6 de abril de 2013), fue un director y guionista de cine español.
Proveniente del interiorismo y del diseño industrial, se introdujo en el mundo del cine mediados los años 70, rodando en pequeños formatos. En 1976 rodó su primer largometraje, Tatuaje, pero será en 1978 cuando adquiera notoriedad con Bilbao, que sería seleccionada para el Festival de Cannes. Ha rodado tanto en catalán como en castellano e incluso en inglés en el caso de la película Angustia (1987), siempre con un sello personal cargado de altas cotas de erotismo en todas sus películas, muchas veces relacionado con la comida, hacia la cual, según confesó, sentía una gran pasión.
Fue el descubridor de grandes estrellas como Ariadna Gil, Javier Bardem, Penélope Cruz, Verónica Echegui o Jordi Mollà.
Dirigió el espectáculo del cabaret El Plata en Zaragoza
Falleció de cáncer el 6 de abril de 2013 en su domicilio de La Riera de Gayá en la provincia de Tarragona.
Filmografía
Historias impúdicas (1977), director Bilbao (1978), director Tatuaje (1979), director Caniche (1979), director Renacer (1981), director Lola (1986), director Angustia (1987), guionista y director Las edades de Lulú (1990), guionista y director Jamón, jamón (1992), guionista y director Huevos de oro (1993), director La teta y la luna (1994), director Lumière et compagnie (1996), director de uno de los cortos Bámbola (1996), director La camarera del Titanic (1997), guionista y director Volavérunt (1999), director Son de mar (2001), director Yo soy la Juani (2006), director Di Di Hollywood (2010), director Segundo Origen (2012), director y guionista
Premios: Festival de Venecia
León de Plata a la mejor dirección por Jamón, jamón (1992) Premio al mejor guion por La teta y la luna (1994)
Otros premios:
Premio Nacional de Cine de Cataluña (1998) Premio Castillete de Oro del Festival del Cante de las Minas de La Unión, Murcia (2012).
(Fuente: wikipedia)
BILBAO es una película española de 1978 dirigida por Bigas Luna. Un psicópata llamado Leo (Ángel Jovè) se enamora de Bilbao (Isabel Pisano), una prostituta, a la que secuestra, en su afán por tenerla para él. Seleccionada en el Festival de Cannes de 1978, dentro de la quincena de realizadores.
ANGUSTIA (1987), estrenada en Estados Unidos como "Anguish" es una película de terror española aunque ambientada en una hipotética localidad estadounidense. En ella se encuentra una historia dentro de otra: dos amigas ven una película de terror en un cine de pueblo, al mismo tiempo se nos presenta parte de esa película y en un tercer vértice de este triángulo otro espectador se siente excesivamente influido por las imágenes. Premios:
Golden Raven al mejor director. Premio Goya a los mejores efectos especiales.
LAS EDADES DE LULÚ es una película española erótica-dramática de 1990 escrita y dirigida por Bigas Luna. Está basada en la novela homónima de Almudena Grandes.
JAMÓN,JAMÓN es una película española que fue dirigida por Bigas Luna y estrenada en 1992.
José Luis es el hijo de un acaudalado matrimonio propietario de una fábrica de ropa interior masculina donde trabaja Silvia, su novia. Cuando ésta se queda embarazada, José Luis promete casarse con ella, contrariando la decisión de sus padres. La madre de José Luis, no considerando a Silvia lo suficientemente buena para casarse con su hijo, decide contratar a un joven aspirante a torero para que seduzca a la joven. Todo empezará a complicarse cuando Raúl (Javier Bardem) se enamora de Silvia y ésta descubra que todo fue planeado por la madre de su novio. La dirección de Bigas Luna fue premiada con el León de Plata en el Festival Internacional de Cine de Venecia de 1992.
SON DE MAR es una película española, dirigida por Bigas Luna en el año 2001, a partir de una novela homónima de Manuel Vicent.