lunes, 21 de enero de 2013

La curiosa muerte de Tennessee Williams




"No esperes al día en que pares de sufrir, porque cuando llegues sabrás que estás muerto"

Eso al menos decía el excelente escritor Tennessee Williams, alguien que paró de sufrir de una manera realmente curiosa. Williams es un autor cuya obra engrandeció el mundo del teatro y también el del cine. En 1948 ganó el Premio Pulitzer de teatro por "Un tranvía llamado Deseo", y en 1955 por "La gata sobre el tejado de zinc. Además de estas dos obras recibieron el premio de la Crítica Teatral de Nueva York: "El zoo de cristal" (1945) y "La noche de la iguana" (1961), resultando algunas de ellas verdaderos éxitos también en el mundo del cine, impagables para los buenos amantes del llamado séptimo arte.

Pero retomando el motivo por el que se abre esta entrada, diremos que Tennesse Williamse falleció en 1983, a la edad de 71 años, y que en los primeros momentos hubo especulaciones de todo tipo alrededor de su extraña muerte, llegándose incluso a hablar de asesinato. La realidad era muy distinta y bastante más ridícula. Tennessee Williams llevaba tiempo viviendo en el Hotel Elysse de Nueva York y tras la muerte de su pareja, Frank Merlo, se había acercado más de lo debido a los calmantes y al alcohol, algo que unido a su natural tendencia a sufrir ataques de pánico, había deteriorado notablemente su salud, tanto física como mental. Tras la exploración médica del cadáver se encontró en el mismo "un tapón de plástico del tipo de los botes de spray nasal o colirio” con el que se supuso se había ahogado.

Meses después, llegó el informe médico final y que es actualmente la versión oficial de la muerte del escritor. En el se detallaba que tras beber una considerable cantidad de alcohol, el escritor tuvo la intención de tomar una dosis de barbitúricos, de los cuales no se encontró resto alguno en su estomago, pero si el tapón en su garganta y el frasco en la habitación por la que estaban derramadas todas sus pastillas. A la vista de todo ello se dedujo que al intentar abrir el frasco de medicamentos con la boca, se tragó accidentalmente el tapón, que tras alojarse en la garganta obstruyéndola, le produjo la muerte por asfixia. Ciertamente no se puede decir precisamente que sea una muerte de película…. para alguien al que el cine le debe tanto.

La fotografía del escritor fue tomada en 1956 por el famoso fotógrafo Yousuf Karsh.

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