Auguste (izquierda) y Louis Lumíere |
Cuando hablamos del nacimiento del cine enseguida relacionamos el evento con los hermanos Lumière, Auguste y Louis, hijos de un fotógrafo propietario de una pequeña fábrica de placas y papel fotográfico en Lyon de la que con el tiempo se harían cargo. Ambos hermanos eran sin lugar a dudas excelentes fotógrafos y personas inquietas en todo lo referente al mundo de la imagen y por ende les obsesionaba el dar un paso adelante en la forma de dar vida a las fotografías, pero ¿fueron en realidad los dos hermanos los que al unísono, dieron con la clave para poder proyectar sobre una pantalla, aquellas imágenes que en otros artilugios ya se mostraban en movimiento de forma rudimentaria?
Kinetoscopio de Edison y W.K.L Dickinson |
Para los estadounidenses esta discusión no tiene razón de ser y el verdadero inventor del cine no es otro que el prolífico inventor Thomas Alva Edison, hecho que tendría serías consecuencias en los inicios de la explotación comercial del cine. Cierto es que Edison, o más bien y para ser justos, su ayudante William Kennedy Laurie Dickinson, había ideado un ingenio que era un incontestable paso adelante sobre otros aparatos precedentes, el Kinetoscopio, artilugio con el que se lograban exhibir imágenes en movimiento, pero con la limitación de que dichas animaciones solo se lograban en el interior de una caja y solo eran visibles a través de unos binóculos. Ello no fue óbice para que tuviera un gran éxito y se vendiera como rentable curiosidad para ferias y certámenes. Pero aquello, aunque constituyera un avance notable, no era equiparable a la experiencia que hoy tenemos del cine, es decir, a la proyección y visualización de imágenes en movimiento sobre una pantalla. A pesar de estas consideraciones, no es menos cierto que una de estos kinetoscopios llegó a manos de los hermanos Lumière, quienes ya inmersos en la idea de lograr la proyección de las imágenes de una forma más real, y tras estudiar su funcionamiento, se vieron espoleados a descubrir una solución definitiva.
Con respecto a la verdadera paternidad del cinematógrafo, nombre con el que los hermanos Lumière bautizaron a su ingenio (basándose en el nombre que Léon Bouly había dado a un proyecto previo en 1892 y que resultó un fracaso), son esclarecedoras las palabras que Auguste Lumière (1862 - 1954) dijo al respecto:
“Cierta mañana, a finales de 1894, me dirigí a la habitación de mi hermano que, encontrándose indispuesto, debería estar dormido. Sin embargo, me dijo que no había podido conciliar el sueño y que, aprovechando la calma de la noche, se había dedicado a meditar sobre las condiciones necesarias para alcanzar nuestra meta. Me había explicado que consistían en imprimir al cuadro enganchado un movimiento del pie de cabra de una máquina de coser. Los garfios, al hundirse durante la marcha en las perforaciones practicadas en los bordes de la película, debían arrastrar hacia abajo cada imagen, y al retirarse en su movimiento dejar libre el camino para la siguiente. Fue una auténtica revelación, e inmediatamente comprendí que, por mi parte, debía abandonar la solución precaria en que estaba pensando. En una noche, mi hermano Louis había inventado el cine” (citado en "La gran historia del cine" de Terenci Moix)
Supongo que el camino hasta llegar a esta solución definitiva había sido tan arduo, plagado de patentes previas de uno y otro hermano, que aunque la idea definitiva surgió del ingenio de Louis Lumière (1848-1954), su gestación se había fraguado, a fuego lento, en las mentes de ambos, con las discusiones e intercambios de ideas que durante largo tiempo habían mantenido, por lo que no es de extrañar la generosidad de Louis Lumière de considerar a su hermano como co-inventor de aquel aparato que con el tiempo terminaría por revolucionar el mundo del ocio, una gentileza a la que Auguste respondió con las palabras de reconocimiento que antes recogíamos y que arrojaban luz, como un cinematógrafo, sobre la verdadera paternidad del invento.
Después vendría la construcción de un aparato que respondiera a las consideraciones técnicas apuntadas por Auguste Lumière, algo de lo que se encargó Monsieur Carpentier, el mecánico jefe de la fábrica Lumière, El resultado fue una pequeña caja cuadrada de apenas 20 centímetros de lado y 12 de profundidad que alojaba todo el mecanismo fotográfico necesario para proyectar, con la ayuda de una fuente de luz posterior, la cinta cinematográfica que avanzaba por su interior a 16 fotogramas por segundo.
En un mundo donde los avances en este campo eran vertiginosos se imponía la rápida inscripción del invento en el registro de patentes, y este se produjo el 13 de febrero de 1895 con el número 245.032, bajo el epígrafe: "Appareil servant à l'obtention et á la vision des épreves photographiques" o lo que es lo mismo: "Aparato para la obtención y la visión de impresiones fotográficas".
Para que naciera el cine formalmente solo quedaba realizar las primeras filmaciones y que las imágenes tomaran vida a través de sus engranajes y lentes, pero esa es una historia que contaremos otro día.
En este vídeo se puede apreciar claramente el funcionamiento del cinematógrafo:
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