jueves, 11 de octubre de 2012

Steve McQueen, un actor "cool"




Pocos actores han sido capaces de traspasar con su mirada la pantalla como Steve McQueen(24 de marzo de 1930, Beech Grove - 7 de noviembre de 1980, Ciudad Juárez) . Un auténtico icono universal. Amado por las mujeres y admirado por los hombres. Idealizado después de su trágica y temprana pérdida con sólo cincuenta años por culpa de un maldito cáncer.
McQueen devol
vió la pose de rebelde a la industria del Cine y redefinió por siempre el concepto de lo cool.
De Steve McQueen cuentan sobre todo que tenía dos grandes pasiones; las mujeres y los coches. Estando casado tres veces, el matrimonio de Queen que más polémica desató fue su segundo enlace con la también actriz Ali MacGraw (una mujer de una belleza perturbadora, de esas que harían perder la cabeza a cualquier hombre que se le pusiera delante) y es que la forma en como se fraguó su enlace merece ser recordada:

Ambos se conocieron durante el rodaje en El Paso (Texas) de La Huida (ese clásico atemporal de Sam Peckinpah). Lo curioso del asunto, por llamarlo de algún modo es que cuando iniciaron su romance (al poco de comenzar el rodaje del film, en donde ambos compartían la mayoría de escenas) es que los dos estaban casados. El con su primera esposa Neile Adams y ella con Robert Evans (productor, ex-actor, playboy y alma mater por aquellos años de la Paramount, para la cual produjo films de la talla de Love Story, El Padrino, Chinatown o Marathon Man). El primero de los dos cónyuges que se enteró del romance entre ambos fue Evans.
McQueen era un confeso adicto a la adrenalina, amante de los deportes de riesgo, habitual prácticamente de artes marciales (fue amigo de Bruce Lee, incluso llego a entrenar con él y estuvo presente en su funeral en 1973). Pero sobre todo lo que le hacia perder la cabeza eran los coches (tenia una amplia colección de todos los modelos) y las motos.
Durante el rodaje de La Gran Evasión se empeñó en hacer el mismo las escenas de riesgo a bordo de la moto BMW que en un determinado momento su (memorable) personaje roba a los nazis. Si bien solo acabo rodando los primeros planos de la misma (debido a que los productores y aseguradoras se negaron en rotundo a que hiciera las tomas de riesgo), McQueen se pudo quitar la espinita cuando el director John Sturges le ofreció la posibilidad de ser uno de los perseguidores de su personaje, cuyas acrobacias eran de menor riesgo que las suyas. Así finalmente en dicha persecución tenemos doble presencia del King of Cool (apodo con el que se conocía popularmente al actor).

No contento con su pequeño aperitivo, McQueen se propuso producir & protagonizar su propio film sobre carreras de coches. Su titulo, Las 24 Horas de Le Mans (1971). La cinta no pasa de ser un vehículo para el lucimiento y la diversión del actor. McQueen se encaprichó en controlar en exceso todos los aspectos del film, lo que llevó a directores del nivel de John Sturges o John Frankerheimer a desentenderse del mismo. Al final lo firmó un auténtico desconocido del oficio como Lee H. Katzin. Katzin no fue más que una marioneta a las órdenes de la estrella de la función. A pesar de tener un punto de partida novedoso y con muchas posibilidades la cinta no pasa de ser una curiosidad /capricho de estrella.

Otra anécdota que vincula a McQueen con la velocidad no es tan agradable, y fue la que le unió con el director Roman Polanski. Según relata el firmante de La Semilla del Diablo, durante un fin de semana en Palm Springs y pasando unos días de relax en el rancho propiedad de Frank Sinatra (que por aquel entonces aún estaba casado con Mia Farrow y que también era gran amigo de McQueen) conoció a McQueen el cual se ofreció a llevarle a él, a su mujer Sharon Tate y la misma Farrow a dar un paseo por las dunas a bordo del Land Roover propiedad de McQueen.
Cuando este ultimo llegó con el vehículo al lugar en donde estaban los tres, Polanski dice que empezó a temerse lo peor cuando vio que el poderoso todo-terreno llevaba ruedas de avión (¿?). McQueen invitó a Polanski y su esposa a pasar a la parte de atrás, en donde había colocado unos colchones para que se asentaran cómodamente, Farrow se colocó en el asiento del copiloto. Así las cosas empezó el improvisado Rally de McQueen (siempre según los hechos narrados por Polanski) que comenzó a correr a toda velocidad por en medio de una oscuridad absoluta entre masas de arbustos y por encima de tremendos montículos desde donde el coche era lanzado hacia el vacío, en lo que este describe como la sensación de volar a ciegas a través de una tormenta de arena.
Al cabo de un rato de la travesía comenzaron a escucharse risitas infantiles, pero luego Polanski al oír el relato de las damas, llegó a la conclusión de que en realidad eran gritos de pánico. Aun así, el director no le dijo absolutamente nada a la estrella (pensando que puesto que era un viejo amigo de Mia y Sharon, no quería dejarlo en mal lugar en presencia de ambas) pero más tarde el ver los moratones que la escapadita por las dunas había producido en el cuerpo de Sharon, este se convenció de que McQueen era un auténtico imbécil.
Esto sin embargo, no fue obstáculo para que Sharon Tate (aprovechando que su marido no se encontraba en el país) invitara unos años más tarde a McQueen a su casa, con motivo de una fiesta organizada por el peluquero de las estrellas (y a la vez amante de Tate) Jay Sebring. Da la casualidad de que en último momento McQueen no pudo asistir a la fiesta (las malas lenguas hablan de que le surgió un ligue de última hora). Sea esto verdad o no, lo cierto es que McQueen debió de sentirse renacer al día siguiente, puesto que en esa misma fiesta y esa misma noche, el (tristemente) celebre Charles Manson llevó a cabo una matanza en la casa donde tuvo lugar la fiesta. Matanza que pasó a la posteridad y conmocionó a Hollywood y al mundo. Tal tragedia se cobró siete vidas. A partir de aquel suceso McQueen se compró un arma para su protección.
Uno de los peores y más escandalosos titulares que dio McQueen fue cuando fue detenido por la policía.Los motivos nunca fueron demasiado claros. Según algunas fuentes, la detención de McQueen pudo ser por conducir a alta velocidad o por estar en posesión de marihuana y cocaína. De todos modos, el hecho quedó como una anécdota, y un paso más allá del propio actor en agrandar su leyenda de chico rebelde.

En líneas generales Steve McQueen siempre supo lidiar bien con el estrellato y nunca dio pie a escándalos, más allá de sus amoríos. Si bien, en diversos momentos de su carrera se le pudo acusar de divo (ser el hombre más deseado del planeta tiene sus peros) siempre fue un actor muy respetuoso con sus co
mpañeros de reparto (revisó el guión de El Coloso en llamas y exigió que recortaran sus líneas de dialogo para que fueran las mismas que las de Newman porque no quería ventajas artísticas, puesto que confiaba muy seriamente en sus posibilidades interpretativas para brillar por encima del primero por si solo). Además nunca rehusó compartir pantalla con actores mejor considerados en el terreno interpretativo (ahí están como muestras sus co-protagonismos con Yul Brynner, Eli Wallach, James Coburn, Dustin Hoffman o Richard Farnsworth entre muchos otros).

Debido a su posición de privilegio en la industria Steve McQueen era siempre una de las primeras opciones para los grandes papeles en los films con pretensiones. Así fue como durante años labró una carrera de éxitos y cintas de indiscutible calidad (a pesar de ser un actor con un talento menor a contemporáneos como Paul Newman, Kirk Douglas o Marlon Brando). Papeles en films que no acabó haciendo por unos motivos u otros los hay de todos los géneros. A continuación repasaremos algunos de ellos y los motivos por los cuales no pudo interpretarlos:

1º.-Antes de co-protagonizar El Coloso en llamas estuvo a punto de ser compañero de armas con Paul Newman en Dos Hombres y un Destino (1969). Finalmente no pudo ser y el papel cayó en manos de Robert Redford. En 1974 se quitaría la espina rodando el anteriormente citado film del gigantesco rascacielos en llamas. Eso si, después de firmar un contrato plagado de cláusulas (el nombre de los dos actores tenia que ser igual de grande en los títulos de crédito y promoción de la cinta, ambos tenían que tener el mismo número de escenas en pantalla) y cobrando ambos el mismo sueldo.

2º.-Rechazó entre 1975 y 1980 -su época de mayor esplendor como súper-estrella- los papeles protagonistas en Alguien Voló sobre el nido del Cuco, Encuentros en la tercera fase, Carga Maldita, Un Puente Lejano y Apocalipse Now, siendo esta la segunda vez que le decía NO a Francis Ford Coppola (antes había sido tanteado para el papel de Sonny Corleone en El Padrino).

3º.-Suya fue la idea principal para el film El Guardaespaldas, el cual se convirtió en casi una obsesión personal desde 1976 hasta la fecha de su muerte en 1980. En 1992, Kevin Costner fue el protagonista del film con Withney Houston como la co-protagonista. También estuvo a punto de comprar los derechos de la obra de David Morrell “First Blood”, que luego daría pie al film protagonizado por Sylvester Stallone y que en nuestro país se titulo Acorralado.

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