jueves, 26 de abril de 2018

Zorrilla y los curiosos


"Yo no soy ya lo que fui: y viendo cuán poco soy, dejo a los que más son hoy pasar delante de mí"

Hace pocos años y con muy mala idea, le preguntaron a una actriz española muy dada a protagonizar escenas subiditas de tono si había hecho alguna vez un papel de Zorrilla. Ella, conocedora del tono humorístico en el que iba dirigida la pregunta le contestó muy resuelta: "De Zorrilla ninguno, pero de Zorra muchos". Puede que como en los versos de Zorrilla, la actriz para aceptar aquellos papeles, ya no fuera lo que fue...

Más allá de esa jocosa anécdota sobre los chistes que siempre propició el apellido de nuestro José Zorrilla, el autor de Don Juan Tenorio tuvo en cierta ocasión la idea de alquilar una casita en las afueras de Madrid con la pretensión de relajarse con la paz del campo y allí aislado de tanto bullicio buscar inspiración para una nueva obra. Ni que decir tiene que Zorrilla prefirió mantener el anonimato entre los vecinos de aquel pueblo y que estos, acostumbrados a saber vida y milagros de todos los moradores del lugar, estaban sumamente intrigados por saber quien era y como respiraba aquel nuevo vecino venido desde la capital. No tardaría mucho uno de los vecinos en dejarse llevar por su curiosidad y decidido abrió una carta lacrada que iba destinada al escritor, buscando que su contenido le aclarara un poco el misterio de su persona. La misiva, muy escueta, decía:

"Querido José. Creo que es mejor que no mates al alcalde con veneno. Bastará que le administres un sedante. Atentamente, tu amigo JD"

Ni que decir tiene que ante tales palabras le saltaron todas las alarmas y el indiscreto personaje corrió, carta en mano, a entrevistarse con el alcalde del pueblo para ponerle al tanto de la supuesta conspiración que se estaba urdiendo en su contra.

Zorrilla fue evidentemente detenido y solo logró recobrar la libertad tras presentarse como escritor y demostrar que el alcalde al que se hacia referencia en aquella carta no era de verdad, que era solo un personaje imaginario de la obra que estaba escribiendo durante su estancia en el pueblo y sobre el que había pedido consejo a un amigo para el desarrollo de la trama.

Y es así como el pueblo supo todo de su nuevo vecino y Zorrilla tuvo algo nuevo que contar, quien sabe si para alguna de aquellas obras suyas de título tan apropiado a la situación: "A buen juez, mejor testigo", "Traidor, inconfeso y mártir" o "Para verdades el tiempo y para justicia Dios".

La foto de cabecera es obra de William Eugene Smith, reportero fotográfico estadounidense (1918- 1978) - 'Spanish Village' (1950) y forma parte de un ensayo fotográfico del pueblo extremeño de Deleitosa, en España.

Las imágenes han sido tomadas de las siguientes páginas:
https://www.pinterest.es/pin/401172279278939639/
https://commons.wikimedia.org/wiki/Category:Jos%C3%A9_Zorrilla#/media/File:Jose_zorrilla.jpg