Aquí la envidia y mentira
me tuvieron encerrado.
Dichoso el humilde estado
del sabio que se retira
de aqueste mundo malvado,
y con pobre mesa y casa
en el campo deleitoso
con sólo Dios se compasa
y a solas su vida pasa,
ni envidiado ni envidioso.
Este poema o décima conocido como "A la salida de la cárcel" pero que tiene por título la simple notación "XXIII", fue escrito por Fray Luis de León en los muros de la celda en la que pasó encarcelado cinco largos años por intrigas en las que la envidia jugaba un papel importante. Se le acusó de preferir el texto hebreo del Antiguo Testamento a la "Vulgata", la versión latina que había sido adoptada oficialmente por la Iglesia, además de por haber traducido al lenguaje vulgar alguna parte de la Biblia como el "Cantar de los Cantares". Logró salir indemne de las acusaciones. A la vuelta a sus clases y acostumbrado durante largo tiempo a resumir las clases explicadas el día anterior para dar entrada a la que empezaba, recomenzó su nueva vida con una significativa frase, el famoso: "Decíamos ayer". Una maravillosa forma de dejar atrás un pasado doloroso y emprender la nueva senda de un prometedor futuro. Parece mentira que fuera este mismo autor el que dijera: "Faltan palabras a la lengua para los sentimientos del alma". él que siempre encontraba las adecuadas.
En la fotografía se puede ver a Fray Luis de León a quien el pintor Francisco Pacheco describía así: "El rostro más redondo que aguileño; trigueño el color; los ojos verdes y vivos... El hombre más callado que se ha conocido, si bien de singular agudeza en sus dichos... de mucho secreto, verdad y fidelidad, puntual en palabras y en promesas, compuesto, poco o nada risueño."
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