miércoles, 28 de noviembre de 2012

Poema tomado de "El tiempo detenido" - Carmen Rubio López

 

 I

Se ha cumplido ya el plazo que dijiste.
El tiempo ha ido labrando
poco a poco mi rostro y me seca la flor
de los labios; entonces
era todo el jardín que tú querías.


Sin saber si arderá mi piel en tu memoria
o será raso inútil
-quebrado su color ante otra piel-
abandono la casa.
Dejo de par en par abierto el corredor,
la lámpara encendida por si llega
algún indicio tuyo
mientras estoy ausente.

Sobre la arena, firme, ante este mar
que decidió torcer su semejanza
y postuló a tus ojos otro color del mundo,
escarabajeando
por dentro de tu hombría,
ensayo la más dulce de las voces,
el vino de tu nombre.
El mar me mira y calla
a la luz indecisa de la tarde.
Parece que me busca con tus ojos.
Me pongo de rodillas
a sus pies como un bulto.
Dejo que me recorra con sus lenguas la nuca,
el cabello, los labios...
Noto cómo se yergue enardecido,
y su afán se me antoja manos entre mis pechos;
tus manos de otro mundo.

Soy como un pez. Quisiera
llegar hasta tus islas,
caer entre tus redes, ser tu sombra.

Entre mis ropas sal;
toda la sal que luego que padece.
En medio de la noche,
sólo un jardín que espera.


 Este poema nos es ofrecido por su autora y amiga Carmen Rubio López. Pertenece a su poemario "El tiempo detenido" (inspirado en el mito de Penélope) Premio "Juan Alcaide" Valdepeñas (C. Real)Gracias Carmen!

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