sábado, 20 de abril de 2013
La libertad: Sartre versus Spinoza
"Estoy condenado a ser libre. Lo cual significa que no es posible encontrar a mi libertad más límites que ella misma o, si se prefiere, que no somos libres de dejar de ser libres... Para la realidad humana, ser significa elegirse: nada le viene de fuera o de dentro que pueda recibir o aceptar. El hombre está enteramente abandonado, sin ayuda alguna, a la insostenible necesidad de hacerse "ser" hasta en el menor detalle... El hombre no podría ser libre en unos casos, y esclavo en otros: o es siempre y todo entero libre, o no es nada"
(Jean-Paul Sartre: El ser y la nada)
"Los hombres se equivocan al creerse libres, opinión que obedece al solo hecho de que son conscientes de sus acciones e ignorantes de las causas que las determinan. Y, por tanto, su idea de libertad se reduce al desconocimiento de las causas de sus acciones, pues todo eso que dicen que las acciones humanas dependen de la voluntad son palabras, sin idea alguna que les corresponda."
(Baruch de Spinoza: Ética, II)
Mary Shelley.- Frankenstein
"Aquí yace el doctor Frankenstein. Su error no fue intentar crear un hombre, sino el haberlo creado ya hecho, sin darle la oportunidad de hacerse a sí mismo"
Epitafio de la tumba del doctor Frankenstein
Ernesto Sábato.- Carta por la paz
Ernesto Sábato leyó públicamente una carta en la que se pronuncia abiertamente contra la guerra, frente a 2000 chicos de escuelas públicas de la Ciudad de Buenos Aires, reunidos en el estadio Obras Sanitarias para pedir por la paz.
"Queridos chicos:
Ustedes saben, han tenido que aprender cómo el poder gana, cómo los hombres matan por poder.
Han tenido que aprender, lo ven por televisión, la atrocidad de los bombardeos, de las masacres, de la miseria, del horror que trae la guerra a quienes la padecen.
Saben también que otros chicos como ustedes verán morir de dolor a sus padres, a sus hermanitos.
Pero eso no importa al poder.
También saben que millones y millones de hombres y mujeres han manifestado por las calles del mundo su deseo de paz, su oposición a esta guerra.
Y eso tampoco parece haber importado al poder.
Entonces, ante la gravedad de la situación en que vivimos, vengo a testimoniarles que habremos de permanecer en la decisión de no aceptar la guerra, de no resignarnos a ella.
Hay que mantener, queridos chicos, encendida en el alma la llama de este dolor de humanidad, y ser fiel.
Si esta determinación permanece, será inquebrantable.
Podrán hacer la guerra, pero han de saber que son asesinos, que así los llamarán los chicos de todo el mundo.
El amargo presente al que nos enfrentamos exige que nuestras palabras, nuestros gestos, nuestra obra se consagre, como verdadero cumplimiento de nuestra más alta vocación, a expresar la angustia, el peligro, el horror, pero también la esperanza y el coraje y la solidaridad de los hombres.
En medio de esta tremenda situación, cada hombre y cada mujer, ustedes también, chicos, están llamados a encarnar un compromiso ético, que los lleve a expresar el desgarro de miles y miles de personas, cuyas vidas están siendo reducidas a silencio a través de las armas, la violencia y la exclusión.
Se ha hecho evidente que quienes detentan el poder toman decisiones ajenas al sentir de la humanidad, guerras atroces que sostienen los países poderosos contra pueblos desamparados, bajo la siniestra ironía de resguardar a la humanidad.
Frente a estos hechos, frente a la violencia y a la muerte de nuestros hermanos, hemos de resistir para resguardar ese absoluto donde la vida y los valores ya no se canjean, alcanzando así la medida de la grandeza humana.
En todos los idiomas 'paz' es una palabra suprema y sagrada, expresa el deseo de Dios para los hombres.
El deseo de un reino de paz y justicia; la paz y la justicia que estamos acá para reclamar y testimoniar."