viernes, 7 de junio de 2013

Absenta: El hada verde



La absenta o ajenjo, apodada "La Fée Verte", es decir "El Hada Verde" o también como "El Diablo Verde" y "La Diosa Verde", es una bebida alcohólica de ligero sabor anisado, con un fondo amargo de tintes complejos debido a la contribución de las hierbas que contiene, principalmente "Artemisia absinthium" o ajenjo, flores de hinojo y anís. A esta triple composición se le ha denominado jocosamente "la santa trinidad". La palabra absenta deriva del latín "absinthium" que a su vez proviene del griego "apsinthion" y que se puede traducir como "no-bebible".

Aunque sus orígenes son inciertos, la teoría más extendida es que fue descubierta alrededor del año 1792 por un doctor de origen francés llamado Pierre Ordinaire. Dicho doctor vivía en Couvet (Suiza) donde destilaba ajenjo y otras hierbas en una base de alcohol como remedio para sus pacientes y fueron precisamente las monjas del convento de Couvet, quienes dieron a conocer la bebida que vendían como elixir para la salud. La popularidad que obtuvo dicho remedio llegó a oídos del Mayor Dubied, que fue el primero en adquirir la receta procedente de las monjas y de esta forma en 1797, su hijo Marcellin y su hijo político Henry-Louis Pernod abrieron en el mismo Couvet la primera destilería de absenta llamada "Dubied Père et Fils". La fuerte demanda que se creó hicieron que en 1805 construyeran una segunda destilería en Pontarlier bajo un nuevo nombre: "Maison Pernod Fils". Esta fue la marca más popular durante la Belle Époque a finales del siglo XIX y principios del XX. Su nombre se convirtió en sinónimo de la bebida y la marca representó el estándar de calidad de facto por el cual se juzgaba a todas las demás, hasta que se prohibió su producción en 1915 debido a que ingerir una cierta cantidad sin ningún tipo de precauciones podía generar alucinaciones. Con el tiempo algunos países han comenzado a levantar las prohibiciones, fijando unos límites máximos al contenido de "tujonas", sustancia que afecta el sistema nervioso y que es la causante de dichas alucinaciones.

La popularidad de la absenta fue creciendo intensamente hasta la década de 1840 cuando se ofrecía a las tropas francesas como un medicamento antipirético. Cuando los soldados retornaban del frente compraban esta bebida en los bares y bistrós. Durante la década de 1860 la absenta se había vuelto tan popular que muchos cafés y cabarets indicaban que a las 5 p.m. se producía "l'heure verte" ("la hora verde") y comenzaba el "ritual mágico" en las distintas mesas del local. Este consistía en echar en una copa especialmente diseñada para el caso, una medida de absenta y colocar encima una cucharilla con calados artísticos (también diseñada para ello) donde se ponía un terrón de azúcar y se vertía 2 partes de agua fría por encima, de manea que el azúcar se iba deshaciendo y mezclándose todo junto en el fondo de la copa transformándose así, en una esencia lechosa que llamaban "louche" .

La bebida se convirtió por aquel entonces en la imagen principal del movimiento bohemio parisino. De hecho, los artistas de finales del siglo XIX y principios del XX, tales como Wilde, Baudelaire, Manet, Picasso, Degas, Hemingway, Álvares de Azevedo, Strindberg, Pessoa, Verlaine, Rimbaud entre otros, consumían absenta, ya que supuestamente inducía a la inspiración artística gracias al "Hada Verde", la cual era capaz de salir de la bebida y liberar la mente del artista, de manera que éste accediera así a la inspiración que le llevaría a culminar su obra y según parece, fue Picasso quien elevó la absenta a tema magistral en varias de sus obras. Incluso se cuenta que fueron los efectos de la absenta los que llevaron al mismísimo Van Gogh a cortarse su famosa oreja y regalársela a una mujer que previamente le había dicho que le parecían muy bonitas. También hay una cita de Oscar Wilde que reza:

-¿Cuál es la diferencia entre un vaso de absenta y el ocaso?

En la década de 1880 el precio se disparó considerablemente debido a la fuerte demanda y no obstante, se consideró la bebida nacional de Francia a comienzos del siglo XX. Como dato curioso podemos decir que en 1910, los franceses consumieron 36 millones de litros de absenta.

Para la absenta, que al principio se vendía en farmacias como bebida medicinal, en la actualidad no hay ninguna regulación particular con respecto a ella en la mayoría de los países (al igual que, por ejemplo, el whisky escocés o el coñac). Por lo tanto, los productores de bebidas alcohólicas pueden etiquetar un producto como absenta sin que el consumidor sepa si la bebida está o no elaborada de la forma tradicional.


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