sábado, 2 de febrero de 2013

La última noche de Boris Grouchenko (Woody Allen, 1975).- Fragmentos del guion


"¿ Y si sólo fuéramos un atajo de gente absurda que va y viene sin pena ni razón ?"

"Todos los hombres son mortales. Sócrates era mortal. Por lo tanto, todos los hombres son
Sócrates. Lo que significa que todos los hombres son homosexuales."

"Cómo me metí en este trance, nunca lo sabré. Es realmente increíble ... Seré ejecutado por un crimen que jamás cometí. Claro que ... ¿ no está toda la humanidad en el mismo bote ? ¿ No es toda la humanidad ejecutada al fin por un crimen que no cometió ? "

"No quiero alcanzar la inmortalidad mediante mi trabajo, sino simplemente no muriendo."

"Nunca debes matar a un hombre, sobre todo si eso significa quitarle la vida."

"Yo no quiero casarme, sólo quiero divorciarme."

"El hombre consta de mente y cuerpo, pero el cuerpo es el único que se divierte."

"No sirvo como soldado, ¡¡he dormido con la luz encendida hasta los 30 años!!"




"Y crecí hasta convertirme en hombre. Metro sesenta y cinco, lo cual no te hace técnicamente hombre en Rusia ..."

"No es la cantidad de las relaciones sexuales lo que importa, sino la calidad. Claro que si la cantidad es menor de una cada ocho meses yo lo pensaría mejor."

"La última vez intentó suicidarse respirando cerca de un queso podrido."


"—A partir de ahora limpiarás el comedor y las letrinas.
—Sí señor, ¿pero cómo los distinguiré?"


"- ¿Qué pistola elige?
- Me quedo con las dos."




"- Debería haber hecho el amor contigo con más frecuencia.
- A mí me habría bastado con una sola vez."


"- Eres el mejor amante que he tenido.
- Bueno, será porque practico mucho cuando estoy solo"


"- Boris, el sexo sin amor es una experiencia vacía
- Si pero, como experiencia vacía, es una de las mejores"








Groucho Marx.- Desde mi mecedora





El resto de un hombre marchito y arrugado puede observarse confusamente en la oscuridad, balanceándose incesantemente de un lado para otro en una mecedora de estilo antiguo. Es lo que en otro tiempo fue nuestro
amante sarnoso. Va chupando lentamente una vieja pipa de lobo de mar. La luz que brota de la chimenea se extingue poco a poco. El escaso fuego producido por las brasas que resplandecen débilmente parece simbolizar las pasiones que en otro tiempo enardecieron de un modo tan vívido su corazón.

Una débil sonrisa se dibuja en sus labios, cuando piensa una vez más en sus numerosas conquistas, en las bellezas internacionales que capitularon ante sus ojos llamativos y su figura garbosa.

Pero, ¿por qué proseguir?... Aunque ahora ya no es más que un viejo libertino, no ha perdido nunca su sabiduría. Es plenamente consciente de la decadencia sexual que la edad impone imparcialmente tanto a los héroes como a los cobardes. Es consciente de sus limitaciones. Se da cuenta de que el crujido que oye no es el sonido que produce la mecedora, sino únicamente el ruido que causa su estructura marchita, gruñendo en medio de su desesperación. Sabe que todas sus conquistas y todas sus victorias, exigieron su inevitable
tributo.
Pero ahora incluso el tenue resplandor que había entre las cenizas ha desaparecido. Los párpados le pesan cada vez más y pronto se sume en un sueño profundo.

Groucho Marx,
fragmento de Desde mi mecedora  (Epílogo de Memorias de un amante sarnoso).

Imagen: Groucho, por Avedon

TS´AI YEN.- Versos




Al vibrar en mis cuerdas el último compás, mi
cítara se rompe, mi corazón se quiebra, los
deseos me huyen.
¡Ay, lloro por mi suerte!
La pena del pasado, el dolor del presente y
la insistente desgracia ya no me dan tregua;
mi mal no tiene esperanza.
Yo sueño con el ayer ya sin regreso posible.
[…]
La vida es breve y tan veloz
como la aurora fugitiva, el destino
no ha querido iluminar mi suerte.
El cielo tuvo la culpa de que yo
perdiera mi juventud.
¿Cómo elevarle mi queja?
Sobre mí en el vacío,
sólo humo y nubes veo…
¿A quién le daré mi pena?

TS´AI YEN, (poetisa china siglo II a III).-Dieciocho compases cantados en la trompeta de los Hunos.

Imagen: Baoshi

Marlene Dietrich y las bondades del limón

 


 Supongo que todas las mujeres en general y las actrices en particular tienen sus trucos personales de belleza para resultar radiantes a los ojos de los demás. Marlene Dietrich no podía ser menos, al parecer este ángel azul tenía la costumbre de chupar trozos de limón entre toma y toma para conseguir que los músculos de la boca le quedarán más tensos. Y ciertamente la impresión que da su expresión facial es a veces de dureza a pesar de lo cual sigue resultando muy atractiva. Y es que con el limón todo son bondades….

En la foto podemos ver un primer plano de Marlene Dietrich con la caracterización que presentaba en la película "Seven sinners" ("De isla en isla" o "Los siete pecadores") - 1940


El mito de Dédalo e Ícaro



"Mide tu vuelo por el mío, yo te precederé, y siguiéndome próximo, caminarás con seguridad bajo mi dirección. Si en nuestra marcha aérea voláramos cerca del sol, la cera no soportaría el calor; y con vuelo humilde nos caeríamos hasta la superficie de las olas, y las plumas, humedecidas por el agua, perderían su movilidad. Vuela entre estos dos peligros; sobre todo, hijo, teme a los vientos y deja que tus alas obedezcan a su impulso" (Ovidio.- la metamorfosis)


En la isla de Creta existió hace muchos años un rey llamado Minos, este rey poseía grandes riquezas y algo que nadie tenía: un hijo de fuerza extraordinaria, con cabeza de toro al cual lo llamó Minotauro.

Minos pensó ponerlo en lugar seguro, de donde no pudiera escapar, así que le encargo a Dédalo, un gran arquitecto, que construyera un enorme y complicado laberinto.

Dédalo aceptó y junto con su hijo Ícaro, emprendió la gran obra. Cinco años después terminaron el laberinto, éste era tan grande que solo ellos sabían el camino correcto.

El rey Minos quedó satisfecho, pero tuvo miedo de que Dédalo e Ícaro revelaran el secreto del laberinto asi que el rey les negó el permiso para abandonar la isla de Creta.
Dédalo se dio cuenta que escapar de la isla sería imposible por el mar, ya que el rey Minos ordenó a todos los soldados de su ejercito a vigilar las playas de día y de noche.

Pero Dédalo era un hombre muy ingenioso e ideó un maravilloso plan, consistía en escapar volando como las aves.
Dédalo e Ícaro se dedicaron a reunir muchas plumas de las aves que sobrevolaban la isla y juntándolas todas las unieron con cera de abeja.

Sin que nadie los viera, pegaron las plumas y construyeron dos pares de alas. Cuando estuvieron listas, Dédalo pegó un par de alas en la espalda de Ícaro y otro par en su propia espalda.
Y Dédalo dijo a Ícaro: “¡Volemos fuera de la isla! Pero debemos de tener cuidado de o volar demasiado alto, pues el sol quemaría nuestras alas”.

Dédalo e Ícaro iniciaron el vuelo, a Ícaro le pareció tan hermoso de volar como los pájaros, que olvidó las advertencias de su padre. Voló, voló y voló más alto cada vez que el no escuchaba los gritos desesperados de su padre.

El calor de sol empezó a derretir la cera de las alas de Ícaro entonces empezó el drama, las plumas comenzaron a desprenderse, hasta que las alas no soportaron más el peso de Ícaro y cayó ante la mirada atónita de su padre.

Según la leyenda que las plumas quedaron flotando sobre el mar y tiempo después se formaron las islas Ícaras, llamadas así en recuerdo del joven que intentó volar al sol.

Imagen: Rubens

Charles Darwin.- cita



"No es la especie más fuerte la que sobrevive, ni la más inteligente, sino la que responde mejor al cambio” (Charles Darwin)

Imagen: Salvador Dalí.- Metamorfósis de Narciso

Protágoras de Abdera.- cita



«El hombre es la medida de todas las cosas, de las que son en cuanto que son, de las que no son en cuanto que no son».

Imagen: Leonardo Da Vinci.- el hombre de Vitruvio