martes, 20 de noviembre de 2012

Walt Disney.- Eternamente niño


“En nuestros estudios solo estamos seguros de una cosa..... todos fuimos niños alguna vez. Así que al plantearnos una película no pensamos ni en los adultos, ni en los niños, si no en ese rincón puro que la inmensa mayoría conserva en su interior. Ese rincón que el mundo quizá nos ha hecho olvidar,  y que tal vez consigamos que vuelva por medio de nuestras películas".(Walt Disney)

Walter Elías Disney nació el 5 de diciembre de 1901 y tuvo la infancia típica del hijo de un granjero, pero la familia se trasladó a una granja en las cercanías de Marceline, Missouri. Años después, Disney diría que esos fueron los años más felices de su vida, pero tanto él como su hermana menor, Ruth, eran demasiado pequeños para ayudar en las labores del campo y se pasaban la mayor parte del tiempo jugando. De esta época datan los primeros escarceos de Disney con el dibujo y su gran afición por los trenes así como su inspiración para crear sus personajes de origen animal al vivir en el entorno rural. Este período idílico concluyó pocos años después. En 1909, Disney-padre cayó repentinamente enfermo de fiebres tifoideas, y, a pesar de contar con la ayuda de sus hijos mayores, se vio imposibilitado de continuar trabajando en la granja. La vendió a regañadientes, y la familia se mudaron a Kansas City. Para el joven Disney fue muy duro tener que abandonar su paraíso rural. En Kansas City, el padre empezó a trabajar repartiendo periódicos para el Kansas City Star. A Walt y a su hermano Roy les correspondió ayudar a su padre en el reparto, un trabajo duro que requería levantarse todos los días a las doce de la noche.
De acuerdo con los archivos de la escuela pública del distrito de Kansas City, Disney empezó a asistir a la Benton Grammar School en 1910, y se graduó el 8 de junio de 1911. No fue un buen estudiante: a causa de su trabajo repartiendo periódicos, le costaba concentrarse y con frecuencia se quedaba dormido. Era propenso a soñar despierto y a pasar el tiempo haciendo garabatos. La familia se trasladó a Chicago, en esta ciudad, Disney continuó sus estudios en la McKinley High School de Chicago. Al mismo tiempo, trabajaba para su padre y asistía por las tardes a clases en el Instituto de Arte de Chicago.

Fue admitido en el ejército, pero nunca llegó a entrar en combate. Cuando terminó su entrenamiento y fue trasladado a Europa, Alemania había firmado el armisticio, y la guerra había terminado. Pasó el resto de su tiempo en la Cruz Roja como conductor de ambulancias en Francia, trasladando a oficiales. Se entretuvo llenando de dibujos la ambulancia que conducía. Fue también en esta época cuando empezó a fumar, un hábito que le acompañaría durante toda su vida. En 1919 solicitó ser relevado de sus obligaciones militares y fue enviado de regreso a Estados Unidos.
Una vez licenciado, se fue a vivir con su hermano Roy a Kansas City, donde buscó empleo como dibujante.

Su sueño era convertirse en un artista del Kansas City Star, el diario que había repartido en su infancia, pero encontró trabajo como aprendiz en una agencia de publicidad, la Pesmen-Rubin Commercial Art Studio. Con un sueldo de 50 dólares al mes, en aquel empleo conoció a Ubbe Iwerks, un joven de su misma edad y excepcionalmente dotado para el dibujo, con el que entabló amistad. Cuando los dos se quedaron sin trabajo montaron su propia compañía, la Iwerks-Disney Commercial Artists. La empresa duró apenas un mes, ya que Walt prefirió aceptar un empleo seguro, aunque convenció a sus nuevos jefes para que contrataran a Iwerks. En aquel trabajo ambos aprendieron las técnicas, todavía muy rudimentarias, de la animación cinematográfica.
Inquieto e innovador por naturaleza, Disney pidió una cámara prestada y montó un modestísimo estudio en el garaje de su casa, en el que con la ayuda de Iwerks y trabajando por las noches, produjeron su primera película de dibujos animados. El filme tuvo aceptación y consiguieron nuevos encargos hasta que Disney, que todavía no había cumplido los veintiún años de edad, convenció a Iwerks para que volvieran a probar suerte como empresarios con una compañía a la que llamaron Laugh-O-Gram Films. En la primavera de 1926, y después de haber tenido que cambiar de local porque la compañía crecía, Walt   cambió el nombre de su empresa, que pasó a llamarse Walt Disney Studio.

A lo largo de su carrera como productor, Walt Disney solía usar modelos de carne y hueso para que los dibujantes pudiesen trazar los movimientos perfectamente. Generalmente los actores asignados para dar voz a los personajes se les caracterizaba como sus personajes, para dar mayor realismo. Era una técnica que usó con frecuencia Disney antes de la llegada de los ordenadores.

Tras la huelga de 1941, Disney sentía una profunda desconfianza por los sindicatos. En 1947, durante los primeros años de la Guerra Fría, testificó ante el Comité de Actividades Antiamericanas, y denunció a Herbert K. Sorrell, David Hilberman y William Pomerance, antiguos empleados y activistas sindicales, como agitadores. Disney explicó que la huelga de 1941 había formado parte de una estrategia del Partido Comunista de los Estados Unidos para ganar influencia en Hollywood. Existen documentos que demuestran que Disney actuó secretamente como agente del FBI desde los primeros años de la década de 1940 y que en 1954  fue ascendido al rango de special agent contact por orden directa de un surrealista e inhumano Hoover. Estos documentos demuestran que los guiones de algunas películas fueron modificados a instancias del FBI, detalle que me parece una mentira de proporciones gigantescas, cuando el mismo Disney tenía absolutamente prohibido retocar los guiones, una vez que él los tenia aprobados, aunque se haya dicho que una de las máximas preocupaciones del FBI era la imagen que de sus agentes se daban en los filmes Disney. Curiosamente, los mismos documentos revelan que el mismo Disney fue investigado por la organización, sin resultado positivo, por creer que era sospechoso de comunismo. Otro disparate mas de la era Hoover, que no precisa comentario alguno, salvo que casi todo llevaba un top secret, pero precisamente por "irreal".

El cuento favorito de Walt Disney era Alicia en en país de las maravillas y de todas sus películas sentía autentica devoción por La Cenicienta. Disney tuvo tres proyectos que no pudieron ver la luz, eran adaptaciones como Peter Rabbit de la escritora e ilustradora británica Beatrix Potter, Doctor Dolittle del autor británico Hugh Lofting  y por último El Mago de Oz, que Walt Disney quería llevar a la gran pantalla teniendo a Shirley Temple en el papel de Dorothy. Sin embargo los estudios Metro-Goldwyn-Mayer adquirieron en Enero de 1938 los derechos de la novela y terminaron eligiendo para fortuna de todos los que amamos el cine, a una actriz de registros insospechados, con una de las mejores voces del mundo, cuyo nombre era Judy Garland




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