Aproximación a la historia de la bossa nova. El auge del movimiento
Antonio
Carlos Jobim, Miúcha, Vinicius de Moraes y Toquinho
Vinicius de Moraes, Antonio Carlos Jobim y João Gilberto
pueden considerarse, como decíamos en la entrada anterior dedicada a la bossa
nova, los “padres” del nuevo género musical que alanzó su plenitud en la década
de 1960. Vinicius de Moraes (1913-1980), compositor, cantante, escritor, poeta,
diplomático, había ganado en 1954 el Concurso del IV Centenario de São Paulo
con su obra de teatro Orfeu da Conceição, que en 1959 llevaría al cine
Camus (la ya mencionada película Orfeo Negro). Fue por aquella época
cuando entró en contacto con Jobim, con quien escribiría algunas de las más
bellas canciones de la música contemporánea. Tom Jobim (1927-1994) ya había
llevado a cabo algunas grabaciones cuando conoció a Vinicius, si bien sería a
partir de Chega de saudade (1958) que su prestigio iría en aumento
progresivo. Hoy es considerado uno de los grandes compositores de música
popular y a su talento se deben temas como Samba de uma nota só (con
Mendoça), Triste, Fotografia, Águas de março, Samba do
avião, Anos dourados (con Chico Buarque), Este seu olhar o Insensatez,
además de las ya citadas Desafinado y Garota de Ipanema,estas
tres últimas con Vinicius. Podemos ver a continuación un par de vídeos de un
especial para la televisión suiza en el que Jobim, Vinicius, Toquinho y Miúcha
interpretan el conocido tema Água de
beber y Vai levando.
El estilo del “nuevo ritmo” rompía con los moldes
tradicionales: era intensamente sincopado ―nadie como Gilberto a la guitarra
hacía simple lo que en realidad era difícil de tocar ―, la voz, grave, suave y
precisa constituía un instrumento más ―cuando no el fundamental (Veloso)― y el
oyente se sentía inmerso en un mundo acogedor e íntimo. Miles Davis dijo de
Gilberto que “sonaría bien incluso leyendo un periódico”. Todo ello estaba muy
alejado del tipo de música que las discográficas hacían, por lo que la bossa no
fue objeto de admiración por su parte hasta que no se convirtió en un fenómeno
internacional.
A partir de aquí la historia de la bossa nova es una
sucesión de temas increíbles, llenos de sensibilidad y talento, con intérpretes
excepcionales, y al mismo tiempo una muestra de identificación cultural única.
La bossa dejó de ser la música de unos jóvenes de clase media para representar
la diversidad del país. Por eso, cuando en 1964 un golpe militar derribó el
gobierno brasileño y lo sustituyó por un régimen autoritario y represivo, el
movimiento de los compositores de bossa nova se desarrolló en diversas
direcciones y algunos de involucraron directamente en la política: Carlos Lyra,
Nara Leão, Chico Buarque, Marcos Valle... Así, Carlos Lyra encabezó el
movimiento bossa durante su etapa más activista con canciones como Pobre menina rica. Chico Buarque tuvo
que exiliarse en 1969, tras haber sido arrestado en 1968. Un año después
grabaría el conocido tema A pesar de você
(“Apesar de você / amanhã há de ser / outro dia. / Eu pregunto a você / onde
vai se esconder”), que se convirtió en un himno de la oposición al régimen
militar.
En 1965, con el auge de la música pop-rock en todo el mundo,
empezó la era de los festivales musicales brasileños. En el siguiente video,
Marilia Medalha y Edu Lobo interpretan Ponteio
en la final del Festival da Música Popular Brasileira de 1967.
A finales de la década de los setenta, Nara Leão dio otro
giro artístico y participó en el breve pero influyente movimiento de
Tropicália, con Gilberto Gil, Caetano Veloso y otros. Una nueva generación
entraba en escena. Tropicália debe su nombre a Caetano Veloso, quien lo tomó
del artista de vanguardia Hélio Oiticica, y representa la fusión de los
plácidos ritmos de la bossa nova, el vértigo alucinado de la psicodelia y los
instrumentos eléctricos de las bandas de pop de la época. El álbum colectivo Tropicália ou Panis et Circensis puede
considerarse el manifiesto de este movimiento. Sus representantes más
significativos son Caetano Veloso, Maria Bethãnia, Gilberto Gil, Gal Costa, Os
Mutantes, Tom Zé y Nara Leão, entre otros. A continuación Caetano Veloso interpreta
su famoso tema Tropicália.
A pesar del poco tiempo que duró el movimiento, Tropicália
supuso un revulsivo en la música brasileña y la acercó a las nuevas corrientes
musicales entonces en auge entre la juventud, pero sobre todo fue la
constatación de la enorme influencia ejercida por la bossa nova, la cual, diez
años después de Chega de saudade, no mostraba síntoma alguno de
cansancio, es más: las mejores páginas de su historia estaban aún por escribir.
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