"Felices
los normales, esos seres extraños, los que no tuvieron una madre loca, un padre
borracho, un hijo delincuente, una casa en ninguna parte, una enfermedad
desconocida, los que no han sido calcinados por un amor devorante, los que
vivieron los diecisiete rostros de la sonrisa y un poco más, los llenos de
zapatos, los arcángeles con sombreros, los satisfechos, los gordos, los lindos,
los rintintín y sus secuaces, los que cómo no, por aquí, los que ganan, los que
son queridos hasta la empuñadura, los flautistas acompañados por ratones, los
vendedores y sus compradores, los caballeros ligeramente sobrehumanos, los
hombres vestidos de truenos y las mujeres de relámpagos, los delicados, los
sensatos, los finos, los amables, los dulces, los comestibles y los
bebestibles. Felices las aves, el estiércol, las piedras. Pero que den paso a
los que hacen los mundos y los sueños, las ilusiones, las sinfonías, las
palabras que nos desbaratan y nos construyen, los más locos que sus madres, los
más borrachos que sus padres y más delincuentes que sus hijos y más devorados
por amores calcinantes. Que les dejen su sitio en el infierno, y basta…"
Imagen: Van Gogh.- autorretrato (detalle)
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