sábado, 6 de octubre de 2012

Carta de despedida de Vladimir Maiakovski




Carta de despedida de Vladimir Maiakovski

¡A todos!
No se culpe a nadie de mi muerte y,
por favor, nada de chismes.
Al difunto le horrorizaban especialmente.
Mamá, hermanas mías, camaradas, perdonadme;
este no es el mejor camino (no se lo aconsejo a nadie),
pero no tengo ninguna otra salida.
Lili ámame.
Camarada gobierno, mi familia es: Lili Brik, mi madre,
mis hermanas y Verónica Vitaldovna Polonskaya.
Si se ocupan de asegurarles una existencia decente, gracias.
Por favor den los poemas inconclusos a los Brik,
ellos sabrán qué hacer.
Como quien dice: El caso está cerrado.
El barco del amor se ha estrellado
contra la vida cotidiana
Y estamos a mano tú y yo.
Entonces ¿para qué reprocharnos mutuamente
por dolores y daños y golpes recibidos?
¡Suerte a los que quedan!

P.d. Camaradas, no piensen que soy débil.
De verdad no se puede hacer nada.
Digan a Ermilov que es una lástima que yo escribiera
La consigna que debimos maldecir.

En el escritorio tengo 2.000 rublos, úsenlos para pagar los impuestos.
Lo que sobre dónenlo a la Casa de Publicaciones del Estado.

Vladimir Maiakovski.
Publicado en Maiakovski, Vladimir, Poesía, Madrid, Visor, 1993. Traducción: José Fernández Sánchez.

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