viernes, 12 de octubre de 2012

La ilusión viaja en tranvia - 1954 - Luis Buñuel

 "La ilusión viaja en tranvía" De izquierda a derecha vemos  a Carlos Novarro a Lilia Prado y a Fernando Soto


LA ILUSIÓN VIAJA EN TRANVÍA - 1954 - MÉXICO
Director: LUIS BUÑUEL
Reparto: Lilia Prado, Carlos Navarro, Fernando Soto "Mantequilla", Agustín Isunza, Miguel Manzano, Guillermo Bravo Sosa, José Pidal, Felipe Montoya, Javier de la Parra, Paz Villegas

No es esta precisamente la mejor de las películas de Buñuel, ni de las mexicanas, pero tiene su encanto y además un trocito en el que habla de la inflación que no tiene desperdicio y que pondré en un video en comentarios.

En "La ilusión viaja en tranvía" Luis Buñuel narra en clave de comedia los diferentes avatares que suceden en un viaje en tranvía por la Ciudad de México.

Juan Godínez "El Caireles" (Carlos Navarro) y Tobías Hernández "El Tarrajas" (Fernando Soto «Mantequilla») reparan con antelación el tranvía 133, pero su felicidad se derrumba cuando son enterados de que dicho tranvía, en el que se han pasado media vida trabajando, va a ser retirado del servicio e irá a dar al depósito de desecho, y con ello probablemente su empleo. "Medio jarras", puesto que van a consolarse a una cantina, representan sólo el primer acto de una pastorela de barrio en verso en la que Caireles es Dios y Tarrajas el Diablo y Adán, y la hermana de éste, una honrada, coqueta y a la vez arisca Lupita (Lilia Prado), es Eva. Los dos amigos regresan al depósito de tranvías por cervezas a sabiendas de que el velador está en la pastorela, pero en su ebriedad tienen la ocurrencia de sacar su amado tranvía de la estación para que "le dé el fresco" y darle "una vueltecita" a la gente que dejaron plantada esperando la continuación de la obra teatral y salen con el cuento de que están ofreciendo "Servicio piloto".

En cada escena, la situación es peor: Primero, esa noche le dan servicio a distintos pasajeros, desde carniceros hasta indigentes y beatas, y quieren devolver el 133 por la mañana, pero se quedan dormidos y no pueden hacerlo. Ponen el aviso de "Especial" para que nadie se suba, pero se ven forzados a recoger a unos niños con una maestra y llevarlos hasta Xochimilco, dejándolos a medio camino. Luego, por haberse estacionado frente a una vía muerta, Tarrajas accidentalmente se da cuenta de que a unos sacos los hacen pasar por "Fertilizante", y siendo que están llenos en realidad de maíz de contrabando en tiempos de escasez, casi los matan. Ante todo esto, Tarrajas tiene la superstición de que la presencia de Lupita les da suerte. Más adelante, el anciano "Papá Pinillos", con fama de malora, se empeñará en delatarlos a como de lugar.

Pese a la simplicidad del filme, la poesía y el surrealismo del cineasta, magnífico creador de imágenes inquietantes, no deja de estar presente en diversas escenas: la versión de la caída de Satán y del pecado original en la pastorela; el mismo Satán disparándole al Espíritu Santo; el Tarrajas que representa a un cándido Adán que es semejante a Satán y no a Dios; Eva calzando zapatos de tacón; la cabeza de un cerdo colgando del pasamanos del tranvía; la escena en que un carnicero ofrece en agradecimiento a Lupita los sesos de un cerdo; el Cristo de la columna ensangrentado; las piernas de una actriz a quien un "Lorenzana" observa desde el tranvía; el avance de Lupita en contrasentido de un rebaño de ovejas. También son dignas de mención insólitas frases como la del jefe de tránsito al Tarrajas y al Caireles al reparar el tranvía antes de tiempo: "... Y ninguno de ustedes olvide que el exceso puede ser perjudicial en todo..., hasta en la eficiencia"; la del profesor a Lupita cuando los dos amigos abandonan la pastorela "Eso pasa por darle el papel de Dios a cualquiera"; el gracejo popular de Lupita al velador "Ya me maliciaba que era puro invento de ellos... de puro traviesos"; o la de Tarrajas cuando le suplica a un burgués y a una estadounidense "¡Mejor no pague!" y "¡No pague miss!". Habría que agregar la lección acerca de la Inflación que el profesor y director de la obra de la pastorela le da a Braulio, el velador. En el filme también se pueden localizar los pilares de las cintas de Buñuel: la religión, el erotismo, la política. También se plantea la esencia funcional de la valía con los tres personajes principales y el velador, y la denostación a los soplones, típica de Buñuel.

Debido a la variedad de temáticas de "La ilusión viaja en tranvía", la cinta suele formar parte de los cineclubes universitarios en todo el mundo, junto con otras cintas extranjeras consideradas "Cinema como instrumento de la poesía".

Este filme sería uno de los pocos de los que Buñuel no se quejaría ya fuera por recorte de presupuesto, por huelgas del sindicato o por la calidad de los actores en México(otras excepciones fueron Nazarín y Ensayo de un crimen), y ocupa el lugar 95 dentro de la lista de las 100 mejores películas del cine mexicano, según la opinión de 25 críticos y especialistas del cine en México, publicada por la revista Somos en julio de 1994.
 
El video que comentabamos sobre la inflación:
 
 
Un video que puede hacer las veces de trailer de la película
 


 

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