domingo, 14 de octubre de 2012

Roald Dahl.- Matilda






"La tarde del día en que su padre se negó a comprarle un libro, Matilda salió sola y se dirigió a la biblioteca pública del pueblo. Al llegar, se presentó a la bibliotecaria, la señorita Phelps. Le preguntó si podía sentarse un rato y leer un libro (…)
A partir de entonces, todas las tardes, en cuanto su madre se iba al bingo, Matilda se dirigía a la biblioteca. El trayecto le llevaba solo diez minutos y le quedaban dos hermosas horas, sentada tranquilamente en un rincón acogedor, devorando libro tras libro. (…)
Los libros la transportaban a nuevos mundos y le mostraban personajes extraordinarios que vivían unas vidas excitantes, navegó en tiempos pasados con Joseph Conrad. Fue a África con Ernest Heminway y a la Inmdia con Rudyard Kipling. Viajó por todo el mundo sin moverse de su pequeña habitación de aquel pueblecito inglés."




Ilustraciones: Quentin Blake

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