domingo, 28 de julio de 2013

Berlín Occidente - Billy Wilder


Jane Arthur, John Lund y Marlene Dietrich en una imagen promocional de la película

"Tengo una dama que tiene miedo de mirarse en un espejo y otra que no deja de mirarse"

Con esas palabras definió Billy Wilder a las dos actrices que protagonizaban su película "Berlín Occidente" (A foreign affaire - 1948), nada más y nada menos que Jane Arthur, que ya asomaba a sus 48 años alguna arruguilla a pesar de mostrarse guapísima en su rol de damita puritana y la camaleónica Marlene Dietrich, con 47 años y que se mostraba como una verdadera mujer fatal, capaz de todo por sobrevivir.
Marlene Dietrich y Billy Wilder en un descanso del rodaje

Es curioso que esta sensacional comedia guarde en su interior un documento tan estremecedor como las imágenes de un Berlin totalmente destruido y los juegos malabares que sus ciudadanos tenían que hacer para sobrevivir, sometiéndose a los caprichos de los que podían ofrecerle algo de comida a cambio de los pocos objetos valiosos que pudieran quedarles. Y sin embargo es eso, una genial comedia, llena de momentos y frases agudas al más puro estilo de Billy Wilder. Para ello se sirve como siempre de un gran guión en el que un comité de congresistas se traslada a Berlin para investigar la moral de las tropas norteamericanas, que por supuesto entre tanta "Fräulein" ávida de medias, azúcar y chocolate, no la tenía precisamente por los suelos. De la comisión forma parte la almidonada y reprimida Phoebe Frost (Jane Arthur) que se mostrará decidida a desenmascarar el estilo de vida de los soldados americanos en Berlín, y sobre todo descubrir la identidad de un alto mando que daba cobertura a una peligrosa cabaretera de dudoso pasado nazi. Sólo cambiará su forma de ver todo cuando el amor entre también en su vida al enamorarse del galán de la película, precisamente el Capitán John Pringle (John Lund), que a su vez hace todo lo posible para que no se descubra su relación con la misteriosa cantante Erika von Schlütow (Marlene Dietrich). El enredo ya está servido.

Un lugar destacado en la trama de la película es el cabaret "Lorelei" en el que canta Marlene Dietrich, y donde rusos y americanos pasan sus juergas. Curiosamente, en 1953 Marilyn Monroe se llamaría "Lorelei Lee" en "Los caballeros las prefieren rubias". El que toca el piano en la foto es el famoso Frederik Hollander, compositor de las canciones de la película.

 Es reseñable el papel de nazi que hace Marlene Dietrich, como una cantante que antes fue amiga de los jerarcas del partido, sabiendo que la actriz marchó de Alemania en oposición al régimen y luchó activamente contra él desde su posición de renombre. Les costó mucho a los alemanes perdonarla.


Wilder, de origen austríaco, hace gala de su capacidad para las frases con dobles sentidos e incluso lanza algún mensaje sorprendente, como cuando enfoca a el Capitan John Pringle y justo debajo de su figura se puede leer en el jeep que conduce la palabra "Killer" (asesino). Una gran película a pesar de no ser de las mejores de Wilder.



 "¡Moral! Puede que algún día podamos enviar un comité nuestro a investigar la moral en Washington"




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