sábado, 7 de febrero de 2015

Hier encore (Ayer aún) - Charles Aznavour





Ayer aún tenía veinte años;
acariciaba el tiempo
y jugaba con la vida
como se juega al amor
y vivía por la noche
sin contar con mis días
que huían en el tiempo.
Hice tantos proyectos
que se quedaron en el aire,
fundé tantas esperanzas
que se esfumaron,
que me quedé perdido
sin saber adonde ir,
mis ojos buscaban el cielo
pero mi corazón estaba enterrado

Ayer aún tenía veinte años,
despilfarraba el  tiempo
creyendo  detenerlo
y para conservarlo
hasta lo adelantaba.
No hacia más que correr
y me sentía sin aliento.
Ignorando el pasado
Conjugaba solo en futuro,
precedía de "yo"
cualquier conversación
y daba mi opinión
pensando que era correcta
para criticar el mundo
con desenvoltura

Ayer aun tenía veinte años,
pero perdí mi tiempo
haciendo muchas locuras
que en el fondo no me dejaron
nada verdaderamente valioso,
algunas arrugas en la frente
y el miedo al aburrimiento.
Ya mis amores murieron
antes de haber existido
todos mis amigos han partido
y ya no volverán más.
Por mi faltas yo hice
el vacío a mi alrededor
y he arruinado mi vida
y mis años jóvenes.
Entre lo mejor y lo peor
desprecié lo mejor
petrifiqué mis sonrisas
y congelé mi miedos.
Ellos son el presente,
el presente de mis veinte años.






Una delicia la voz del gran Charles Aznavour, una persona que sirve de puente entre culturas en estos tiempos tan inciertos. Charles Aznavoice como le apodan sus admiradores es de origen armenio, su nombre real es Shahnourh Varinag Aznavourian, y ahora, tras décadas de encantarnos con su voz, la canción francesa no se entendería sin él. Ayer me encontré este tema suyo de 1964, "Hier encore", en una película que igualmente se esforzaba en tender puentes entre culturas: "Un viaje de diez metros" (2014 - Lasse Hallström) que si bien es de calibre ligero resulta muy entretenida para los amantes de la cocina. El caso es que nada más escuchar el tema sentí una irrefrenable necesidad de saber que decía aquella letra que tan solo acertaba a traducir pobremente. Es curioso que resultando una letra tan triste, a uno le invada, si hace caso omiso de su significado, unas ganas tremendas de bailar. Las notas, a veces embriagadoras, es lo que tienen....

La foto tiene por nombre: "Les amoureux du Quai du Louvre" y es obra de Frank Horvat (Paris, 1955)



Foto tomada de: https://pleasurephotoroom.wordpress.com/2013/09/29/frank-horvat-les-amoureux-du-quai-du-louvre-paris-1955/